1. Propiedades curativas del limón
El limón es un regalo de la naturaleza. Es
un gran consumidor de microbios y el mejor
protector contra las enfermedades
contagiosas.
El limón cura reumatismo, la gota, la sífilis, así como los
males del estómago, gases intestinales, indigestión, acidez,
obesidad, enfermedades del corazón, dolores de los riñones,
de cabeza, del hígado y de la vejiga. Así como también, el
mal de piedras, cálculos biliares hemorragias, catarros,
gripes, intoxicación de la sangre, escarlatina, sarampión,
insomnio, falta de apetito, caspa, calvicie, paludismo, etc.
Entre todos los cítricos, el limón es quizás el que ofrece más beneficios para la
salud. Básicamente, el poder curativo del limón reside en su bajo contenido
energético, su nivel equilibrado en sodio y potasio y por supuesto, en la
vitamina C. Que el limón posea un número tan escaso de hidratos de carbono
es de gran ayuda en las dietas de adelgazamiento; comer limón representa
tomar vitamina C sin calorías adicionales.
El limón contiene un elevado nivel de potasio y un bajo contenido en sodio,
relación ideal para combatir la hipertensión arterial. Para aquellas personas que
tienen la presión sanguínea demasiado elevada y deben prescindir de la sal, el
limón les servirá de aderezo.
2. Es el remedio estrella contra la fiebre, gripe,
bronquitis y amigdalitis, el zumo de un limón con agua
caliente y miel, y los resultados son mas rápidos y
eficientes que cualquier medicamento alopático y
encima natural 100%.En el caso de las anginas se
pueden hacer gargarismos con zumo de limón (unas
diez cucharaditas de este cítrico en un vaso de agua).
La vitamina C contenida en los cítricos, tomada
diariamente, contribuirá, en gran medida, a mantener
alejados de nosotros a los virus del resfriado y la gripe.
Los deportistas o personas que desarrollan esfuerzos
físicos pueden recuperarse del cansancio con zumo de
limón.
El consumo regular del limón beneficia a muchos órganos de nuestro cuerpo.
Las personas que padecen de hígado, reuma, tienen la tensión alta o sufren de
catarros pueden mejorar y aliviar sus dolencias.
Sistema cardiovascular
Ejerce una acción beneficiosa sobre el sistema cardiovascular, en casos de
arteriosclerosis e hipertensión arterial, debido a que los ácidos cítricos ayudan a
oxidar y eliminar las grasas que obstaculizan el trabajo del corazón y son un gran
disolvente de las sustancias tóxicas del plasma sanguíneo. Para todos estos
3. casos, se recomienda beber el zumo de un limón en ayunas mezclado en medio
vaso de agua.
Sistema digestivo
1. El limón estimula el flujo de la saliva y de los jugos gástricos, por lo que
es un gran agente digestivo.
2. Destruye las lombrices intestinales, reduce los gases estomacales y tiene
un efecto antiespasmódico. Ayuda a combatir la dispepsia y el
estreñimiento.
Conviene a todos los enfermos del hígado y de la vesícula biliar ya que
estimula las secreciones biliares y ayuda a metabolizar las grasas. A
estos enfermos los médicos recomiendan desayunar una mezcla de
aceite de oliva virgen y zumo de limón en la que mojar un poco de pan.
El limón neutraliza las toxinas, también ayuda a eliminarlas, reforzando
la función antitóxica y protectora del hígado.
Cuando se consumen alimentos en mal estado y como consecuencia de
ello se sufren diarreas, pasar un día a base de zumo de limón rebajado
con agua es reparador.
Sistema inmunológico
El limón lo refuerza, debido a sus propiedades antibacterianas y antivíricas.
Alivia los síntomas de las infecciones e impide su avance. Por
ello se recomienda para gripes y catarros, infecciones de
garganta y procesos febriles, en los que resulta muy útil,
especialmente si lo mezclamos con miel.
4. Por sus propiedades refrescantes, antisépticas y su contenido
en vitamina C, el limón alivia ciertas afecciones de las vías
respiratorias, así como la afonía y amigdalitis. Su poderosa
acción antibacteriana y antiviral es útil en úlceras de boca y
gingivitis.
Aparte de la vitamina C, el limón contiene vitaminas del grupo B y vitamina E y
muchos minerales: potasio, magnesio, calcio y fósforo, cobre, cinc, hierro y
manganeso. Este cóctel de vitaminas y minerales refuerzan el sistema
inmunológico, al potenciar la actividad de los glóbulos blancos.