Los métodos activos se centran en el desarrollo del pensamiento crítico y creativo del estudiante a través de un aprendizaje colaborativo y centrado en el estudiante. Estos métodos buscan que los estudiantes aprendan trabajando en grupo, asumiendo responsabilidades y aprendiendo a través del juego para desarrollar su confianza y autonomía. El rol del profesor es ser un mediador que orienta los procesos de aprendizaje del estudiante más que un mero instructor de contenidos.