1) La Dra. Marcela Pedraza, residente de medicina familiar, asiste a una reunión con vecinos de la comunidad Picoiquén un domingo para hablar sobre problemas de salud.
2) En la reunión, los vecinos comparten sobre sus experiencias usando hierbas medicinales y cómo les gustaría recibir más apoyo de los médicos para sus tratamientos.
3) También acuerdan otro encuentro y el equipo de salud realizará visitas a domicilio para actualizar la información de salud de las familias.
EXPERIENCIAS QUE FORMAN: UN DOMINGO EN LA COMUNIDAD
1. EXPERIENCIAS QUE FORMAN: LA COMUNIDAD
“Un día cualquiera en la vida de una residente de
primer año de Medicina Familiar”
Dra. Marcela Pedraza, Proyecto Semillero, “Esposa, madre, hija, hermana y amiga”
Suena la alarma, son las 9:00 de la mañana…es domingo, el tercer domingo de mayo…es el
Día Internacional de la Familia y temprano como cada domingo Pablo (8), Antonia (7) y
Amanda (5), bajan desde el segundo piso descalzos, a acostarse con nosotros, ayer les
adelantamos del día que hoy celebramos, por lo que ellos han envuelto a modo de regalo,
uno de sus peluches favoritos como presente para sus papas…recibo un beso de cada uno,
me levanto y les preparo un rico desayuno, durante el cual les cuento que hoy saldré a
trabajar.
2. - ¿A trabajar?…consulta Antonia algo intrigada de que salga un domingo por la
mañana.
- Sí hija, voy con unos colegas del sector naranjo, a un encuentro a un sector de acá
de Angol que se llama Picoiquén, donde viven algunas familias que yo atiendo en el
Cesfam
- Mamá…¿y te puedo acompañar?
- Claro que sí Antonia, pero te tienes que levantar al tiro.
Pienso un momento, hace mucho tiempo que Antonia viene manifestando que observa un
“desbalance de cariños” inclinados hacia Pablo y Amanda…y la estrategia de espacios a
solas con ella, la tenía aún pendiente.
Mi esposo nos encamina hacia la casa de nuestra asistente social del sector, donde nos
reuniremos como equipo, al despedirse me adelanta que preparará un almuerzo especial,
para celebrar el día de la familia a nuestro regreso.
El sector Picoiquén (en mapudungun “el que está pidiendo agua”) se encuentra en el
kilometro 3 al suroeste de Angol, por camino de ripio y piedra. Las identidades territoriales
mapuches se definen de acuerdo a su ubicación geográfica, es así como Angol se inserta dentro
del territorio denominado “nagche” (gente de abajo o abajinos), ubicados en la parte
oriental de la cordillera de Nahuelbuta y sus tierras aledañas (Carlos Ruiz Rodríguez,
“Antecedentes Históricos y ambientales de Lumako y la comunidad Nagche”).
En el sector encontramos inserta a la “Comunidad Indígena Lonconao-Picoiquen” y a la Junta de
Vecinos del sector Picoiquén. Nuestro encuentro de hoy domingo es en el “living” de la casa de la
Presidenta de la Junta de Vecinos del sector y será guiado desde nuestro Equipo por la A. Social y
nuestra Médico de Familia del sector y nos acompañan también el kinesiólogo IRA y el encargado
de calidad del Cesfam. Desde la comunidad, guiará la presidenta.
Mi rol hoy está centrado en el registro del encuentro, utilizando el método etnográfico, me centro
en escuchar y mirar atenta, apuntando lo que los vecinos dicen, de la manera más literal posible.
Al entrar veo muchas caras que sonríen afectuosas, muchos de ellos fueron mis pacientes desde
antes de entrar a la beca (3 años en el territorio permite ubicar algunas caras), con Anto pasamos
calladitas más atrás, para registrar en silencio lo observado y escuchado. Me sorprende alegremente
ver entre los vecinos a una usuaria que atendí hace 3 días en el Cesfam, cuando llevó a su padre por
una úlcera en la pierna, ocasión en que generosamente compartió conmigo detalles de su historia
3. de vida, mientras construíamos su Familiograma. En la medida que juntas mirábamos a su familia y
su historia, plasmada en esa hoja de papel, ella se sorprendía de las similitudes de vida y enfermedad
de su padre y hermano menor, el traspaso generacional de la Diabetes (siendo ella la única que aún
no la tiene) y de cómo siendo la hermana mayor, su historia de cuidar a otros se ha ido repitiendo
en el tiempo, me dice que sabe que debe cuidarlos, pero “le gustaría tener un espacio para ella,
que se siente cansada”.
Poco a poco comienzan a llegar más vecinos, de pronto la usuaria con la que construimos su
familiograma, casi susurrándome dice: “Dra. Marcela…ella es mi hermana, ¿se acuerda que la
anotamos en el árbol genealógico? y la presidenta de la junta de vecinos es mi cuñada, ¿recuerda
que igual lo anotamos?...y yo le digo en tono de broma: - ¿Se acuerda que le conté que tenía tres
hijos? Esta es la Anto…la de al medio y ella se ríe.
Ya una vez los puestos llenos y sentados en semicírculo (como es tradición en la cultura mapuche),
mirándose a los ojos unos a otros, la Médico de Familia le hace un gesto a la presidenta de si
podíamos empezar con la conversación, recibe la confirmación a distancia y comienza. Con Anto nos
sentamos calladitas a una orilla y le pasé unas hojas para que dibujara, mientras yo registraba la
conversa que fraseaba más o menos así, en voz de la Médico Familiar:
- “Bueno hoy vine acompañada (presenta al equipo del Cesfam) y como habíamos acordado en
nuestro encuentro anterior hoy vamos a conversar de patología respiratoria del niño…pero en
realidad no veo ningún niño… ¿Ustedes consultan por patología respiratoria en urgencias?... ¿Cuáles
son los motivos por los que consultan en urgencia o Cesfam?
Y los vecinos frasean así en respuesta:
- ”Soy diabética y si me duele la cabeza pienso puede ser la diabetes así que voy a urgencias
a ver cómo está el azúcar”
• “Yo preferiría verme en el Cesfam, ya que en hospital aunque no haya nadie en la sala de
espera, si la clasificaron C5, hay que esperar las 5 horas …por eso debe ser el 5 digo yo!
(clarifica que entiende es tema del Hospital, pero nos pide “plantearlo” en las reuniones que
tengamos con ellos)
• “Mis hijos se han resfriado mucho este invierno… ¿Qué podemos hacer antes de llevarlos
a urgencia?
Esta consulta abre el espacio para que los vecinos compartan como se cuidan:
- “Yo resolví mis males con hierbas…tenía una depresión muy grande”.
4. - “Yo hago pomadas con hierbas medicinales y guateros con semillas, cuando vivía en
Santiago pertenecía a una asociación mapuche que trabajaba con un consultorio y me
dieron capacitaciones desde la Seremi para el envasado y gramaje, mientras nosotros
poníamos los conocimientos ancestrales”
- “Lo malo es que no todos los médicos aceptan las hierbas…a uno le da como miedo
contarles”
- “Oiga vecina, usted podríahacernos tratamiento para los dolores articulares pues”. Ella dice:
“he postulado 2 veces a proyectos y no me ha resultado”. La Asistente Social junto a la
Médico Familiar le dicen: ¿Y si los acompañáramos desde el Cesfam se animarían?
- “Claro” (responden a coro). Así se acuerda un encuentro entre la vecina que hace cremas
medicinales y la A. Social del sector, para configurar en conjunto el acompañamiento.
Los vecinos acuerdan la fecha del próximo encuentro discuten el mejor horario que les acomoda a
ellos y el equipo les adelanta que el próximo miércoles los integrantes del sector realizaran un barrido
en terreno para actualizar quienes viven en las casas y confeccionar un croquis del sector.
La Médico Familiar les cuenta que está iniciando visitas diagnósticas de las familias del sector y que
quiere empezar por los presentes, así que uno a uno le dan sus contactos telefónicos y le indican a
qué hora y día la pueden recibir, no sin antes sugerirle que empiece por la esposa de vecino que
falleció recientemente.
• El equipo se despide siendo casi las 13:30. Sólo en ese momento rompo mi silencio para
recordarles que hoy es el día de la familia…y el “living” se llena de sonrisas y abrazos…abrazos que
hasta la Antonia repartió. Entre los abrazos me topo con la usuaria que atendí 3 días atrás y le digo…
“Quizás por aquí puede encontrar su espacio??...pero por supuesto Doctora…ya lo había pensado”.
Ya despedidos todos y con fecha y hora fijada para nuestro próximo encuentro, vamos saliendo de
la casa…Antonia va de mi mano…y al salir me dice: “Mamá, bacán tu encuentro!. Me encantó, te
puedo acompañar en la de junio?”.Yo sonrío, el sol calienta tibiamente y en casa nos espera el
almuerzo prometido por el papá.
Hoy Antonia disfrutó de la complicidad de un espacio a solas conmigo y de afectos de personas
ajenas a su familia, comenzando a vivenciar a sus cortos 7 años lo que es comunidad…mucho más
precozmente que yo, a mis 38 años.