1) Joaquín Costa describió el régimen político de la España de finales del siglo XIX como una oligarquía caciquil donde unas pocas personas controlaban el poder y los caciques dominaban territorios a través de clientelismo. 2) Este sistema corrompía la administración y la justicia y evitaba que los mejores pudieran acceder a cargos. 3) Costa criticó que este régimen seguía vigente más de un siglo después y señaló sus similitudes con la situación actual.
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Oligarquía y caciquismo
1. ALGUNAS PRECISIONES
IMPRESCINDIBLES:
Oligarquía: forma de gobierno en la que el
poder está en manos de unas pocas personas.
En la antigua Grecia empleaban el vocablo
para designar la forma degenerada y negativa
de la aristocracia (literalmente, gobierno de los
mejores).
2.
3. El caciquismo es una forma distorsionada de gobierno
donde un líder político tiene un dominio total de los
habitantes de un determinado territorio, ejercido en
forma de clientelismo político. El cacique es un hombre
económicamente poderoso e influyente que se encarga
de dirigir el voto en función de sus intereses.
• El aragonés Joaquín Costa afirmaba en 1.898 que el
régimen político existente – hace más de un siglo-
en la España de la “Restauración” (llamada también
“la España del Regeneracionismo”) era un régimen
oligárquico y caciquil, y atribuía a tal forma de
gobierno todos los males de nuestra nación.
4. Afirmaba Joaquín Costa, con absoluta rotundidad, que
"no es nuestra forma de gobierno un régimen
parlamentario, viciado por corruptelas y abusos,…
sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que
no moderado, por instituciones aparentemente
parlamentarias." (El parecido con la actual realidad
española no es simple coincidencia…)
“Este régimen caciquil que, adopta una forma de
monarquía parlamentaria, en vez de
subordinarse los elegidos a los electores, son
éstos lo que están sometidos a los elegidos.
Además, tampoco la ley contempla o considera
de forma ecuánime a todos los ciudadanos.”
5. Según Joaquín Costa, los
elementos que definen la
oligarquía son los siguientes:
• Primero.- Los oligarcas, los llamados
primates, prohombres o notables de
cada bando, que forman su "plana
mayor", residentes ordinariamente en
el centro.
6. Segundo.- Los caciques, de primero,
segundo o ulterior grado,
diseminados por el territorio.
Tercero.- El gobernador civil, que les
sirve de órgano de comunicación y de
instrumento.
7. Joaquín Costa diferencia entre el cacique, hombre más
influyente de la comarca, con enorme capacidad de
control político, social y económico y base del sistema
caciquil y el oligarca, el político profesional de la
nación que se apoya en los caciques para ejercer su
poder. El cacique realiza el trabajo sucio mientras el
oligarca ejerce de delincuente de cuello blanco...
Según Joaquín Costa, "en las fechorías, inmoralidades u otros
crímenes que forman el tejido de la vida política de nuestro
país, el oligarca es tan autor como el cacique, como el
funcionario, como el alcalde, como el agente, como el juez, e
igualmente culpable que ellos; pero no he dicho bien: esa
culpa es infinitamente mayor, y sería si acaso el instrumento o
el cacique quien tendría moralmente razón para negar el saludo
al personaje o al ministro, que fríamente y a mansalva armó su
brazo, haciendo de él un criminal cuando pudo y debió hacer
de él un ciudadano."
8. El régimen caciquil descrito por Joaquín Costa posee
otra característica: un elitismo perverso que, impide
"la circulación de las elites"; en el régimen caciquil los
más capaces y los mejor preparados son apartados,
"es la postergación sistemática, equivalente a
eliminación de los elementos superiores de la
sociedad, tan completa y absoluta, que el país ni
siquiera sabe si existen; es el gobierno y dirección de
los mejores por los peores; violación torpe de la ley
natural, que mantiene lejos de la cabeza, fuera de todo
estado mayor, confundida y diluida en la masa del
rebaño servil, “servum pecus”, la elite intelectual y
moral del país, sin la cual los grupos humanos no
progresan, sino que se estancan, cuando no
retroceden."
9. En la España caciquil, los oligarcas se reparten el país
por áreas de influencia política. Cada oligarca disfruta
de su correspondiente feudo-taifa. Los oligarcas se
agrupan en asociaciones o “bolsas de empleo”
llamadas partidos políticos y hacen como que
deliberan en las Cortes. En España más que Cortes y
partidos políticos existe una caricatura de ambas
cosas. Los grupos políticos no responden más que a
intereses pasajeros y provisionales personales y
particulares de grupos de interés (lobbys, o grupos de
presión se denominan hoy)
Por lo demás, el parlamento no representa a la nación.
Las elecciones son organizadas por los que realmente
gobiernan para obtener el resultado electoral
apetecido…
10. • Pero añade aún más:
• J. Costa no condena el “la existencia de la
régimen parlamentario oligarquía política
sino su corrupción compromete la unidad
oligárquica. En España, de España y fomenta el
afirmaba, hay dos secesionismo político y
gobiernos: uno territorial. Para que
fantasmal, el sistema de subsista España como
monarquía Estado nacional es
parlamentaria, con preciso que
constitución y desaparezca la
elecciones y otro el oligarquía. La
real, efectivo y esencial oligarquía
que es el caciquismo desnacionaliza
oligárquico. España”. ¿No les
resulta especialmente
“familiar” la cuestión?
11. El caciquismo y la oligarquía política descritas afectan
también, ¡cómo no! a la Administración de Justicia,
consiguiendo así una justicia corrupta y llena de
parcialidades y partidismos caciquiles.
• El sistema seudo
parlamentario • Los diputados
denostado por Joaquín representan a las
Costa, posee mayorías diversas facciones
y minorías que son, al dentro de la oligarquía.
fin y al cabo, parte de Por ello el consenso es
un único partido fácil entre todos los
gobernante. La oligarcas o caciques.
representación es
inexistente de facto.
12. Igualmente llamativa (plenamente de actualidad en la
España del siglo XXI) es la terrible acusación contra
las universidades españolas y contra sus funcionarios,
los catedráticos como principales valedores
ideológicos del bastardo régimen de la Restauración:
"Gran parte de la culpa alcanza a las Universidades: lo que
sobre organización política de España enseñan a la
juventud es un solemne embuste de la Gaceta (Boletín
Oficial del Estado): … Los catedráticos, con alguna rara
excepción quizá, son los principales responsables de que
se perpetúe ese convencionalismo criminal que ha
postrado a la nación y la tiene en trance de expirar."
13. Otra consecuencia del régimen
oligárquico es la ausencia de una
ciudadanía madura moral y
políticamente: "España, como Estado
oligárquico que es, no puede tener
ciudadanos conscientes; electores, ni,
por tanto régimen parlamentario, y
porque no puede tenerlos no los tiene.”
Como el pueblo español carece de
madurez política, el sufragio universal
también es una ficción…
14. De sus críticas tampoco se libran los medios
de comunicación, la prensa dice Joaquín
Costa, es responsable de la postración de
España.
• El periodismo hace que • Y así ha resultado que
los ciudadanos eso que llamamos
renuncien a su facultad opinión…se forma en
de pensar por sí las redacciones de dos
mismos. Como la o tres periódicos.
prensa está en manos • La renovación de la
de oligarcas, entonces prensa pues, es algo
la prensa es que se impone, que
sumamente perjudicial urge para Joaquín
para el pueblo español. Costa forzosamente.
15. El diagnóstico de Joaquín Costa
respecto del régimen salido de la
Restauración Borbónica de 1876 puede
serle igualmente aplicado al régimen de
la Restauración de 1978. El
parlamentarismo de la Restauración se
ha convertido en un parlamentarismo de
partidos. Los partidos no tienen
estructura democrática. Son órganos del
Estado. Están subvencionados por el
Estado y están fuera del control de los
ciudadanos.
16. • La corrupción se ha • Los ingredientes de esa
instalado como forma oligarquía son los
de gobierno en España. partidos y su
El actual régimen se articulación
podría afirmar sin gubernamental,
exageración que es un parlamentaria, judicial,
Estado corrupto. No es autonómica y local.
posible ejercer castigo Esta oligarquía posee
electoral frente al en torno a sí
gobernante corrupto. organizaciones
Existe una especie de satélites: asociaciones,
servidumbre voluntaria ONGs., sindicatos, etc.
del electorado. Además, Las subvenciones
las personas de los estatales
partidos se pueden cuidadosamente
sustituir, los partidos concedidas impiden
no. cualquier tentación de
independencia y de
“ataque” al régimen.
17. Generalmente, en las elecciones nada se decide. Los
programas de los partidos se parecen cada vez más, y
por tanto las elecciones no responden a la voluntad
popular. Las elecciones adquieren cada vez más un
creciente carácter plebiscitario y se convierten en un
acto de adhesión inquebrantable al régimen. Los
electores se identifican sentimentalmente con el jefe
del partido. La voluntad popular es una retórica vacía e
incluso cínica, que expresa el dominio absoluto de los
partidos sobre las instituciones y la sociedad. Estos
partidos designan los candidatos y se reparten el
poder institucional del Estado así como sus territorios
siguiendo cuotas electorales. El sistema lo deciden las
direcciones de los partidos políticos.
18. El sistema caciquil-oligárquico ha corrompido,
también, a la función pública. El carné político
ha desplazado al mérito y la competencia
profesional en sectores tan vitales para el
porvenir como la enseñanza y la sanidad, las
empresas públicas, y las administraciones, el
Estado y las autonomías. En el terreno de la
enseñanza (entre otras cosas) se ha destruido
el bachillerato y se ha promovido la
clientelización de la universidad. Esta
corrupción, la del saber es la más duradera.
19. En este paripé de régimen parlamentario, las
Cortes ejercen casi de convidados de piedra.
Las principales decisiones las adoptan los
jefes de los partidos en reuniones secretas
(asesorados por los diversos grupos de
presión) y en negociaciones al margen del
parlamento. Una vez concluidos los acuerdos,
el parlamento escenifica el acuerdo con una
votación. Es por tanto el parlamento cámara de
manifestación no de reunión ni de debate. El
partido gobernante controla el poder
legislativo y el ejecutivo, y el poder judicial a
través del Consejo General del Poder Judicial y
mediante el Tribunal Constitucional. No hay
división de poderes…
20. CACIQUISMO Y
MEDIOCRIDAD INOPERANTE
ACTIVA
• España es una meritocracia a la inversa. El actual
régimen político selecciona a los peores y prescinde de
los mejores individuos, de las personas componentes de
la sociedad española. En el régimen caciquil oligárquico
sólo triunfan los peores…
• Para que “triunfen los peores” es imprescindible que
esté presente lo que los psiquiatras y psicólogos
denominan “trastornos de mediocridad”,el defecto, la
ausencia, o inhibición de la presión por la excelencia, en
sus varios grados de intensidad.
21.
22. La forma más severa de mediocridad es la
denominada mediocridad inoperante activa
(MIA), es la forma más maligna, con
exacerbación de las tendencias repetitivas e
imitativas, exagerada apropiación de los
signos externos de creatividad y excelencia,
ansia de notoriedad que puede llegar hasta
la impostura, (pretender ser algo que no se
es) y, sobre todo, intensa envidia hacia la
excelencia ajena, lo cual procura boicotear,
o incluso destruir por todos los medios a su
alcance.
23. Mientras que el mediocre simple sigue
razonablemente las directrices predominantes, sin
esforzarse más allá de las mínimas exigencias
externas, en este segundo tipo están presentes
elementos pasivo- agresivos. Al darle todo igual, al
traerle al fresco todo o casi todo, y no distinguir lo
bello de lo feo, ni lo bueno de lo malo, el mediocre
inoperante no siente inclinación por propiciar
progresos de ningún tipo, y todo aquello en lo que
interviene está condenado al estancamiento.
24. El mediocre inoperante produce y estimula maniobras
repetitivas e imitativas, es más proclive al consenso que
al descubrimiento, y prefiere lo trillado a lo innovador.
En la mayoría de los casos, esta patología psicosocial
no tiene grandes repercusiones sociales, excepto
cuando el mediocre inoperante ocupa puestos clave o
de cierta responsabilidad (el mediocre inoperante suele
estar bastante satisfecho de su inoperancia o pseudo
creatividad, siendo las personas de su alrededor
quienes sufren las consecuencias de sus actos) la
organización que tiene la triste fortuna de tener a un
mediocre inoperante en cabeza, empieza pronto a dar
muestras de parálisis funcional progresiva,
generalmente acompañada de hiperfunción burocrática,
con la que se intenta disimular la falta de operatividad…
25. El MIA (Mediocre Inoperante Activo)
que tiene algún poder en puestos
burocráticos tiende a generar grandes
cantidades de trabajo innecesario, que
activamente impone a los demás,
destruyendo así su tiempo, o bien
intenta introducir todo tipo de
regulaciones y obstáculos destinados a
dificultar las actividades realmente
creativas/productivas.
26. Mientras que las formas menores de
mediocridad inoperante presentan
simplemente incapacidad para valorar
la excelencia, el MIA procura además
destruirla por todos los medios a su
alcance, desarrollando sofisticados
sistemas de persecución y
entorpecimiento. Ni que decir tiene que
entre estas formas de actuación
destructiva se encuentra lo que se
denomina “mobbing” o acoso
institucional…
27. Cualquier organización gobernada por Mediocres
Inoperantes Activos (o sea, “estúpidos”) acaba padeciendo
miedo, odio y deseos de venganza… En una comunidad
en la que existe temor (el miedo es siempre absolutamente
alienante, por más que algunos digan que “el miedo es
libre”) todos sus miembros están procurando siempre
proteger sus espaldas… y cuando se les ocurren ideas
para mejorar o ayudar a la comunidad, se retraen por
miedo y no las suelen expresar… cuando la gente no se
siente bien tratada, casi nadie está dispuesto a hacer
ningún “esfuerzo extra”, o implicarse de manera especial…
Cuando la gente tiene el convencimiento de que quienes
gobiernan son gente estúpida, pocas veces está nadie
dispuesto a “dejar lo que en ese instante está haciendo,
para ayudar…”
28. En fin,… como decía Walt Whitman:
“Rechaza todo aquello que insulte a tu
alma”, es preferible evitar por todos los
medios pasar tiempo junto a gente estúpida,
vivir junto a ellos, soportar sus acciones
desagradables, para evitar ser
“envenenados por estupidez”…
La pregunta obligada es ¿Por qué es tanta
la gente que aguanta, tolera, justifica e
incluso alaba,elogia el comportamiento
denigrante de otras personas?