Los arcos faríngeos son estructuras transitorias que se desarrollan en las 4 primeras semanas del embrión y contribuyen a formar la cara, cavidades nasales, boca, laringe, faringe y cuello. Constan de mesenquima revestido por ectodermo e endodermo, y cada uno tiene una arteria, cartílago, músculo y nervios asociados. Los cartílagos, músculos y nervios de cada arco dan origen a diferentes estructuras de la cabeza y el cuello.