3. Parábola de la higuera estéril
6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una
higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en
ella, y no lo halló.
7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo
a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala;
¿para qué inutiliza también la tierra?
8 Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala
todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella,
y la abone.
9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
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9. La luz especial que se le dio a Juan, expresada en los siete
truenos. Era un bosquejo de sucesos que debían ocurrir bajo
los mensajes de los ángeles primero y segundo. No era lo
mejor para la gente conocer esos eventos, porque su fe debe
necesariamente ser probada. El plan de Dios era que se
proclamaran verdades más maravillosas y avanzadas. Los
mensajes de los ángeles primero y segundo debían ser
proclamados; pero no se había de revelarse mayor luz antes
que esos mensajes hubiesen hecho su obra específica. Esto se
representa por medio del ángel que estaba parado con un pie
en el mar, proclamando con un solemne juramento que el
tiempo no sería mas.
10. Este tiempo, el que el ángel declara con un
solemne juramento, no es el fin de la historia
del mundo ni del tiempo de gracia, sino del
tiempo profético que precederá al advenimiento
de nuestro Señor; es decir, la gente no tendrá
otro mensaje acerca de un tiempo definido,
Después de este lapso, que ahora abarca desde
1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo
definido de tiempo profético. El cálculo más
prolongado llega hasta el otoño de 1844.
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27. Habacuc 3 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Oración de Habacuc
3 Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot.
2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia.
3 Dios vendrá de Temán,
Y el Santo desde el monte de Parán. Selah
Su gloria cubrió los cielos,
Y la tierra se llenó de su alabanza.
4 Y el resplandor fue como la luz;
Rayos brillantes salían de su mano,
Y allí estaba escondido su poder.
5 Delante de su rostro iba mortandad,
Y a sus pies salían carbones encendidos.
6 Se levantó, y midió la tierra;
Miró, e hizo temblar las gentes;
Los montes antiguos fueron desmenuzados,
Los collados antiguos se humillaron.
Sus caminos son eternos.
28. 7 He visto las tiendas de Cusán en aflicción;
Las tiendas de la tierra de Madián
temblaron.
8 ¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos?
¿Contra los ríos te airaste?
¿Fue tu ira contra el mar
Cuando montaste en tus caballos,
Y en tus carros de victoria?
9 Se descubrió enteramente tu arco;
Los juramentos a las tribus fueron palabra
segura. Selah
Hendiste la tierra con ríos.
10 Te vieron y tuvieron temor los montes;
Pasó la inundación de las aguas;
El abismo dio su voz,
A lo alto alzó sus manos.
29. 11 El sol y la luna se pararon en su lugar;
A la luz de tus saetas anduvieron,
Y al resplandor de tu fulgente lanza.
12 Con ira hollaste la tierra,
Con furor trillaste las naciones.
13 Saliste para socorrer a tu pueblo,
Para socorrer a tu ungido.
Traspasaste la cabeza de la casa del impío,
Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah
14 Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus
guerreros,
Que como tempestad acometieron para dispersarme,
Cuyo regocijo era como para devorar al pobre
encubiertamente.