2. en el México indígena:¿La apropiación de lo ajeno y la enajenación de lo propio?*Conflicto entre lenguas, discursos y culturas Lo propio y lo ajeno, una dicotomía con muchas lecturas. La jurídica, que distingue entre la propiedad del yo y la propiedad del otro, y que penaliza las transgresiones; la cultural, que opone una identidad social, la pertenencia a un grupo, a la alteridad, el otro, los otros, lo ajeno, lo foráneo, extraño, extranjero. La política, la ideológica, la lingüística, cada mirada sobre esta polaridad recorta el universo de manera distinta. ¿Qué es lo propio? La polisemia de los mal llamados pronombres posesivos ya indica una primera vertiente o lectura de la complejidad del término: mi coche, mi mujer, mi familia, mi país, mi pueblo, mi patrón, mis ideas... ¿Qué es lo ajeno? ¿Lo que es propiedad del otro, lo que no conozco, lo que no entiendo, lo que obedece a leyes y lógicas diferentes? ¿Lo que me domina y me amenaza, de lo que desconfío porque lo desconozco? ¿Y cuáles son las fronteras, quién las construye, modifica, des construye?
4. El idioma purépechaes llamado p'orhépecha ( [pʰuˈɽepeʧa]) por sus hablantes, miembros del pueblo purépecha del occidente de México. Es una lengua aislada con tres variantes dialectales: la de la región lacustre, la central y la serrana (algunos incluyen una cuarta, la de la Ciénaga). De acuerdo con cifras del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000 existen unos 121 409 hablantes de la lengua purépecha asentados en 22 municipios y sólo el 25% es monolingüe. A partir de 1980 ha dado inicio un movimiento de apoyo a través de la Academia de la Lengua Purépecha (P'urheUandakueriJuramukua) por el cual se ha conseguido el fortalecimiento y difusión de esta lengua. El purépecha es actualmente una lengua literaria debido a la gran difusión que han tenido los Concursos Regionales de Cuento en Lenguas Indígenas, coordinados por la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas y los estados de Hidalgo, Querétaro, Michoacán y México, los cuales han fortalecido también el carácter literario de las lenguas náhuatl, otomí y mazahua