2. ¿Qué es la tecnología?
Es de lo más común hoy en día escuchar frases que aluden a la
tecnología; frases tales como “el avance de la tecnología”, “con la tecnología que
hay hoy en día” “gracias a la tecnología todo es más rápido, fácil y eficaz” “si no
entras al mundo de la tecnología te quedaste en el tiempo” etc. Sin embargo,
pocas veces somos conscientes del mal uso que hacemos de ella.
Pues si nos remitimos a realizar una encuesta entre nuestros amigos,
familiares o compañeros de trabajo, sobre ¿Qué es la tecnología? Muchos optaran
por la respuesta típica y cerrada de que “la tecnología es todo aquel artículo
electrónico que nos rodean hoy en día, como los celulares, los recientes
Smartphone, las tablet, las computadoras.” Solo por nombrar algunos. Y la
realidad es que ello es verdad solo en partes, pues ¿Antes de la existencia de
dichos productos no existía la tecnología acaso?
En este sentido, retomando los aportes hechos por la catedra de
Tecnología Educativa y de la experiencia que uno “va recaudando” a lo largo de su
cursada, coincidimos en sostener que la tecnología es el conjunto de
conocimientos y técnicas que aplicadas de forma lógica y ordenada, permiten al
ser humano modificar su entorno, con el fin de satisfacer sus necesidades, es
decir, que se trata de un proceso combinado de pensamiento y acción que permite
crear soluciones útiles. Entonces, la tecnología nace de las necesidades de
quienes la consumen respondiendo a su necesidad o resolviendo el problema en
cuestión.
Por lo tanto, “encajonarse” en la idea de que la tecnología es todo aparato
electrónico-tecnológico que nos rodea exclusivamente hoy en día, como
decíamos al principio, sería erróneo. Pues la tecnología existió siempre desde
tiempos remotos, poner una fecha de inicio o considerar que la tecnología es
producto del tiempo en que vivimos seria caer en una falacia irreparable.
Si nos remitimos a la historia, durante la conocida edad de piedra, se
inventaron los rudimentos de la tecnología agraria, las cuales acentuaron las
bases de lo que hoy conocemos como tecnología industrial moderna. En aquellos
tiempos, la tecnología consistía en realizar “herramientas” que permitiesen al
hombre su supervivencia; satisfaciendo necesidades básicas como la alimentación
3. y la vestimenta (mediante la caza), y la vivienda, construyendo chosas con paja,
por ejemplo. Esto, indudablemente, también es tecnología, como lo fue en su
momento la rueda, el fuego, la electricidad, etc.
Ahora bien, bajo esta perspectiva determinante que la sociedad actual le
otorga a la tecnología, se hace comprensible que las mismas encuentren rechazo
u obstáculos a la hora de ser transportadas al ámbito educativo. Veamos…
El uso de las tic y la educación de nuestros tiempos.
En relación a lo expuesto en el apartado anterior encontramos
consonancia con los estudios realizados por Juana Sancho (1998), al reafirmar
que:
“Uno de los aspectos considerados más peligrosos de la denominada
cultura tecnológica es su tendencia a descontextualizar […] una de las
consecuencias más inmediatas de esta perspectiva es la generalización de la
creencia que sólo las máquinas (los artefactos) de invención más reciente son
tecnología; que la tecnología deshumaniza, y que la mejor forma de luchar contra
la tecnología es no utilizando ordenadores u otros cachivaches que nos resultan
novedosos y nos dan miedo. La falta de conocimiento […] nos enfrenta día a día
con innumerables paradojas.” (Sancho Gil, Juana; 1998, p. 3).
¿De qué paradojas nos habla la autora? Pues del hecho que los docentes
consideren a la tecnología como la causante de la deshumanización de la
educación sin darse cuenta, de manera controversial, que ellos mismos la utilizan
todo el tiempo, desde el pizarrón, los libros de textos, los bancos, las imágenes,
los afiches, la escritura, entre otros.
La misma autora afirma que “todo el profesorado utiliza una tecnología en
sus clases. Las clases expositivas, la agrupación del alumnado según la edad, los
libros de textos,… han sido y son otras tantas respuestas a los problemas
generados por la necesidad de proporcionar enseñanza a todo un colectivo de
ciudadanos/as de forma obligatoria y voluntaria” (Sancho Gil, Juana; 1998, p. 12).
Cabe entonces preguntarse… ¿Por Qué la resistencia? ¿Por qué el
rechazo a las nuevas tecnologías? ¿Por qué no se tiene en cuenta las tic en
educación?
4. Con el fin de abordar dichos interrogantes, y aprovechando nuestro paso
por las aulas, con la catedra de Práctica IV. Entrevistamos a algunas docentes que
al respecto nos dijeron:
En las narraciones aportadas por las docentes (todas del nivel primario) se
observa el factor “miedo”, muchas no apuestan al uso de la tecnología en el aula
por miedo a no saber utilizarlas o a hacer el ridículo frente al alumnado (que por lo
que cuentan) tienen un buen manejo de la tecnología (lo cual es esperable, en
tanto, ellos son producto de la “era tecnológica”). Por otro lado, sostienen que el
Docente I: “La tecnología no sirve en el aula, los chicos se
dispersan mucho, cuando por ejemplo, les mostrás una
película o los llevas a la sala de computación a buscar
información. Después no hay como bajarlos a la realidad”
Docente II: “Yo no utilizo la computadora, o el proyector por
ejemplo, porque no entiendo nada (se ríe) una vez, quise
mostrarles un documental y estuve 1 hora y media para poder
enganchar el pen drive al dvd de la escuela. Los chicos se me
reían. Quedé como una ridícula ¿viste como son los chicos?
Docente III: “Yo intento utilizar las herramientas que la
tecnología no brinda, en la medida que puedo. Pero
siempre me ayudan los chicos, ellos se re prenden con
esas cosas. Pero bueno, a veces no tengo tiempo…
porque lleva tiempo. También hay que ver que les llevas,
porque se alborotan, te despelotan la clase, se
revolucionan, se pelean.. Así es.
5. uso de dispositivos tecnológicos en el aula como películas o el uso de
computadoras “los dispersa” “los alborota” “los hace pelear”.
En este sentido, uno de los paradigmas expuestos por Jorge Huergo
(2007), que él denomina “vertiente con énfasis en los efectos”, plantea la idea de
que los medios producen efectos en los sujetos, en sus conductas, en las formas
de pensar, en sus prácticas; efectos que serían nocivos para dichos sujetos. Por
ejemplo: la violencia.
De igual manera, el autor antes nombrado aborda algunas conclusiones
que nos lleva a “comprender” si se puede llamar así, los dichos de las docentes
interrogadas en la Página anterior:
• Es frecuente que los docentes hayan tenido un encuentro con la
tecnología reciente, mientras los estudiantes han tenido contacto con ella toda su
vida.
• Los docentes no suelen “apelar” al uso de tecnologías en el aula,
pues las mismas “no les ofrece” seguridad en la práctica.
Siguiendo las líneas anteriores, se establecen diferentes posiciones frente
al uso de tic en educación. Cabe aclar, que si bien el autor Huergo (2007) plantea
otras posiciones, en este caso, solo nos remitiremos a las que acatan el
pensamiento de las docentes entrevistadas:
• Los tecnófobos: aquellos que reniegan del uso de la tecnología, a
veces por miedo y otras porque caen en modelos pedagógicos más tradicionales.
• Los informados: aquellos interesados en estar al día, pero sin
cambiar demasiado la lógica escolar.
• Los funcionales: aquellos que usan las computadoras como
herramientas.
Me parece interesante en este sentido retomar una frase de Cesar Coll
(2011) que nos dice:
6. “los niveles de uso de las tic en el entorno escolar son extremadamente
bajos, hasta el punto de que no pueden equipararse a los que los propios alumnos
desarrollan fuera del entorno escolar […] es posible que tanto las ratios de
alumnos por ordenador como las condiciones de los equipamientos, como la
inevitable obsolescencia de una parte del parque instalado, sean razones de peso,
pero probablemente no las únicas” (Coll, C. 2011; p. 5).
Palabras finales…
“¿La tecnología es la clave para solucionar los problemas
educativos?, ¿todos?, ¿algunos?, ¿ninguno?”.
Si luego del recorrido abordado en cada una de las páginas de este escrito
no somos capaces de replantearnos esta pregunta que encabeza el trabajo
planteado, es porque algo hemos hecho mal.
Pues no se necesita ser un especialista en educación, para comprender
que los educadores y los que estamos en procesos de serlo no contamos con
“recetas mágicas”. Los docentes “hacen lo que pueden” y como mejor pueden.
Sería demasiado utópico pensar que la tecnología es la clave para
solucionar los problemas educativos, pues dentro de una institución tan compleja
como lo es la escuela, y más aún, el aula de dicha escuela, con sus
particularidades y heterogeneidades no se puede “cargar” a la tecnología con un
peso que le compete a otro ámbito, ¿al estado tal vez? No se puede pretender que
la tecnología soluciones todos los problemas que el estado no puede. No se pone
en discusión que es de suma relevancia que las escuelas dejen entrar la
tecnología por la ventana, pero para ello se necesita de otros eslabones que
terminen la cadena. ¿Quiénes y cómo van a preparar/formar a lxs docentes?
(pues vimos como la falta de formación es uno de los obstáculos a la hora de
anclar la educación con la tecnología) ¿Quiénes van a discutir y poner en vigencia
7. el curriculum y junto con el los planes de estudio? ¿Quiénes van a decidir qué y
cómo enseñar? Y ¿si eso es digno de ser enseñado y aprendido por el alumnado?
¿Quién dotará la infraestructura necesaria para llevar un proyecto de esta índole
adelante?
Hace unos años atrás, el gobierno lanzó el programa “conectar igualdad”,
con el fin de lograr que la clase más vulnerable de la sociedad tenga acceso a la
tecnología y la misma se ancle con la educación. El programa resulto tener
buenos argumentos, pero los docentes afectados siguen sin saber utilizar de
manera correcta la información necesaria para llevar adelante las tic.
Desde nuestra postura, coincidimos en afirmar que si el estado logra rever
algunos “baches” que quedan sueltos en el ámbito educativo y se llega a la utopía
de poder trabajar de manera correcta con las tic en el aula, no se llegaría a
solucionar todos los problemas que aquejan al sistema educativo actual, pero sí se
llegaría al alma de muchos niños y niñas que no “encajan” en los sistemas
educativos tradicionales y que de manera paradójica están siendo “eliminados del
historial”.
8. Material consultado.
Coll, C. (2011). Aprender y enseñar con las TIC: expectativas,
realidad y potencialidades, en:CARNEIRO, R.; TOSCANO, J.C.; DIAZ, T. Coord.
(2011). Los desafíos de las TIC para el cambio educativo. Colección METAS
EDUCATIVAS 2021. OEI y Fundación Santillana.
Huergo, Jorge (2007) Los medios y tecnologías en Educación.
La Plata.
Litwin, Edith (comp) (2005) Tecnología Educativa en tiempos de
internet. Amorrortu editores. Buenos Aires.
Sancho Gil, Juana (1997) La Tecnología Educativa: conceptos,
aportaciones y límite. En Marqués y J. Farrés (Coord.) Comunicación educativa y
nuevas tecnologías. Barcelona: Praxis. (Puesta al día nº 3, 35 y 36/19).
Sancho Gil, Juana (1998) Para una tecnología educativa. Horsori. La
Tecnología un modo de transformar el mundo cargado de ambivalencia.