La dirección implica influir sobre el desempeño de los demás para lograr los resultados esperados. Implica conceptos como influencia, poder, autoridad, motivación y liderazgo. El poder se refiere a la capacidad de influir sobre otros, mientras que la autoridad está relacionada con la posición que se ocupa. Existen diferentes estilos de liderazgo como el autocrático, democrático y de tipo "dejar hacer". La motivación busca comprometer al personal con la organización a través de incentivos como premios y reconocimientos.
Historia y evolución del pensamiento administrativo
Dirección
1. Dirección
Definición y elementos principales de la dirección.
La palabra dirección tiene diversas connotaciones cuando es utilizada en el ámbito
administrativo. En este caso, utilizamos el concepto que define a una de las etapas
del proceso administrativo, ya que también se le llama dirección a cada uno de los
puestos que tienen más importancia en una jerarquía organizacional.
Dirigir es conducir el talento y el esfuerzo de los demás para conseguir el logro de
los resultados esperados, es decir, influir sobre su desempeño y coordinar su
esfuerzo individual y de equipo.
Con el propósito de analizar la manera en que se lleva a cabo el proceso de
dirección en una organización, es importante que analicemos los conceptos de
influencia, poder, autoridad, motivación y liderazgo.
La influencia la podemos entender como las acciones o ejemplos que directa o
indirectamente producen un cambio en el comportamiento o actitud de una
persona o grupo.
El poder lo podemos definir como la capacidad de ejercer influencia. El hecho de
tener poder implica tener la capacidad de hacer cambiar de comportamiento o de
actitud a otras personas. La autoridad formal es un tipo de poder.
La autoridad se refiere a los derechos inherentes a una posición de dar órdenes y
esperar que éstas sean obedecidas. La autoridad está relacionada con la posición
que se ocupa y no con la persona que lo desempeña.
No puede haber personas de autoridad, sino personas a las que se les asigna
autoridad.
Las fuentes de poder.
Existen cinco fuentes principales de poder:
1. El poder legítimo corresponde a la autoridad o poder legalmente
establecido, debido al propio puesto que se le otorga a una persona dentro de la
empresa.
2. El poder de recompensa se deriva del poder legítimo y se presenta cuando
una persona (la influyente) tiene capacidad para recompensar a otra (la influida),
premiando los buenos resultados y/o actitudes del personal a su cargo.
3. El poder coercitivo se basa en la facultad del influyente para castigar.
4. El poder de experiencia se basa en la percepción o creencia de que, quien
influye posee cierta pericia o conocimientos especiales de los que el influido
carece.
5. El poder referencial es el que puede tener una persona o grupo y se basa en
el deseo de la persona influida de identificarse con la persona influyente o imitarla.
2. Por su parte, la autoridad se presenta en cuatro formas, y son las siguientes:
1. La autoridad de línea es la que detenta un administrador para dirigir las
actividades de un subalterno. Es la autoridad que le otorga a un superior el
derecho de conducir y ordenar el trabajo de sus subalternos.
2. La autoridad de staff es la que tiene como propósito apoyar, asesorar y
ayudar a los departamentos de línea hacia el logro de sus objetivos. Por ejemplo,
en una empresa industrial, el área de recursos humanos puede ser considerada
como staff, ya que apoya a la empresa, pero no produce propiamente los
resultados (a diferencia del área de producción).
3. La autoridad formal es la que está establecida legalmente en la
organización; por ejemplo, una persona es contratada o promovida a una
determinada posición en una empresa, por lo cual recibe un nombramiento en el
que explícitamente se le asignan esas tareas y responsabilidades.
4. La autoridad informal es la autoridad que poseen ciertas personas en la
organización, pero no tienen una posición legalmente definida en una empresa. Por
ejemplo, en ciertas empresas existen personas con mucha experiencia o
antigüedad de las cuales influyen para la buena marcha de la organización, aún
cuando no tengan una posición directiva.
Motivación y liderazgo
Cuatro de los aspectos clave de la función de dirección son:
1. Cómo dirigir a las personas (liderazgo).
2. Cómo lograr su compromiso (motivación).
3. Cómo armonizar los diferentes intereses (solución de conflictos).
4. Cómo lograr el aprendizaje permanente (desarrollo individual y de equipo).
El liderazgo es el proceso de influir en las actividades del grupo encaminadas a
establecer y alcanzar las metas de la organización. Los principales estilos de
liderazgo que se manejan son los siguientes:
• Liderazgo autocrático: este tipo de liderazgo se concentra en el poder y en
la imposición de decisiones que son acatadas por quienes deben responder con
sumisión a su autoridad.
• Liderazgo democrático: busca hacer participar a quienes intervienen en la
toma de decisiones logrando compromiso e involucramiento. El líder democrático
apela a la persuasión más que al poder.
• Liderazgo de tipo “dejar hacer” (laissez faire): el líder que aplica este estilo
de liderazgo otorga a sus subordinados independencia operativa, en este caso los
líderes dependen de sus subordinados para establecer sus objetivos.
• Liderazgo situacional: este estilo de liderazgo es uno de los que más
recientemente se han incluido en la bibliografía como parte importante de los
estilos básicos de liderazgo. Hoy en día resulta muy difícil que el líder tenga un
estilo único durante todo el tiempo y en todas las decisiones que debe tomar, por
ello, el líder debe ser capaz de adecuar su estilo a las diferentes situaciones que se
le pueden llegar a presentar.
3. Es decir, se busca ejercer un liderazgo adecuado a las necesidades que se vayan
presentando (en ciertas situaciones se puede aplicar un liderazgo autocrático, en
otras, uno democrático, y en otras más uno del tipo “dejar hacer”).
La motivación es todo aquello que nos “mueve” a actuar, y representa uno de los
elementos más importantes para lograr el compromiso del personal con la
organización.
Existen dos grandes tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca. La
motivación que le corresponde promover al jefe se llama extrínseca (pues
proviene de “afuera” de los individuos), en tanto que la motivación que cada
persona desarrolla independientemente de los demás se denomina intrínseca.
Quien dirige debe procurar que las personas que selecciona posean motivaciones
que las impulsen a fijarse metas, mejorarse y comprometerse, sin importar quién
los supervise. Un buen administrador se rodea de personas con motivaciones
intrínsecas y promueve las extrínsecas.
Algunos de los elementos más utilizados en las organizaciones para promover la
motivación en el personal son el uso de incentivos, tales como: premios por el
cumplimiento de objetivos, recompensas por una mejoría en la productividad,
reconocimientos verbales, bonos, pago de sueldos equitativos, supervisión
continua, cursos de capacitación, otorgamiento de prestaciones adicionales, entre
otros.
Principios de dirección
La función de dirigir tiene varios principios de aplicación práctica que regulan, en
lo general, la actuación de los directores y gerentes de las organizaciones. Entre
estos destacan:
a) Principio de armonía de los objetivos: este principio indica que los
administradores deben armonizar los objetivos individuales de los trabajadores
con los de la organización. Logrando esto, los trabajadores se comprometerán con
los objetivos de la empresa ya que, implícitamente, serán los suyos, cubriendo los
objetivos de la organización se podrán cumplir los propios.
b) Principio de motivación: mantener motivado al personal es una de las
principales tareas de los administradores, quienes para cumplirla deberán cuidar
la forma en que otorgan las recompensas, las cuales deberán estar ligadas al
desarrollo y cumplimiento de los objetivos y a la estrategia organizacional.
c) Principio de liderazgo: los administradores deben ser líderes eficaces.
Deben comprender la forma en que actúan los colaboradores, qué los motiva y
cuáles son sus principales objetivos.
d) Principio de claridad de la comunicación: la comunicación debe ser clara y
precisa, además, la información debe llegar de manera oportuna y en la cantidad
adecuada a cada uno de los colaboradores de la empresa, para evitar retrasos o
fugas de información. Los administradores deben poner especial énfasis en la
forma en que transmiten la comunicación a sus colaboradores y verificar siempre
que su mensaje haya sido adecuadamente comprendido por su interlocutor.
4. e) Principio de la impersonalidad del mando: este principio establece que la
autoridad no radica en la persona, sino en el puesto, lo cual significa que una
persona tiene autoridad en la empresa por el puesto que ocupa y no por sí misma.
Esto es de vital importancia para la organización, ya que es muy común que se
formen nichos de poder debido a que los ocupantes de ciertos puestos abusan de
su posición y ejercen el poder como una potestad personal y no como una
consecuencia del ejercicio de su puesto.
Referencias
Garza, J. G. (2000). Administración contemporánea (2a. ed.). México:
McGraw- Hill.
Méndez, J. S., Zorrilla, S., y Monroy, F. (2008). Dinámica social de las
organizaciones (3ª. ed). México: McGraw Hill.
Robbins, S. R., y de Cenzo, D. (1996). Fundamentos de administración.
México: Prentice Hall.
Stoner, J., y Freeman, E. (1998). Administración. México: Prentice Hall.