El documento discute la relación entre la genética y el comportamiento criminal. Explica que estudios han encontrado que individuos con mutaciones específicas en los genes relacionados con la serotonina tenían más probabilidades de exhibir comportamiento violento como adultos, incluso si crecieron en ambientes hostiles similares. También resume la clasificación de acciones criminales de acuerdo con la "maldad" propuesta por un psiquiatra forense, sugiriendo que los crímenes más atroces podrían estar relacionados con bases orgánicas más complejas o ampl
El indice de maldad está genéticamente determinado
1. EL INDICE DE MALDAD ESTÁ GENÉTICAMENTE DETERMINADO
Por: Dr. Humberto Moreno
Agosto 2008
drmoreno2001@hotmail.com
La criminología actual y las leyes penales deben estar basadas en el seguimiento de los
principios de derechos humanos. Sin embargo los derechos humanos se siguen
trasgrediendo constantemente. De allí los aforismos “La mayoría de los niños de
América son pobres, por consiguiente, la mayoría de los pobres de América, son niños”.
Surge la incógnita de si la pobreza es determinante en la criminalidad.
¿POR QUÉ ANTE IGUALES CIRCUSTANCIAS UNOS EVOLUCIONAN HACIA
LA DELINCUENCIA Y OTROS NO?
¿QUE HACE QUE ALGUNOS LLEGUEN AL ÉXITO Y OTROS NO?
Esta pregunta ha sido contestada parcialmente en mi trabajo inédito sobre EL
SISTEMA DE RECOMPENSA CEREBRAL Y LA GENÉTICA DEL
COMPORTAMIENTO. A continuación resumo una sola de las muchas, evidencias
científicas que demuestran que el comportamiento violento está relacionado, tanto a la
exposición a un ambiente hostil durante la infancia como a la estructura genética del
individuo.
Se tomaron como base para el estudio tanto la estructura del gen del transportador de
serotonina (una proteína que permite encaminar el neurotransmisor desde la membrana
de la neurona efectora hasta el receptor de la neurona retransmisora), como también la
estructura del gen del receptor de serotonina (la proteína que permite la internalización
del neurotransmisor) en la membrana sináptica. Se estudiaron dos grupos de individuos,
clasificados en violentos y no violentos. Se observó que pesar de una exposición
similar en la infancia a un ambiente hostil, solamente los individuos que tenían
determinada mutación en el gen del transportador de serotonina y/o los individuos que
presentaban cierta mutación (short promoter) en el líder del gen del receptor de
serotonina, exhibían comportamiento violento en la edad adulta. He aquí una plausible
explicación del porqué ante iguales oportunidades, personas criadas en el mismo
ambiente, divergen en cuanto a sus metas. El trabajo analizado (cuyo título traducido
del inglés es “Tanto el ambiente como la naturaleza, predisponen al
comportamiento violento. Genes serotonérgicos y ambiente infantil adverso”) fue
publicado en una prestigiosa revista científica, Neuropsychopharmacology (2007) 32:
2375-2383 y el principal investigador es Andreas Reif.
Para ampliar conocimientos sobre serotonina y sus funciones en el cerebro humano
vease
http://www.javeriana.edu.co/Facultades/Ciencias/neurobioquimica/libros/neurobioquimica/serotonina.html
Para un curso completo de neuroquímica, véase:
http://www.javeriana.edu.co/Facultades/Ciencias/neurobioquimica/libros/neurobioquimica/programneuro.htm
NOTA: Son necesarios conocimientos amplios de biología y medicina para entender
estas referencias.
2. Cada vez habrá mayor necesidad de conocer sobre neuroquímica, para poder
comprender la variabilidad en el comportamiento humano y por ende la criminalidad.
En tal sentido es importante revisar el punto de vista de Michael Stone, Psiquiatra
Forense de la Universidad de Columbia, quien clasifica las acciones criminales en 22
items que denotan “el índice de maldad” y las cuales yo he resumido en el siguiente
cuadro:
Donde el homicidio se va empeorando desde el culposo, pasando por el estado de
necesidad y la defensa propia, hasta el vicioso crimen que envuelve la tortura con la
intención de matar. Se intuye del cuadro anterior, que los crímenes mas pavorosos
estarán relacionados, bien a una mas complicada (mayor número de genes envueltos) o
más amplia base orgánica (una función mas general que influye sobre el
comportamiento). Estos conceptos, chocan con la mayoría de los penalistas actuales,
opuestos al positivismo, y todavía ciegos ante Santo Tomas de Aquino, Lombroso y la
actual evidencia científica, que señala el comportamiento anormal, como la
manifestación de alteraciones genéticas definidas o definibles.
Cada 24 horas ocurre un secuestro. Cada 12 días un conyugicidio y cada 3 meses un
uxoricidio. Con menos frecuencia, por no raramente, ocurre el sicariato. El penalista
solo atina a preguntarse ¿Cuál es el origen? ¿Son las leyes muy permisivas? ¿Fracasó el
COPP?
Cuando en realidad debe buscarse en la naturaleza y sus relaciones con la interacción
social.