Este documento contiene información sobre la organización del espacio en las escuelas infantiles para niños de 0 a 3 años. Se discuten temas como la decoración del aula, la disposición del mobiliario y los materiales, y la importancia de crear un ambiente acogedor, seguro y estimulante para los niños. También se describen las áreas y materiales de juego recomendados según la edad de los niños.
1. RESUMEN TRADUCCIÓN DE
PERSONE DA ZERO A TRE ANNI: CRESCERE E LAVORARE NELL’
AMBIENTE DEL NIDO
PERSONAS DE CERO A TRES AÑOS: CRECER Y TRABAJAR EN EL
AMBIENTE DE LA ESCUELA INFANTIL
CAPÍTULO 2: ORGANIZAR EL ESPACIO PARA VIVIR, APRENDER Y
JUGAR
“Los detalles aparentemente mínimos no deberían ser ignorados, porque es sólo
a través de ellos que son posibles los grandes proyectos”. San Jerónimo
El ambiente de la escuela, del aula, depende de gran medida de cómo los
educadores vivan su trabajo. A pesar de los límites del edificio siempre se puede hacer
algo para que sea más confortable y atienda a las necesidades de los adultos y de los
niños que pasan allí largas horas. Existen espacios muy bien diseñados cuya atmósfera
es fría. Es por tanto una labor de los educadores hacer del aula un lugar acogedor.
Crear un ambiente satisfactorio
En una escuela infantil se trabaja, se vive y se juega. El espacio debe tener en
cuenta estas funciones, por lo que se debe combinar la comodidad y familiaridad con la
organización, resultando placentero e interesante tanto para niños como para adultos.
En cuanto a la decoración del aula en el libro se hace una comparación entre
países como Gran Bretaña e Italia. En este último se da mucha importancia a la
educación visual y artística siendo un ejemplo la exposición de imágenes y
reproducciones artísticas que pueden ser mucho más interesantes y atrayentes para los
niños que decorar los muros con los personajes de Walt Disney. Los niños, de hecho,
suelen tener gustos variados como por ejemplo hacia el arte abstracto (Picasso, Miró o
Chagall).
La decoración, como la de nuestras casas, es algo que se renueva continuamente.
El espacio de la entrada, en el que se acoge a las personas que entran al nido por
primera vez, necesita una atención especial. Entrar en un lugar luminoso, con asientos
cómodos para la espera, plantas, fotografías y cuadros bien dispuestos provoca una
buena sensación. Es fundamental poner esmero en el impacto visual de esta zona, pues
en la entrada se muestra al público el estilo y los valores del centro educativo. Debemos
pensar qué mensaje queremos transmitir. Pero cuidado, demasiados avisos en las
paredes puede crear una sensación de comunicación burocrática y de confusión. La
impresión que se recibe al entrar en un nido es también acústica por lo que tenemos que
hacer lo posible para controlar el nivel de ruido.
2. El mobiliario
Una buena organización y disposición del material del juego es esencial para
permitir a los educadores ejercitar el papel de facilitar la actividad de los niños, el
material debería estar colocado en estantes abiertos, a fin de que los niños puedan coger
por sí mismos los objetos que les interesan o en su caso pedirlos.
Otro elemento importante es tener asientos para los adultos donde se puedan
sentar cómodamente a charlar o tener en brazos a algún niño.
Según las dimensiones y la forma de la habitación habrá más o menos
posibilidades de colocar los muebles. Los más pequeños pueden servir por ejemplo para
dividir los ambientes. Para asegurar el éxito del espacio en el aula se debe dar la
sensación de amplitud pero con rincones confortables. Hay que ser selectivos respecto a
la cantidad de objetos colgantes o puestos en las paredes, para que no resulte caótico.
Las ventanas deben estar limpias y sin adornos para dejar pasar la luz.
Comprometer a los niños en el cuidado y mantenimiento del espacio
Mantener el orden en el aula es uno de las tareas esenciales de los educadores en
su papel de organizadores. Ordenar discreta y constantemente pidiendo la contribución
de los niños cuando sea posible, es mucho más eficaz que dejar que la sala llegue a ser
caótica para después ordenarlo todo de golpe. Si bien, es verdad que el que los niños
adopten ese hábito requiere más esfuerzo del personal que el hecho de que los adultos lo
hagan todo solos rápidamente.
Cómo organizar el aula de los más pequeños
El aula de los más pequeños debe combinar amplitud con la intimidad, dejando
la posibilidad de moverse libremente a aquellos que ya lo hacen solos y a la vez un área
tranquila para los que todavía no son capaces de hacerlo. El ambiente general del aula
para esta edad tiene que dar la posibilidad de una actividad motriz global.
Los colchones son imprescindibles para los niños cuando empiezan a
mantenerse sentados con o sin apoyo; pero apenas comiencen a hacer tentativas de
andar, necesitarán una superficie estable.
El acceso directo a un área externa cubierta o a un jardín es una gran ventaja. El
jardín para los niños de menos de dos años debería estar separado del resto para que
estén más protegidos de accidentes, pero sin ser del todo aislados.
Como en la sección de los más grandes, lo mejor sería establecer lugares
precisos para colocar los distintos materiales de juego aunque existe una diferencia, y es
que los niños de esta edad exploran y llevan consigo los objetos y después los dejan
caer donde estén cuando sean atraídos por un nuevo objeto. Pero tras mucho repetir y
pedir su ayuda para ordenar, los niños acabarán sabiendo dónde ha de ser colocada cada
cosa, y aprenderán a colaborar.
3. Cómo organizar el aula de los más grandes
En este caso lo mejor es que cada actividad se desarrolle siempre en el mismo
lugar. Esto da a los niños una sensación de seguridad y competencia. Para los grupos a
partir de dos años sugerimos las siguientes áreas:
El rincón tranquilo: para reposar, ojear libros, soñar... Aquí tenemos que
disponer de colchonetas, moquetas y cojines.
El rincón de la imaginación y de la ficción: este tipo de juegos puede realizarse
en cualquier lugar pero parece particularmente divertido sistematizar un “rincón
de la casa”. No es indispensable una estructura física que ocupe mucho espacio,
pero sí que el área forme un conjunto separado del resto. Puede separarse por
ejemplo con una especie de biombo o cortinas. En este rincón necesitamos una
mesa baja, varias sillas, una cocinilla, manteles, vasos, platos, etc. El
equipamiento debería ser auténtico y no de plástico para que los niños puedan
identificarlo con el de casa.
Juegos en la mesa: Se pueden usar para juegos de manipulación, con pastas u
otros alimentos, así como para otras actividades plásticas. En este caso es
importante para el mantenimiento de los objetos, conservarlos en cajones de
madera bajos y resistentes, no en las cajas de cartón en las que se venden.
Juegos en el suelo: Una superficie plana es necesaria para que los niños puedan
jugar con construcciones como torres, pistas de coches, una granja, etc. Cada
juego tiene que tener su caja puesta en el suelo. Es importante que este área este
delimitada para protegerla de las incursiones de otros niños. Además el grupo
debe estar formado por un número máximo de cuatro niños.
Pintura: Es imprescindible tener un caballete que pueda ser utilizado por los dos
lados y una buena colección de hojas cogidas en la parte superior con una pinza.
Si no disponemos de un suelo fácilmente lavables es necesario extender una tela
de nylon sobre el suelo.
Juegos con la arena: Los objetos para usar en este juego tienen que tener una
medida adecuada, no tienen que ser las palas y rastrillos para jugar en el exterior
sino más pequeños. Se puede jugar con la arena tanto seca como húmeda.
Debemos disponer de una cantidad suficiente para que los niños jueguen.
Juegos con el agua: La persona de referencia puede conceder a lo largo de toda
la jornada diferentes momentos para experimentar con el agua; por ejemplo,
cuando se lavan las manos, cuando visten a los muñecos, cuando riegan las
plantas, etc. Hay que tener cuidado de que no se mojen usando delantales,
subiendo las mangas, teniendo a mano toallas... También es imprescindible
observar la calidad del juego y eliminar los objetos que no son usados (también
para el juego de arena). Es interesante como juego bañar a los muñecos con
todos los utensilios que esto requiere. Algunos de los objetos más
recomendables son: tazas con asas, recipientes, latas con agujeros en la parte
inferior, inflones, tubos, objetos flotantes, piedras, etc.
Conclusión
A causa de las largas horas que los adultos y niños pasan en el nido, es
importante crear un ambiente confortable y agradable a la vista. Cuando los niños son
reagrupados por edad es más fácil disponer la sección en armonía con su desarrollo.
Una atenta programación es necesaria para asegurar el óptimo uso del espacio y para
4. evitar tensiones inútiles a los educadores. El material utilizado debe ser abundante,
elegido con el cuidado, fácilmente accesible, debe fomentar la iniciativa, el juego
autónomo y permitir a los adultos facilitar las actividades de los niños así como
dirigirlas.
CAPÍTULO 5: LOS MÁS PEQUEÑOS DEL NIDO
El equipo para los pequeños
En este capítulo se da una visión general de los más pequeños. Se habla sobre el
llanto, la alimentación, la movilidad y el equipo necesario para sus cuidados. A
continuación, se habla de los materiales de juego.
Los juegos para los más pequeños del nido
La mayoría de los adultos ha entendido hace tiempo que el objeto transicional,
que puede ser muy diverso, tiene un importante significado para el niño. Estos objetos
tienen que ser trataos con el cuidado adecuado y estar fácilmente accesibles. En las
escuelas se encuentran habitualmente juguetes de plástico que para el niño no tienen
demasiado significado. El personal debería hacer una buena selección de los objetos.
Material de juego para los niños más pequeños
El material que deberíamos ofrecer a este grupo de niños tendría que ser variado
para darles la posibilidad de experimentar el máximo posible, de explorar con la boca y
con las manos una amplia gama de formas y materiales. Cuando el presupuesto sea
limitado, los materiales pueden ser construidos por el personal del nido, los padres o
encargados a un negocio que no necesariamente esté especializado en juguetes.
Los objetos que describiremos a continuación propician la capacidad de
manipulación del niño que sabe ya estar sentado, produciendo un resultado que fomenta
la repetición y el ejercicio. Estos materiales tienen que ser resistentes y no tienen que
estropearse cuando el niño los usa:
El bloque de los cilindros: Se trata de un sólido bloque de madera que mide
aproximadamente 200x125x50 Mm, con seis agujeros donde encajar seis
cilindros de madera. Al principio el niño se divertirá cogiendo los cilindros,
llevándoselos a la boca, golpeándolos contra el suelo y agitándolos. Más tarde
estará en grado de recolocarlos en los agujeros.
El tubo Este juego ofrece al niño la experiencia del “está” y “no está”, y provoca
la sensación de repetición placentera del descubrimiento. Consiste en introducir
objetos (por ejemplo pelotas) por un tubo de no más de 125 Mm de altura con el
fin de verlos desaparecer y aparecer.
Cilindro y anillas: Puede fabricarse con un palo de madera y anillas para las
cortinas.
5. Los juguetes del tipo “¿qué hay dentro?”: Necesitamos distintos contenedores y
objetos que meter dentro.
CAPÍTULO 6: EL CESTO DE LOS TESOROS
El cesto de los tesoros es una de las maneras más eficaces para fomentar el juego
y el aprendizaje en los niños, una vez tenga la capacidad de permanecer bien sentados.
El primer objeto de juego de un bebé es el cuerpo de la persona que lo atiende; también
su propio cuerpo. Pero el niño necesita tener la oportunidad de jugar y aprender con los
objetos. Cuando un niño coge un objeto le produce placer agitarlo y golpearlo
enérgicamente. La coordinación ojo-mano-boca es un gran avance pero, como todas las
habilidades, para ser desarrollada se necesita la oportunidad de ejercitarla.
Calidad y variedad en el juego infantil
El periodo en el que un niño empieza a sostener sentado supone una nueva
pequeña etapa de su autonomía, peto también suele ser acompañado de molestias. La
explicación más usual es la dentición, y generalmente puede ser verdad, pero puede ser
también que el niño simplemente se esté aburriendo. Las personas que lo cuidan, no
pueden prestarle su atención continuamente, aunque parece que el niño permanece en
espera de que suceda algo nuevo. Tiene razón en lamentarse: Es justamente la reacción
de insatisfacción que muestran los bebés por los juegos normalmente limitados y poco
interesantes que le son propuestos. Para ello ha sido creado el “cesto de los tesoros”.
Sabemos que el cerebro del bebé se desarrolla rápidamente en respuesta a los
estímulos que provienen del ambiente a través de los sentidos. Sabemos también que el
cerebro de forma autónoma se busca esos estímulos. El cesto de los tesoros ofrece una
rica variedad de objetos comunes elegidos para estimular todos los sentidos.
Ninguno de los objetos que forman parte del cesto de los tesoros se define como
un juguete y la mayor parte de ellos se pueden encontrar en casa. El contenido del cesto
ha sido seleccionado en gran medida mediante la observación de las preferencias de los
niños en cuanto a objetos, que en muchas ocasiones son aquellos que, estando sentados,
ven a diario pero no pueden alcanzar.
Descubrimiento y concentración
Si observamos atentamente a un niño cogiendo objetos del cesto de los tesoros,
notaremos cuantas cosas distintas hace: mirar, tocar, agarrar, chupar, pasárselo por los
labios, lamer, agitar, batir, recoger, dejar caer, seleccionar o descartar... Haciendo todas
estas cosas los niños hacen descubrimientos relativos al peso, a las dimensiones, a la
forma, a la consistencia, al sonido, al olor...
Más adelante cuando tienen la capacidad de moverse solos parece que dicen
“qué puedo hacer con este objeto”. Entonces se abren nuevos horizontes de actuación.
Cómo se desarrolla la capacidad de tomar decisiones
La capacidad de elegir con inteligencia que ha de ser proporcionada a los niños
más pequeños, obviamente en modo apropiado a la fase de desarrollo y al bagaje que
posean. Cuando les ofrecemos el cesto de los tesoros les proporcionamos la posibilidad
6. de tomar decisiones.
La posición mejor estar sentado de lado (no más de tres niños alrededor del
cesto), de forma que cada uno pueda apoyar su codo en el borde del cesto y pueda
estirar la mano para alcanzar fácilmente el interior.
El papel del adulto
Quizá una de las cosas que inicialmente pueden resultar más difíciles para el
adulto es el no intervenir, sino estar tranquilos y atentos. Pero cuando nosotros por
ejemplo estamos concentrados en una actividad tampoco nos gusta que nos distraigan.
El adulto debe proporcionar seguridad pero sobretodo observar lo que hace el bebé.
Una labor importante de los educadores es seleccionar los objetos, mantenerlos
limpios y sustituirlos regularmente con otros nuevos. A diferencia de un objeto
comprado que permanece en el lugar hasta que no se usa más o se rompe, el cesto de los
tesoros debe ser constantemente renovado. Una comparación de este juego con el
mundo adulto sería un tablón de anuncios en el trabajo, el cual se utiliza activamente
para transmitir información, añadiendo frecuentemente nuevos mensajes y eliminando
aquellos viejos, consultándola cada mañana, a la espera de encontrar algo nuevo e
interesante.
Hacia un estadio sucesivo
Los bebés consiguen la capacidad de moverse autónomamente en el espacio en
tiempos muy diversos unos de otros. La movilidad abre la posibilidad a muchos tipos de
exploración y es en esta fase cuando poner y quitar los objetos dentro y fuera de un
contenedor llega a ser una de las actividades en las que más se ocupan.
Indicaciones para el uso del cesto de los tesoros
1. El cesto no debe ser inferior a 35 cm de diámetro y 10-12,5 cm de altura. Debe
tener fondo plano y resistente. Debe estar hecho de material natural, no plástico.
2. Ha de llenarse el cesto hasta el borde con objetos que den al bebé muchas
oportunidades de elección.
3. Asegurarse de que el niño esté cómodamente sentado (si es necesario con un
cojín de apoyo).
4. El adulto tiene que sentarse allí cerca, sin hablar, ni intervenir a menos que el
niño llame claramente su atención.
5. El cesto tiene que ser continuamente renovado con la introducción de objetos
nuevos.
6. La manutención de los objetos es imprescindible. Han de ser lavados o
eliminados en caso de estar dañados.
7. Si hay presentes niños más grandes es conveniente crear un espacio seguro para
los que utilizan el cesto.
Objetos aconsejados para el cesto
Ninguno de los objetos aconsejados es de plástico ni comprado: Son
mayoritariamente usados cada día por los adultos en todas las casas. El objeto es ofrece
el máximo de interés a través de:
El tacto: consistencia, forma, peso...
7. El olfato: variedad de olores.
El gusto: ámbito más limitado pero posible.
El oído: diferentes sonidos.
La vista: color, forma, longitud, brillo...
La sensación del cuerpo en movimiento.
Materiales:
Objetos naturales (piñas, conchas, castañas, plumas...)
Objetos de materiales naturales (madeja de lana, cepillo de dientes, brocha de
afeitar...)
Objetos de madera (cuchara, anillas de cortinas...)
Objetos de metal (cucharas, juego de llaves, triángulo musical...)
Objetos de piel, tejidos, goma y pelo
Papel y cartón