3. Los padres debemos estructurar
y organizar nuestras familias de manera
tal que todos los que la integran, sean
felices y se desarrollen sanamente
Las áreas en las que deben existir normas y
límites son:
Espacios físicos de la casa
Rutinas y horarios
Deberes y derechos de cada miembro de la familia
4. En la familia el niño debe
aprender hábitos sanos de
convivencia con los demás, y la
autodisciplina necesaria para
lograr lo que se propongan
Los padres, de común acuerdo deben
delimitar cuáles reglas y rutinas les
gustaría tener en su familia de acuerdo
a su estilo personal y a las necesidades
de los hijos
5. Existen diferentes estilos de Crianza:
1.Autoritario
2.Permisivo
3.Negligente
4.Sobreprotector
1.Democrático
¿Cuál estilo de Crianza Utilizan
Ustedes en Casa?
6. Autoritario
En él los padres no se contienen en el justo y razonable control exigido
para la convivencia, sino que pretenden modelar la conducta de los hijos
de forma rígida e indiscutible.
Imponen el acatamiento ciego a su autoridad y valoran ante todo la
obediencia, el orden y la entrega a las tareas asignadas. Incluso recurren
a castigos en caso de desvío.
La comunicación de padres a hijos es cerrada; no abierta y recíproca. Este
estilo nace con frecuencia de la necesidad, a veces inconsciente, que los
padres tienen de compensar sus frustraciones o complejos, dominando a
alguien más débil.
Los hijos sufren este trato injusto, que tiene efectos negativos en su
socialización. Se vuelven más pasivos e inseguros; se autoestiman menos y
tienen menor proyección social; sufren carencia de autonomía y de
creatividad.
7. Permisivo
Los padres, llevados por su timidez o amor mal entendido, evitan en lo posible el
uso de su autoridad, así como el recurso a restricciones o
castigos.
Mantienen actitudes de tolerancia ante los impulsos de los hijos, incluso hacia sus
excesos o manifestaciones de agresividad. Bajo el pretexto de que no hay que
reprimir a los niños, se inhiben, no usan de su autoridad y regulan poco sus
actividades.
Les dedican afecto, pero no les exigen perfección y responsabilidad en sus tareas,
ni mucho menos los castigan.
La permisividad no deja de ampliar sus límites y al llegar a ciertos extremos los
padres ya no son capaces de reconducir la educación de sus hijos.
Por ello acaba teniendo efectos negativos sobre la socialización pues falla en
inculcar el autocontrol ante los impulsos agresivos, en estimular el vigor o en
persuadir la responsabilidad, tan necesarios para conquistar la autonomía
personal.
8. Sobreprotector
En él los padres hacen muy intensa la relación con los
hijos. Están cerca de ellos. Los consideran muy débiles y
expuestos a todos los peligros. Sé obsesionan por su
salud y por el riesgo de los malos amigos.
Por ello siguen de cerca todos sus pasos. Los aconsejan
sin cesar, y llegan a pensar o incluso decidir por ellos.
Acaban imponiéndoles un ritmo de vida artificial,
confeccionado desde sus criterios y prevenciones.
Para compensar el ahogo a que los someten, los colman de
atenciones, los alaban, se anticipan a sus necesidades, les
satisfacen sus deseos.
La súper protección asfixia la iniciativa y autonomía del
niño, puede prolongar su infantilismo hasta muy tarde. En
su dimensión afectivo-sexual seguirá buscando
protección en el otro sexo. En su proyección socio laboral
seguirá añorando el mundo pequeño y seguro del hogar.
9. Democrático
Las padres son conscientes de sus derechos y deberes, así como de los derechos y
deberes de los hijos. Perciben las necesidades y deseos de éstos y procuran
responder a ellos, pero a la vez inculcan a los hijos la aceptación de las propuestas
razonables de los padres.
Estos establecen reglas claras y pueden acudir a mandatos y castigos, pero sólo
cuando es necesario y razonándolos. Combinan el control con el estímulo de la
autonomía e iniciativas del hijo.
La comunicación entre padres e hijos es frecuente, abierta y recíproca. Los padres
se distribuyen armónicamente los roles en el hogar. Cada uno aporta lo que los hijos
esperan: "El niño espera amor de su madre. De su padre espera sobre todo autoridad.
Amor materno y autoridad paterna son dos fundamentos indispensables en el buen
equilibrio de las relaciones familiares" (Erich Fromm).
Este estilo es positivo para la socialización y genera menos conflictos, pero exige
gran compromiso paterno y una intensa implicación afectiva. Favorece la autonomía, la
iniciativa, la autoestima y la responsabilidad de los hijos. Estos son menos agresivos,
más confiados y sociables. Por ello es positivo para la socialización.
10. Los ejes centrales de la
educación de los hijos son:
Límites y Afecto: debemos trasmitir a nuestros hijos
que los amamos incondicionalmente y que en función de
este cariño, es que les ponemos ciertas reglas.
Ejemplos:
“Deja de pelear con tu hermano, aprende a solucionar los
problemas hablando; así aprenderás a llevarte bien con los
demás”
“ Debes comerte esta sopa de verduras, porque es
necesaria para que crezcas bien”
11. Las reglas son para cuidar y encauzar a nuestros
hijos, no para “doblarles la mano” y ganar una lucha
por la autoridad.
Las reglas no deben ser secretas ni cambiantes. Hay
que decirle al niño claramente el camino a seguir.
Así el niño sabrá lo que se espera de él
• El castigo se usa cuando el método educativo no ha
sido eficiente
•A veces se castiga al niño sin decirle lo que
debía hacer
12. Hay que tomar en cuenta la edad
A los 2 años los niños hacen muchas cosas inadecuadas,
porque aún no saben que no hay que hacerlas.
Ejemplo: Pintar la pared o Recortar el mantel
Alternativas al Castigo:
1. Toda pedagogía moderna recomienda que los niños
aprendan por LAS CONSECUENCIAS NATURALES, de
su conducta
2.El objetivo a largo plazo, es que los niños
autocontrolen su conducta, y no solo lo hagan para
evitar el castigo.
13. ¿Cómo lograrlo?
1. Exprese sus sentimientos: “Me dio tristeza que me rompieras
mi planta”
2.Darle un tiempo para reflexionar: “Ve a tu cuarto y piensa si
lo que hiciste estuvo bien o no”…que él autoevalúe su conducta
3.Estimúlelo a pensar Cómo reparar su error: “piensa cómo
podría conseguirme otra planta”…Esto crea la capacidad de buscar
soluciones.
4.Quitar beneficios: A veces puede ser más eficiente para
inhibir ciertas conductas: el no dejarlo ver un programa favorito
de TV.
Es mejor sancionarlos lo menos posible y buscar extinguir las
conductas negativas no prestando atención a ellas.
14. ¿Cómo desarrollar conductas positivas?
1. Recompensar sistemáticamente las conductas
positivas y no atender solamente a las conductas
inadecuadas
2.Debemos modelar con nuestro ejemplo, las
conductas que deseamos desarrollar
3.Propóngales actividades para que se entretengan,
enséñelos a buscar entretención.
“Al estar aburridos, los niños tienden a
portarse mal”
15. ¿Cómo Desarrollar Hábitos Sanos?
“Establezca rutinas sanas, estables y
claras y hágalas cumplir”
Hábitos de alimentación
Hábitos de Sueño: en edad preescolar necesitan dormir entre 12 y 14
horas diarias.
Si se acostumbran a dormir con los papás será muy difícil modificar el
hábito.
Hábitos de TV: tiempo moderado (1 hora al día)
Hábitos de Orden: El niño de 3 o 4 años ya puede ordenar lo que usa al
jugar, enséñele gradualmente.
Hábitos de Disciplina y Responsabilidad: Le dan autonomía
16. Los niños necesitan que toda orden
lleve una dirección
Es mejor decir:
“Por favor recoge tus juguetes que tiraste,
recuerda que tu cuarto tiene que estar
arreglado”
En lugar de:
“Recoge tu mugrero”
El “Límite a los límites” es el
respeto al niño. La violencia
física y psicológica están
contraindicadas”
17. • Ser violento es pegarle al niño
• Ser violento es decirle, “eres tonto”, “eres inútil”, “no sabes
hacer nada”…
• Si está muy enojado con su hijo, no lo enfrente de
inmediato; utilice el autocontrol.
•Personas normales pueden llegar a ser muy violentas
• Los niños cansan a veces y provocan mucha irritabilidad en
los padres. Tenga cuidado
• Si usted es un padre al que le cuesta trabajo poner límites
a sus hijos, por temor a dañarlos , tranquilícese
18. Los niños necesitan límites.
Les hacen bien, si estos son dados
con una base de afecto
incondicional, y sin violencia, pero
con firmeza, no se sienta
culpable, al niño no se le bajará
su autoestima. Al contrario lo
formará sanamente