El documento describe un estudio que comparó dos métodos de enseñanza de habilidades futbolísticas en niños: la imposición de movimientos por un entrenador versus dejar que los niños experimenten libremente. Los niños que recibieron estímulos positivos después de cometer errores aprendieron más, comprendieron mejor sus aciertos y errores, y desarrollaron más estrategias, en comparación con los niños que simplemente recibieron órdenes e imposiciones de su entrenador.
2. La pedagogía del error busca aprovechar
los errores, fallas y deficiencias de los
alumnos. Pretende usarlas como punto de
referencia para detectar los huecos que
hay en el estudiante en cuanto al
conocimiento que se pretende transmitir. Al
aplicar la pedagogía del error
correctamente, se puede obtener ventajas
de los errores, propiciando un cambio y
mejora en el alumno
4. Estudio sobre la forma de aprender
movimientos sin balón sobre el terreno
de juego, analizando dos diferentes
modelos de enseñanzas, la imposición
por un lado y la libre actuación por el
otro.
Finalidad: observar qué método de
enseñanza es más efectivo.
5. El estudio se ejerce sobre un grupo de 20
niños del C.D REUS catalán.
Dos tipos de jugadores fomentados por
el tipo de entrenador que posee.
6. Se le presenta ante una serie de
acciones concretas sobre el terreno de
juego, son acciones a las que nunca se
ha enfrentado, sin ningún tipo de
explicación previa.
El niño actúa de manera errónea.
El entrenador para el entrenamiento y le
impone cómo ha de hacerlo sin
explicarle el por qué.
7. El niño se encuentra de nuevo con esa
acción y actúa del modo que el
entrenador le impuso.
Tras 2 ó 3 acciones el niño ya no actúa,
simplemente espera recibir una orden
concreta para actuar.
8. De nuevo se toma un jugador y se le
enfrenta a una acción determinada,
totalmente nueva para él. El niño se
equivoca y el entrenador para y le
estimula a analizar su interpretación en
esa acción.
El niño vuelve a equivocarse y de nuevo
recibe un estímulo positivo de su
entrenador, que le anima a repetirlo y
analizar que ha podido salir mal.
9. Tras 3 o 4 repeticiones el niño elabora
estrategias e intenta aplicarlas, en
algunas falla, hasta que en una de ellas
la acción se ejecuta positivamente.
El niño se enfrenta a otras acciones y
actúa del mismo
modo, errando, aprendiendo de dichos
errores y buscando estrategias para
solucionarlos, siempre apoyado por el
entrenador que lo estimula a probar
pese al fallo
10. El jugador A actúa frente a una orden,
no prueba, no intenta, simplemente
obedece. No comprende sus errores,
simplemente concibe como correcta la
forma de actuar dada por su
entrenador.
El jugador B actúa por estrategias, se
equivoca, analiza su error, observa y
busca estrategias para enmendarlos.
11. El jugador A dudaba en sus
acciones, esperaba órdenes, lo que le
llevaba a que sus acciones fuesen
demasiado lentas, constantemente se
enfrentaba a diferentes acciones, pero
no sabía como actuar. El niño se frustra y
no comprende el por qué de sus fallos
12. El jugador B se enfrenta a diferentes
acciones continuas, actúa acertando
en ocasiones y equivocándose en
otras, se atreve e intenta
constantemente actuar mediante
estrategias.
El niño acaba el partido y sabe que ha
hecho bien y mal y cree el saber el por
qué de estas acciones negativas o
erróneas.
13. EL NIÑO A ACTÚA COMO UN ROBOT, RECIBE
UNA ORDEN Y EJECUTA, NO APRENDE, SÓLO
REPITE AQUELLO QUE SE RECIBE COMO
CORRECTO SIN ENTENDER EL POR QUÉ DE ESE
MODO DE ACTUAR Y NI SIQUIERA SABER SI
REALMENTE ES CORRECTO
EL NIÑO B SABE CÓMO ACTÚA Y SABE
EXPLICAR EL POR QUÉ HA DECIDIDO ACTUAR
ASÍ, COMPRENDE QUE EN OCASIONES SE HA
EQUIVOCADO Y CREE SABER EL POR QUÉ DE SU
ERROR Y LAS CONSECUENCIAS DEL MISMO.