Una subcultura se define como un grupo con comportamientos y creencias distintas a la cultura dominante. Pueden formarse por edad, etnia, género u otras cualidades. A menudo se oponen a los valores dominantes pero no siempre de forma radical. Algunas subculturas comparten gustos como la música. Una contracultura se caracteriza por valores que chocan con la sociedad, como el movimiento hippie de los años 60 que se oponía a la sociedad de consumo.
2. El término subcultura se usa en sociología, antropología y estudios
culturales para definir a un grupo de personas con comportamientos y
creencias que les diferencia de la cultura dominante de la que forman
parte. se puede formar a partir de la edad, grupo étnico, genero con
cualidades que pueden ser estética, políticas, sexuales, etc.
3. Se definen a menudo por su oposición a los valores de la cultura
dominante a la que pertenecen, aunque no siempre se produce una
oposición entre la subcultura y la cultura de una manera radical.
Algunas de las subculturas son simplemente grupos de adolescentes
con gustos comunes, como por ejemplo los emo.
4. En 1950, el teórico David Riesman distinguía entre una mayoría,
«que pasivamente aceptaba estilos y significados provistos
comercialmente, y una "subcultura" que buscaba activamente un
estilo minoritario» (el hot jazz en aquella época) y lo interpretaba de
acuerdo a valores subversivos. En los últimos años se ha
considerado como una adopción de personalidad pero no está
completamente comprobado. Es necesario observar que el
interaccionismo simbólico es fundamental en una subcultura.
5. Los miembros de una subcultura señalarán a menudo su pertenencia a la
misma mediante un uso distintivo y estilo. Por tanto, el estudio de una
subcultura consiste con frecuencia en el estudio del simbolismo asociado a la
ropa, la música y otras costumbres de sus miembros, y también de las formas
en las que estos mismos símbolos son interpretados por miembros de la cultura
dominante. Si la subcultura se caracteriza por una oposición sistemática a la
cultura dominante, entonces puede ser descrita como una contracultura.
Hippies con el símbolo de
la paz
6. CONTRACULTURA
La contracultura son los valores, tendencias y formas sociales que
chocan con los establecidos dentro de una sociedad. El término fue
acuñado por el historiador norteamericano Theodore Roszak en su
libro de 1968 «El nacimiento de una contracultura.»
7. Aunque hay tendencias contraculturales en todas las sociedades, el
término contracultura se usa especialmente para referirse a un
movimiento organizado y visible cuya acción afecta a muchas personas
y persiste durante un período considerable. Así pues, una contracultura
es la realización, más o menos plena, de las aspiraciones y sueños de
un grupo social marginal. Podemos considerar ejemplos como el
romanticismo del siglo XIX, la bohemia que se inicia en el siglo XIX y
dura hasta hoy, la Generación Beat norteamericana de los años
cincuenta, los movimientos contraculturales de los sesenta, influidos por
la Generación Beat, el movimiento hippie nacido en los años 60 en
Estados Unidos de América y el movimiento punk de finales de los
setenta hasta hoy.
12. La palabra puede entenderse en dos sentidos: por una parte,
constituye una ofensiva contra la cultura predominante; por otra
parte, es una "cultura a la contra" que permanece al margen del
mercado y los medios de formación de masas.
Roszak acuñó el término en 1968 para referirse a la actividad
rebelde de la juventud de los años 60 y sus mentores ideológicos.
13. Los grandes iniciadores de la revolución contracultural fueron los beatniks:
Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs, forjadores de la
identidad inconformista y, a la postre, cimientos del movimiento hippie. En la
segunda mitad de los sesenta Timothy Leary, Ken Kesey, Alan Watts y
Norman O. Brown, entre otros, desarrollaron la teoría y praxis contracultural,
convirtiéndose en cabezas visibles del movimiento. Una manifestación
contracultural es el cómic underground, surgido en Estados Unidos, y cuya
influencia se hizo sentir en otros países, como España. Tampoco la música
pop de la época se entiende sin este contexto intelectual y social: la cantante
de blues Janis Joplin fue el símbolo femenino de la contracultura de los
sesenta, y otros artistas muertos en plena juventud, como Jimi Hendrix y Jim
Morrison, fueron considerados también como mártires e iconos del
movimiento.