El documento enumera diez nuevas competencias para los profesores, incluyendo organizar situaciones de aprendizaje, gestionar la progresión del aprendizaje, implicar a los alumnos en su aprendizaje, trabajar en equipo, informar e implicar a los padres, utilizar nuevas tecnologías, afrontar dilemas éticos de la profesión y organizar su propia formación continua.