El documento describe los organismos que evalúan las carreras universitarias en Ecuador. Actualmente, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), el Consejo de Educación Superior (CES) y el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) regulan, controlan, evalúan y acreditan la calidad de la educación superior. El CEAACES evaluó 26 universidades categorizadas como "E" y determinó que 14 debían suspend
1. UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, HUMANAS Y TECNOLOGÍAS
PSICOLOGÍA EDUCATIVA
NOMBRE: Javier Buenaño
SEMESTRE: SEXTO
NVESTIGAR ANTECEDENTES, HASTA LAACTUALIDAD QUE ORGANISMOS
DE GOBIERNO EVALUAN LAS CARRERAS DE LAS UNIVERSIDADES DE PAIS
Es un organismo público dependiente de la Secretaría de Políticas Universitarias del
Ministerio de Educación, encargado de la evaluación de las universidades publicas y
privadas y la acreditación de sus respectivas carreras de grado y posgrado y de sus
correspondientes títulos. Comenzó a funcionar en 1996 tras su creación en 1995 como parte
de la ley 24.521 de Educción Superior (LES) impulsada durante el gobierno de Carlos
Menem en respuesta a las exigencias del Banco Mundial integrando a la Comisión de
Acreditación de Posgrados creada un año antes.
Hay varias respuestas. No obstante, tres de ellas son fundamentales y merecen especial
atención. La primera: las universidades dejaron de ser universidades. Se convirtieron en
negocios familiares o de amigos que ofrecían en esta suerte de mercado universitario “títulos
de cartón” que significaban poco estudio y un alto precio. La segunda: mal uso del poder
político conjugado con intereses económicos particulares. En muchos casos, ciertos
congresistas regresaban a su lugar de origen, con una universidad bajo el brazo. De allí, a
convertirse en rectores, alcaldes o prefectos, había un corto paso. La tercera:
irresponsabilidad de los gobiernos y de los entes estatales reguladores de turno. Aquellos
organismos públicos, encargados de regular y supervisar la calidad de la educación ofrecida
por las universidades no cumplían sus funciones. A la luz de este escenario poco alentador,
en el año 2008, la Asamblea Constituyente de Montecristi sentó las bases del cambio de la
educación superior ecuatoriana, entendida como un bien público de calidad, garante
principal de la igualdad y la inclusión social de todos los ecuatorianos. En este sentido, la
Asamblea Constituyente aprueba el Mandato Constituyente Nº 14, el mismo que establece la
necesidad del desaparecido CONEA de llevar a cabo una evaluación global-sistémica de
todas las universidades e institutos de educación superior del Ecuador y elaborar un informe
detallado que presente, de manera clara y concisa, los resultados de dicha evaluación, y por
lo tanto, refleje el nivel de la calidad de la educación brindada por las universidades e
institutos que formaban parte del sistema hasta aquella época. Asimismo, la nueva Ley
Orgánica de Educación Superior (LOES) expedida en octubre del 2010, materializa lo
logrado en Montecristi estableciendo como principios del Sistema de Educación Superior a
la autonomía responsable, integridad, pertinencia, calidad, entre otros. De igual manera,
designa a la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación
(SENESCYT), al Conejo de Educación Superior (CES) y al CEAACES como los
organismos constitutivos del Sistema de Educación Superior, otorgándoles la
responsabilidad primaria de formular y ejecutar la política educativa del país –entre otras
cosas- la regulación, control, evaluación y acreditación de la calidad de la educación
2. superior. De ahí que la LOES encargue al CEAACES la tarea de revaluar a todas las
universidades e institutos de educación superior, ubicados en categoría “E” por el CONEA,
en un plazo máximo de 18 meses a partir de la expedición de la ley, es decir, hasta abril del
2012. El modelo de evaluación Con respecto al modelo de evaluación aplicado a las 26
universidades “E”, el Presidente del CEAACES, Dr. Guillaume Long, afirma que “un
modelo de evaluación no se impone indiscriminadamente, sino que se lo crea de acuerdo a la
realidad existente”. En ese sentido, el Dr. Long Precisa que a la palabra calidad hay que
dotarla de contenido en función de las falencias más apremiantes del sistema de educación
superior. Adicionalmente sostiene que la elaboración y aplicación de un modelo de
evaluación comienza por “tener claridad sobre el desarrollo estratégico de los objetivos que
busca alcanzar el país a través de la educación superior”.
El modelo de la CEAACES responde a la realidad educativa del Ecuador. Resulta en una
discusión abierta y en una búsqueda responsable de una educación superior pertinente que
responda a las demandas y necesidades de la sociedad ecuatoriana. En este sentido, el
modelo de evaluación elaborado por el CEAACES, se construyó bajo dos componentes
macro. El primero de ellos es el entorno de aprendizaje y se refiere a una evaluación de
carácter institucional de la universidad que pretende reflejar la situación de la calidad de la
educación en lo referente a su infraestructura, planta docente, gestión de patrimonio, etc.:
punto de partida del modelo. El segundo componente es resultados del aprendizaje y se
ocupa de la formación misma de los estudiantes: punto de llegada. Entre ambos
componentes hay una relación dinámica e inseparable. Pero, ¿cómo se determinó la calidad
educativa en el modelo de evaluación institucional de las universidades “E”? Se trazaron
más de 100 indicadores que al final del proceso se redujeron a 47. De dichos 47 se
dimensionaron los que más incidencia tenían sobre la calidad de la educación superior. Al
preguntarle sobre el establecimiento de dichos indicadores, el Presidente del CEAACES
afirma que “fue un proceso muy complicado que demandó muchas energías, un fuerte
trabajo de los equipos era cómo buscar la existencia y la generación de aquella columna
vertebral vital que se llama “academia” o “comunidad académica” para que podamos hablar
de universidades de calidad pero de cuya ausencia padece nuestro sistema educativo
superior”. La calidad educativa El modelo aplicado para evaluar a las universidades “E”,
priorizó dos grandes componentes: el de la Academia, que incluye el quehacer académico en
su conjunto; la carrera universitaria, contrataciones, remuneraciones, escalafones, derechos,
etc., y el de la Calidad Docente: la formación de los educadores, el tipo de carrera ofertadas,
su nivel de especialización, entre otros. Sin embargo, basar el modelo en estos dos
componentes no significó dejar de lado indicadores como el número y la calidad de
bibliotecas que tiene una institución, su infraestructura y campus, derechos, gestión, entre
otros elementos.
Los resultados arrojados por la evaluación de las “E”, determinaron que de las 26
universidades categoría E, 14 de ellas se suspendan definitivamente pues carecían de las
condiciones mínimas para un adecuado ejercicio académico; 8 de ellas superaron la
evaluación pero con depuración interna, 3 de ellas superaron la evaluación sin
inconvenientes, y finalmente, la Universidad Intercultural Amawtay Wasi deberá someterse,
en el lapso de un año, a una nueva evaluación que considere su cosmovisión y
particularidades interculturales. El Presidente del CEAACES anota que la evaluación
realizada es una experiencia enriquecedora e inédita en el país, que esta experiencia debe
convertirse en una acción regular, periódica, cotidiana dentro de la labor académica. Agrega
que “así como los estudiantes tienen derecho a recibir una educación de calidad y la
sociedad tiene derecho a recibir buenos profesionales, también las universidades e institutos
superiores tienen la obligación de generar espacios académicos de calidad y la
profesionalidad de sus docentes”.