2. En primer lugar, es preciso cambiar el sistema de
formación modificando el tipo de actividades que deben
realizar los estudiantes.
Esto supone un cambio en el rol del profesor, quien
debe explicitar muy bien su papel en el seguimiento y
la tutorización de las tareas.
En segundo lugar.
Los estudiantes también tienen que adoptar sistemas
de estudio que combinen el aprendizaje
independiente con espacios de interacción y trabajo
en grupo.
3. Finalmente.
La tecnología propia de la web social no ha sido
generada para el aprendizaje en situaciones
formales, por lo que posee algunas deficiencias en
los procesos de gestión y organización de las
intervenciones, en el empaquetamiento del
conocimiento generado, en su reutilización, en las
evaluaciones de las intervenciones y en el proceso de
seguimiento rápido y eficaz de las interacciones.
En conclusión.
Se hace necesario mejorar los sistemas de gestión
del aprendizaje, pero se está avanzando mucho. Ya
antes, el uso de foros y herramientas específicas para
la construcción colaborativa del conocimiento han
ayudado a aprender en colaboración.
4. ¿POR QUÉ APRENDER EN COLABORACIÓN?
Reflexión.
Los métodos pedagógicos basados en la transmisión
de información resultan insuficientes y muy limitados.
Proyección.
La utilización de herramientas que permitan la
comunicación, la colaboración y la producción del
conocimiento son fundamentales para mejorar los
procesos formativos.
5. Opinión.
Cabero (2003) considera que el trabajo
colaborativo de los estudiantes nos ofrece una
serie de ventajas, entre las que se mencionan:
Crear interdependencia positiva entre los
miembros.
Generar debates en torno a la búsqueda de
estrategias de uso y resolución de problemas.
Facilitar el intercambio de información y la
construcción social del conocimiento.
6. Propuesta.
Su utilización en la enseñanza es una estrategia
altamente significativa si tenemos en cuenta las nuevas
exigencias y capacidades que deben poseer los alumnos
del futuro.
Presente futurizado.
En la formación en línea es muy importante crear
comunidades de aprendices y para ello es fundamental
diseñar unas buenas actividades para promover la
interacción, el intercambio y el trabajo en grupo.
7. Como señala Wenger (1998), una comunidad de
práctica se crea alrededor de tres elementos básicos:
Comprensión compartida, la cual es constantemente
renegociada por sus integrantes.
Compromiso mutuo, que une a sus miembros en un
grupo cohesionado.
un repertorio compartido de recursos comunes como
resultado de una práctica compartida.
8. Experiencia de trabajo colaborativo.
Las redes sociales son una buena muestra, ya que el
mantenimiento de los espacios sociales en la red
depende de la negociación y el compromiso de los
miembros y del repertorio compartido en los temas que
son afines y que constituyen el núcleo identitario de la
red social.