Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Autismo infantil
1. Autismo Infantil
Es una de las enfermedades del desarrollo mental y la esfera
afectiva del niño, más graves y preocupantes, que enfrentan
algunos. Puede iniciarse desde que el niño es muy pequeño y
probablemente desde su nacimiento.
Se define fundamentalmente como una deficiencia de comunicarse
con el mundo que lo rodea, que manifiesta el niño en su desarrollo.
El desarrollo emocional también está afectado, respondiendo los
niños a los dolores o estímulos físicos más que a los requerimientos
verbales o caricias de sus padres u otros niños.
Otra característica de esta enfermedad son las anomalías del
desarrollo del lenguaje y los movimientos o rutinas
repetitivas. Si bien es cierto que los niños presentan la
enfermedad desde el nacimiento, los padres raramente, lo
descubren o notan los primeros síntomas antes de los 2 años.
Su causa es desconocida y su frecuencia es de 1 por cada 3 a
5.000 niños.
Estos niños se pueden detectar por una falta absoluta o
importante del lenguaje a la edad en que otros niños ya se
comunican correctamente. Igualmente la comunicación que
otros niños hacen para compensar la falta de lenguaje
2. tampoco está presente (gestos, o llevar a los padres al objeto
requerido.
Tienen una especial predilección por aislarse en juegos o
entretenciones propias, las que frecuentemente son repetidas
una y otra vez (movimientos de la cabeza, balanceo del
cuerpo, o agrupar objetos por forma y color una y otra vez).
Son aficionados a la música y a repetir ruidos y rechazan en
forma exagerada el contacto con los adultos u otros niños,
demostrando indiferencia o claramente haciendo pataletas de
desagrado. En los casos más avanzados, evitan el ser tocados
y puede ser muy difícil relacionarse con ellos.
Es una enfermedad crónica, que, sin embargo puede atenuarse
en forma importante al ser tratada y controlada por
especialistas que incluso pueden evitar la profundización de
las conductas autistas. Si su hijo presenta alguna de las
características anteriores, no dude en hacérselo saber a su
médico. Puede que necesite llevar al niño a un especialista.
El autismo puede manifestarse desde el primer año de vida y
afecta a una proporción de niños del 0,5 al 2 ó 3 por mil
según diferentes estudios, con una incidencia mayor hacia
niños que hacia niñas. Los niños autistas tienen dificultades
en las habilidades empáticas, son incapaces de percibir los
estados emocionales de los demás y tienden a actuar de forma
mecánica repitiendo rígidamente esquemas aprendidos.
3. Características del niño autista infantil
La característica más
sobresaliente es una mirada
que no mira pero que
traspasa. La clínica varía
dependiendo de la etapa del
desarrollo evolutivo en la que
nos encontremos. Así en el
lactante nos encontramos con
un balbuceo monótono del
sonido, balbuceo tardío,
parece no preocuparse de la
gente o del entorno, no
importándole tampoco ni la
comida ni el contacto.
Permanece rígido sin lenguaje gestual ni imitación del adulto. No
sigue a la madre y puede entretenerse mucho con un solo objeto sin
llegar a entender para qué sirve. No atribuye un significado al
mundo real que lo envuelve.
En la etapa preescolar, el niño autista se muestra extraño, no
habla. Le cuesta asumir la entidad “yo” e identificar a los otros.
No muestra contacto (físico, oral, visual). Si a los cinco años
hablan utilizan un lenguaje diferente de los otros niños. Pueden
presentar conductas agresivas. Sus respuestas sensoriales son
4. anormales (podría no reaccionar frente a una gran explosión).
En la etapa escolar ya sería un gran éxito que hayan podido
ingresar en la escuela. Si se les aísla pueden llegar a autoagredirse.
En la adolecencia diremos que 1/3 de los autistas suelen sufrir
ataques epilépticos lo cual hace pensar en una posible causa
nerviosa. En esta edad suelen haber actuaciones de carácter sexual
como por ejemplo, exhibiciones, abrazar a las chicas por la calle.
Persiste el déficit de comunicación y el mantenimiento de la fijación
de ideas.
Características del autismo infantil
• Marcada falta de reconocimiento de la existencia o de los
sentimientos de los demás.
• Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
• Ausencia de capacidad de imitación.
• Ausencia de juego social.
• Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
• Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
• Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.
• Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.
• Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.
• Movimientos corporales estereotipados.
• Preocupación persistente por parte de objetos.
• Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del
entorno.
• Insistencia irrazonable en seguir rutinas con todos sus
detalles.
• Limitación marcada de intereses, con concentración en un
interés particular.
Causas del autismo infantil
5. Varios estudios del cerebro (mediante técnicas de diagnóstico por
imagen y autopsias a individuos autistas) han revelado una serie de
anormalidades en el desarrollo del mismo.
Asociación con anormalidades de
desarrollo del cerebro
A lo largo de las dos últimas
décadas, varios estudios del
cerebro (mediante técnicas de
diagnóstico por imagen y
autopsias a individuos autistas)
han revelado una serie de anormalidades en el desarrollo del mismo.
No obstante, ninguna de ellas parece ser común o específica en
todos los casos de autismo.
Evidencia de causas genéticas
Antes de 1970, los investigadores estaban convencidos de que el
autismo era consecuencia de una relación fría y poco cariñosa con
los padres (lo que también se conoce como la “teoría de la madre
nevera”). Sin embargo, varios estudios desacreditaron esas
opiniones al constatar unas tasas de incidencia superiores en
gemelos idénticos y hermanos y ofrecer pruebas sólidas de una
contribución genética. No obstante, a pesar del importante trabajo
de investigación realizado, la causa genética del autismo aún no se
ha conseguido comprender.
Impacto de los factores ambientales
También se cree que los factores de riesgo ambientales juegan un
papel vital en el autismo. En los 70, se observó una relación entre
la rubéola congénita y el autismo. También se ha establecido un
vínculo entre la exposición prenatal a la talidomida y el autismo.
Los estudios epidemiológicos de otros medicamentos empleados
durante el embarazo o de exposiciones químicas durante el mismo
6. no han detectado pruebas concluyentes de un vínculo con el
trastorno.
Vacunación infantil
Más recientemente, el posible papel de la vacunación infantil en el
autismo ha sido objeto de un acalorado debate que ha llevado a
muchos padres a negarse a vacunar a sus hijos con la vacuna triple
vírica (paperas, sarampión y rubéola).
Los síntomas del autismo infantil
Los síntomas del autismo
infantil son claros: el niño
autista tiene una mirada que
no mira pero que traspasa. De
bebé suele presentar un
balbuceo monótono y tardío
del sonido, falta de contacto
con su entorno y ausencia de lenguaje gestual. En la etapa
preescolar, el niño autista se muestra extraño y no habla. Además,
le cuesta asumir el yo e identificar a los demás, no muestra contacto
y puede presentar conductas agresivas incluso a sí mismo.
Esta descripción puede verse acompañada de otros síntomas que
pueden indicar la presencia de autismo:
• Al niño autista le cuesta reconocer la existencia y los
sentimientos de los demás.
• El niño autista no busca consuelo en momentos de aflicción.
• El niño autista es incapaz de imitar o establecer actividades
imaginativas, como jugar a ser adulto.
• El niño autista rechaza el juego social.
• El niño autista carece de vías de comunicación adecuadas.
7. • El niño autista presenta una marcada anormalidad en la
comunicación no verbal, anomalías en la emisión del lenguaje
con afectación y en la forma y contenido del lenguaje.
• El niño autista realiza movimientos corporales
estereotipados.
• El niño autista muestra una preocupación persistente por
parte de objetos.
• El niño autista presenta una intensa aflicción por cambios en
aspectos insignificantes del entorno.
• El niño autista insiste irrazonablemente en seguir rutinas con
todos sus detalles.
• El niño autista tiene una limitación marcada de intereses,
concentrándolos en un interés particular.
Diagnostico para un niño autista
La primera parte del
diagnóstico suele consistir en
la detección. A la hora de
hablar de su hijo con el
médico, sus propias
observaciones e inquietudes
sobre su desarrollo serán
cruciales para ayudar al
diagnóstico del niño.
La revisión de vídeos y fotografías familiares puede ayudarle a
recordar cuándo observó un comportamiento determinado en el niño
por primera vez y cuándo alcanzó hitos de desarrollo concretos.
Para ayudar al diagnóstico, se han desarrollado una serie de
instrumentos de detección para la recopilación de información
8. acerca del desarrollo social y comunicativo del niño en un entorno
médico.
Algunas pruebas de detección se basan en las respuestas de los
padres a un cuestionario, mientras que otras lo hacen en una
combinación de sus informes y observaciones. El señalar y pretender
jugar son instrumentos clave para ayudar a diferenciar a un niño
con autismo de otros grupos antes de los dos años de edad. Es
importante tener en cuenta que los instrumentos de detección por sí
mismos no ofrecen un diagnóstico. Sin embargo, constituyen un
indicador de que el niño puede tener TEA y de que es necesario
seguir investigando.
Es posible que los métodos de detección anteriores no identifiquen a
niños con TEA leve, como los que padecen autismo de alto
funcionamiento o síndrome de Asperger. Por eso se han diseñado
una serie de instrumentos de detección para el síndrome de Asperger
y el autismo de alto funcionamiento u otras formas más leves de
autismo. Estas herramientas se centran en el deterioro social y
conductual de los niños sin retrasos significativos del lenguaje.
Tratamiento del autismo infantil
Hasta ahora no hay un tratamiento
curativo del Autismo Infantil, sin embargo
se han hecho progresos en la prevención de
este mal al descubrir posibles factores
causales.
Hasta ahora no hay un tratamiento
curativo del Autismo Infantil, sin embargo
se han hecho progresos en la prevención de
este mal al descubrir posibles factores
causales.
9. También se emplea la terapia farmacológica para el tratamiento de
algunas afecciones que coexisten, tales como el insomnio, la
hiperactividad, las convulsiones, las conductas auto y
heteroagresivas.
En la actualidad se utilizan las técnicas de modificación
conductual, la enseñanza de habilidades sociales, entrenamientos
del lenguaje social, el condicionamiento operante, la pedagogía
especializada, en fin, una serie de estrategias terapéuticas con el
único objetivo de minimizar las deficiencias y lograr una mejor vida
social.
No hay que olvidar que los padres de estos niños, requieren de
mucha ayuda, de entrenamiento en estrategias y recursos para el
manejo adecuado de estos niños en el hogar, ya que el autismo
produce incapacidades a través de toda la vida.
Terapia Conductual: También conocida como método Lovaas (por
Ivar Lovaas, uno de los principales precursores de la actualidad),
ABA o Skinner y está basada en el conductismo. Se enseñan
habilidades por medio de reforzadores y aversivos (premio y
castigo).
TEACCH: Está basado en la comunicación visual por medio de
imágenes y símbolos que representan conceptos o palabras y ha sido
utilizado principalmente por el sistema escolar para educación
especial de varios estados de la unión americana (entre ellos Texas y
Missouri) . Es una excelente opción para trabajar en los niños una
vez que están bajo control instruccional y fijan su atención.
PECS (Picture Exchange Comunication System): Es un método de
comunicación visual y de lecto-escritura que ha sido aplicado con
bastante éxito en algunos estados de la unión americana (Missouri
destaca en este método).
10. Químico y/o Fármaco: Es el tratamiento por medicamentos.
Aunque este punto es ampliamente discutido, sí es un hecho que
ciertos niños tienen la necesidad de ellos debido a alguna disfunción
(por ejemplo, epilepsia). En todos los casos, los padres nunca deben
recetar a los niños. Siempre hay que consultar con un neurólogo
pediatra y discutir con él las posibilidades.
Dieta libre de Gluten y Caseína: Consiste en restringir al niño
alimentos que tengan estos compuestos, los cuales se encuentran
principalmente en las harinas de trigo y en los lácteos. Aunque sus
resultados son favorables solamente en algunos casos, es una buena
opción a intentar por no tener efectos secundarios. Antes de
iniciarla, quite los azúcares para poder valorar mas objetivamente.
Vitaminosis: Consiste en proveer al niño de una serie de
vitaminas. Algunos estudios han demostrado que algunos niños
carecen o tienen insuficiencia de ellas. Entre las más frecuentes
están las vitaminas del complejo B (B6 y B12).
Método Doman, Filadelfia o Afalse: Según mi experiencia, me
atrevo a decir que este nada tiene que ver con el autismo. Fue
diseñado originalmente para parálisis cerebral y problemas
neuromotores. Si el niño camina y se mueve perfectamente, no es
necesario este tipo de terapias.
Método Tomatis y Berard: Estos métodos se basan en adiestrar
auditivamente al niño y con ello abrir canales en su cerebro. Sus
resultados son muy discutidos. Los padres podrían considerar este
tipo de terapias cuando el niño muestre demasiada sensibilidad a
los ruidos.
Músico Terapia: Se busca el vínculo con el niño a través de la
música y el ritmo. Hay terapeutas de esta rama que afirman dar
nociones matemáticas a tráves de este método, pero no ha sido
comprobado. En algunos niños ha dado buenos resultados.
11. Delfino Terapia, Equino Terapia, etc.: Terapia con delfines,
caballos, etc. Si tiene acceso a alguno de este tipo, sin discutir sus
ventajas o desventajas, el niño tendrá una experiencia única.
Algunos padres me han platicado que vieron mejoría, los otros
dijeron que, aunque sus niños salieron igual, se divirtieron como
nunca en su vida.