1. AUTISMO
El autismo es un trastorno del desarrollo, permanente y
profundo. Afecta a la comunicación, imaginación, planificación y
reciprocidad emocional. Los síntomas, en general, son la
incapacidad de interacción social, el aislamiento y las
esterotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad,
generalmente las manos).
El bebé autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes
de vida; a partir de ahí, la evolución lingüística queda
estancada, no hay reciprocidad con el interlocutor, no
aparecen las primeras conductas de comunicación
intencionadas (miradas, echar los brazos, señalar...).
Su origen obedece a una anomalía en las conexiones neuronales
que es atribuible, con frecuencia, a mutaciones genéticas.
El autismo no tiene cura, aunque se puede tratar
2. CAUSAS DEL AUTISMO
Las causas del autismo aún son desconocidas. Pero existen
algunas teorías:
1. Las relaciones del niño autista y su entorno y medio
social. Se dice que el autista es así porque no ha recibido
afectividad cuando era pequeño. Que ha tenido padres
distantes, fríos, demasiado intelectuales.
2. Deficiencias y anormalidades cognitivas. Parece existir
alguna base neurológica aunque no está demostrada.
3. Ciertos procesos bioquímicos básicos. Se ha encontrado
un exceso de secreción de Serotonina en las plaquetas de
los autistas.
3. SINTOMAS
- Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de
los sentimientos de los demás.
- Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de
aflicción.
- Ausencia de capacidad de imitación.
- Ausencia de juego social.
- Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
- Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
- Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.
- Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con
afectación.
- Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.
- Movimientos corporales estereotipados.
- Preocupación persistente por parte de objetos.
- Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes
del entorno.
- Insistencia irrazonable en seguir rutinas con todos sus
detalles.
- Limitación marcada de intereses, con concentración en un
interés particular.
4. ¿QUE DEBEN HACER LOS PADRES?
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben
consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y
adolescentes, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su
nivel de severidad y determinar las medidas educacionales
apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños autistas puede
tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el
tratamiento adecuado algunos niños autistas pueden desarrollar
ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que
desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de
manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra, además de
tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por
ejemplo, puede ayudar a los hermanitos, que se sienten ignorados por
el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten
abochornados si traen a sus amiguitos a la casa. El psiquiatra de
niños y adolescentes puede ayudar a los padres a resolver los
problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un
niño autista y orientarlos de manera que puedan crear un ambiente
favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño.
5. ¿EXISTE TRATAMIENTO?
La educación especial es el tratamiento
fundamental y puede darse en la escuela específica
o bien en dedicación muy individualizada . Se puede
recurrir a la psicoterapia aunque los resultados son
escasos debido a que el déficit cognitivo y del
lenguaje dificultan la terapéutica. El apoyo familiar
es de gran utilidad. Los padres deben saber que la
alteración autista no es un trastorno relacional
afectivo de crianza. Es recomendable buscar y
mantener contactos con asociaciones para padres
de niños autistas.
Hay considerar también el tratamiento
farmacológico, que deberá estar indicado por un
medico especialista.
6. PERFIL DE UN NIÑO AUTISTA
Un niño autista tiene una mirada que no mira pero que traspasa. En
el lactante se suele observar un balbuceo monótono del sonido,
balbuceo tardío, y una falta de contacto con su entorno, así como
de un lenguaje gestual. No sigue a la madre y puede entretenerse
con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar el niño se muestra extraño, no habla. Le
cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No muestra contacto
de ninguna forma. Pueden presentar conductas agresivas incluso a
sí mismo. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a
cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva. El niño
autista puede dar vueltas como un trompo, llevar a cabo
movimientos rítmicos con su cuerpo tal como aletear con sus
brazos.
Los autistas con alto nivel funcional pueden repetir los comerciales
de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a
dormir. En la adolescencia se dice que 1/3 de los autistas suelen
sufrir ataques epilépticos lo cual hace pensar en una causa
nerviosa.
7. PERFIL DE UN NIÑO AUTISTA
Un niño autista tiene una mirada que no mira pero que traspasa. En
el lactante se suele observar un balbuceo monótono del sonido,
balbuceo tardío, y una falta de contacto con su entorno, así como
de un lenguaje gestual. No sigue a la madre y puede entretenerse
con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar el niño se muestra extraño, no habla. Le
cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No muestra contacto
de ninguna forma. Pueden presentar conductas agresivas incluso a
sí mismo. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a
cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva. El niño
autista puede dar vueltas como un trompo, llevar a cabo
movimientos rítmicos con su cuerpo tal como aletear con sus
brazos.
Los autistas con alto nivel funcional pueden repetir los comerciales
de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a
dormir. En la adolescencia se dice que 1/3 de los autistas suelen
sufrir ataques epilépticos lo cual hace pensar en una causa
nerviosa.