El documento discute principios para mejorar la evaluación educativa. Sugiere que la evaluación debe ser parte integral del proceso de enseñanza y aprendizaje. También recomienda analizar críticamente los procesos evaluativos, diseñar evaluaciones contextualizadas que midan el progreso individual y utilizar la información de la evaluación para mejorar continuamente la enseñanza y el aprendizaje. Además, enfatiza la importancia de ser reflexivos sobre los propósitos, métodos y resultados de la evaluación para adaptarla a las necesidades específic
1. SANDRA MARLENE CASTILLO OLMEDO
PRINCIPIOS ACCIONES PARA MEJORAR LA EVALUACIÓN.
-La Evaluación no es ni puede ser un apéndice de la
enseñanza ni del aprendizaje; es parte de la enseñanza y el
aprendizaje. En la medida en que un sujeto aprende,
simultáneamente evalúa, discrimina, valora, critica, opina,
razona, fundamenta, decide, enjuicia, opta... entre lo que
considera que tiene un valor en sí y aquello que carece de
él. Esta actitud evaluadora, que se aprende, es parte del
proceso educativo que, como tal, es continuamente
formativo. (Álvarez Méndez, 1996).
Análisis crítico de los procesos evaluadores.
La potenciación del sujeto a través del
manejo del conocimiento y la experiencia
humana.
Clarificar los procesos que se ponen en juego
para la adquisición del conocimiento.
-La mejora de los exámenes comienza mucho antes, cuando
me pregunto: “¿Qué enseño? ¿Por qué enseño eso y no
Pruebas contextualizadas para medir el
progreso del individuo evaluado.
2. SANDRA MARLENE CASTILLO OLMEDO
otras cosas? ¿De qué modo lo enseño? ¿Pueden aprenderlo
mis alumnos? ¿Qué hago para contribuir a un aprendizaje
significativo? ¿Qué sentido tiene ese aprendizaje? ¿Qué
otras cosas dejan de aprender? ¿Por qué?”.
Crear instancias evaluativas capaces de
evidenciar los procesos de sistematización de
información, indagación, problematización,
relaciones de categorización, generalización,
diferenciación, inducción y deducción de
principios, aplicación y creación de
procedimientos, resolución de problemas, entre
otros.
Diseñar las actividades específicamente
destinadas a la evaluación de modo tal que
los estudiantes pongan en juego los procesos
cognitivos.
Cambiar nuestros modelos de evaluación,
utilizando para ello preguntas como: ¿Qué
se quiere evaluar?, ¿Qué método de
evaluación es mejor?, de acuerdo a lo que
se pretende evaluar, tomando en cuenta
las características necesarias para que
sean contextualizadas las preguntas.
3. SANDRA MARLENE CASTILLO OLMEDO
A partir de una actividad específica, nos
podemos guiar para observar cuánta
ayuda y de qué tipo necesitan para
terminarla satisfactoriamente, el individuo
en cuestión. De este modo que no se
evalúa al niño en forma aislada, sino que
también el sistema social formado por el
profesor y el niño para determinar cuánto
ha progresado y así estaremos llevando a
cabo una evaluación dinámica.
-Obtener información acerca de lo que se desea evaluar es
sólo un aspecto del proceso evaluativo. Su riqueza y, a la
vez, su dificultad mayor consisten en las reflexiones,
interpretaciones y juicios a que da lugar el trabajo con los
datos recogidos.
Analizar, discriminar y juzgar la información
para obtener la metodología necesaria de
lo que se desea evaluar.
No se debe de estandarizar una
metodología, y sobre todo al momento de
aplicarla debemos preguntar las razones y
los factores de dicho suceso, a su vez,
docentes y alumnos implicados deben
conocer las distintas fuentes de
información a su alcance.
4. SANDRA MARLENE CASTILLO OLMEDO
-La evaluación se constituye en fuente de conocimiento y
lugar de gestación de mejoras educativas si se la organiza
en una perspectiva de continuidad. La reflexión sobre las
problematizaciones y propuestas iniciales, así como sobre
los procesos realizados y los logros alcanzados —previstos o
no previstos—, facilita la tarea de descubrir relaciones y
fundamentar decisiones.
Reconocer la especificidad del hecho
educativo y, dentro de ella, su carácter
procesal, dinámico y multideterminado.
Es necesario explicitar qué vamos a
considerar “buen aprendizaje”; qué
entendemos por “logros educativos”; qué
queremos decir cuando decimos
“sobresaliente”, “bueno” o “regular”; qué
queremos significar con “buena
enseñanza” dentro de las escuelas. A partir
de estos parámetros es posible realizar un
análisis de distintas situaciones, elaborar las
primeras hipótesis.
-La evaluación de las estrategias de aprendizaje puestas en
juego durante el proceso de construcción de los
conocimientos, es un área de alta potencialidad educativa y
con amplias posibilidades de incidencia en la
transformación de dicho proceso.
Hacer uso de una metodología que nos
lleve y guie a la observación, es decir,
observar, preguntar, registrar, aportar
elementos para promover la reflexión del
sujeto.
5. SANDRA MARLENE CASTILLO OLMEDO
-El uso de la información proveniente de las acciones
evaluativas, permite la apropiación democrática del
conocimiento que en él se produce.
El docente dentro de aula deberá cuidar,
entre otras cosas, las acciones que continúan
luego de una instancia evaluativa. Dedicar
tiempo a las instancias de “devolución de la
información”, de modo que ese diálogo facilite
la comprensión de los factores intervinientes
en el transcurso de la enseñanza y el
aprendizaje. Asimismo, intercambiar ideas
acerca de las posibilidades de mejora es un
aspecto fundamental en el intento de
convertir a la evaluación en herramienta del
conocimiento.