1. Implicaciones educativas de la inteligencia emocional Estrategiasdidacticás para el siglo XXI Sorina– Florentina POPA Estudiante M2 EUROMIME Madrid, 1 Marzo 2011

2. diversidad del proceso de aprendizaje distintas maneras de procesar y percibir la información Teoría de los estilos de aprendizaje eficacidad y éxito en el proceso educativo Inteligencia Emocional

3. Inteligencia : “la capacidad mental de una persona para adquirir conocimientos nuevos y tener una actuación global de acuerdo con el medio ambiente.” (Enrique Rojas) comportamiento adecuado a la realidad capacidad para aprender con la experiencia

4. Inteligenciaemocional : “una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos y engloba habilidades tales como en control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatíaetc. que configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, indispensables para una buena y creativa adaptación social.” (Goleman, 1996)

5. Características de la inteligencia emocional: 1. Autoconocimiento: Reconocer un sentimiento cuando se presenta 2. Gestión del humor: Disminuir los sentimientos de angustia, de depresión, de ansiedad. 3. Automotivación :La disposición de sentimientos de entusiasmo, celo y confianza 4. Autocontrol: Regulación emocional para demorar una gratificación 5. Empatía: Aptitud para ponerse en el lugar del otro, benevolencia

6. El impacto de la inteligencia emocional: APRENDIZAJE SALUD COMPORTAMIENTO RELACIONES INTERPERSONALES

7. Prácticas útiles para los profesores: Es más importante dar al niño la oportunidad de concientizar sus errores y aprender a controlar sus impulsos que de recorrer al castigo. Proponer al alumno de desarrollar los proyectos de acuerdo a sus propias competencias y capacidades va impulsar su creatividad y motivación de trabajar Adoptar las estrategias y métodos de aprendizaje colaborativo para poner el alumno en el contexto de aprender a escuchar y respectar a sus compañeros

8. “Todos sabemos por experiencia propia que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto- y a veces más- de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos. “ (Goleman, 1997)