1. UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO
FACULTADDE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, HUMANAS Y TECNOLOGÍAS
CARRERA DE PSICOLOGÍA EDUCATIVA
Trabajo de investigación
Unidad ii
Nombre:
AGUALSACA UZHCA LOURDES ELIZABETH
Materia:
EVALUACIÓN EDUCATIVA
Prof.:
Lic. PATRICIO TOBAR
Periodo semestral:
OCTUBRE 2015-FEBRERO 2016
lourdes.eliza95@gmail.com
2. ORGANISMOS DEL ESTADO QUE EVALÚAN LAS CARRERAS DE LAS
UNIVERSIDADES DEL PAÍS
Entre 1992 y 2006, la creación de universidades e institutos de educación superior creció
de manera absolutamente indiscriminada. En menos de una década aparecieron más de
40 nuevas universidades con sedes y extensiones localizadas a nivel nacional. En el año
2009, de estas 40 universidades de reciente creación, 26 fueron ubicadas en la categoría
“E”, la calificación más baja del CONEA. Su ubicación en la categoría “E” significa, en
términos generales, que el desempeño institucional-académico de dichas universidades
resultaba deficiente.
Ahora, ¿por qué se crearon tantas universidades? Hay varias respuestas. No obstante,
tres de ellas son fundamentales y merecen especial atención.
La primera: las universidades dejaron de ser universidades. Se convirtieron en negocios
familiares o de amigos que ofrecían en esta suerte de mercado universitario “títulos de
cartón” que significaban poco estudio y un alto precio.
La segunda: mal uso del poder político conjugado con intereses económicos particulares.
En muchos casos, ciertos congresistas regresaban a su lugar de origen, con una
universidad bajo el brazo. De allí, a convertirse en rectores, alcaldes o prefectos, había un
corto paso.
La tercera: irresponsabilidad de los gobiernos y de los entes estatales reguladores de
turno. Aquellos organismos públicos, encargados de regular y supervisar la calidad de la
educación ofrecida por las universidades no cumplían sus funciones. A la luz de este
escenario poco alentador, en el año 2008, la Asamblea Constituyente de Montecristi sentó
las bases del cambio de la educación superior ecuatoriana, entendida como un bien
público de calidad, garante principal de la igualdad y la inclusión social de todos los
ecuatorianos. En este sentido, la Asamblea Constituyente aprueba el Mandato
Constituyente Nº 14, el mismo que establece la necesidad del desaparecido CONEA de
llevar a cabo una evaluación global-sistémica de todas las universidades e institutos de
educación superior del Ecuador y elaborar un informe detallado que presente, de manera
clara y concisa, los resultados de dicha evaluación, y por lo tanto, refleje el nivel de la
calidad de la educación brindada por las universidades e institutos que formaban parte del
sistema hasta aquella época.
3. Asimismo, la nueva Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) expedida en octubre
del 2010, materializa lo logrado en Montecristi estableciendo como principios del Sistema
de Educación Superior a la autonomía responsable, integridad, pertinencia, calidad, entre
otros. De igual manera, designa a la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación (SENESCYT), al Conejo de Educación Superior (CES) y al
CEAACES como los organismos constitutivos del Sistema de Educación Superior,
otorgándoles la responsabilidad primaria de formular y ejecutar la política educativa del
país –entre otras cosas- la regulación, control, evaluación y acreditación de la calidad de
la educación superior. De ahí que la LOES encargue al CEAACES la tarea de revaluar a
todas las universidades e institutos de educación superior, ubicados en categoría “E” por
el CONEA, en un plazo máximo de 18 meses a partir de la expedición de la ley, es decir,
hasta abril del 2012.
El modelo de evaluación
Con respecto al modelo de evaluación aplicado a las 26 universidades “E”, el Presidente
del CEAACES, Dr. Guillaume Long, afirma que “un modelo de evaluación no se impone
indiscriminadamente, sino que se lo crea de acuerdo a la realidad existente”. En ese
sentido, el Dr. Long Precisa que a la palabra calidad hay que dotarla de contenido en
función de las falencias más apremiantes del sistema de educación superior.
Adicionalmente sostiene que la elaboración y aplicación de un modelo de evaluación
comienza por “tener claridad sobre el desarrollo estratégico de los objetivos que busca
alcanzar el país a través de la educación superior”.
El modelo de la CEAACES responde a la realidad educativa del Ecuador.
Resulta en una discusión abierta y en una búsqueda responsable de una educación superior
pertinente que responda a las demandas y necesidades de la sociedad ecuatoriana.
En este sentido, el modelo de evaluación elaborado por el CEAACES, se construyó bajo
dos componentes macro. El primero de ellos es el entorno de aprendizaje y se refiere a
una evaluación de carácter institucional de la universidad que pretende reflejar la
situación de la calidad de la educación en lo referente a su infraestructura, planta docente,
gestión de patrimonio, etc.: punto de partida del modelo. El segundo componente
es resultados del aprendizaje y se ocupa de la formación misma de los estudiantes:
punto de llegada. Entre ambos componentes hay una relación dinámica e inseparable.
4. Pero, ¿cómo se determinó la calidad educativa en el modelo de evaluación
institucional de las universidades “E”? Se trazaron más de 100 indicadores que al final
del proceso se redujeron a 47. De dichos 47 se dimensionaron los que más incidencia
tenían sobre la calidad de la educación superior. Al preguntarle sobre el establecimiento
de dichos indicadores, el Presidente del CEAACES afirma que “fue un proceso muy
complicado que demandó muchas energías, un fuerte trabajo de los equipos (…) era cómo
buscar la existencia y la generación de aquella columna vertebral vital que se llama
“academia” o “comunidad académica” para que podamos hablar de universidades de
calidad, pero de cuya ausencia padece nuestro sistema educativo superior”.
La calidad educativa
El modelo aplicado para evaluar a las universidades “E”, priorizó dos grandes
componentes: el de la Academia, que incluye el quehacer académico en su conjunto; la
carrera universitaria, contrataciones, remuneraciones, escalafones, derechos, etc., y el de
la Calidad Docente: la formación de los educadores, el tipo de carrera ofertadas, su nivel
de especialización, entre otros. Sin embargo, basar el modelo en estos dos componentes
no significó dejar de lado indicadores como el número y la calidad de bibliotecas que
tiene una institución, su infraestructura y campus, derechos, gestión, entre otros
elementos.
Los resultados arrojados por la evaluación de las “E”, determinaron que de las 26
universidades categoría E, 14 de ellas se suspendan definitivamente pues carecían de las
condiciones mínimas para un adecuado ejercicio académico; 8 de ellas superaron la
evaluación pero con depuración interna, 3 de ellas superaron la evaluación sin
inconvenientes, y finalmente, la Universidad Intercultural Amawtay Wasi deberá
someterse, en el lapso de un año, a una nueva evaluación que considere su cosmovisión
y particularidades interculturales.
El Presidente del CEAACES anota que la evaluación realizada es una experiencia
enriquecedora e inédita en el país, que esta experiencia debe convertirse en una acción
regular, periódica, cotidiana dentro de la labor académica. Agrega que “así como los
estudiantes tienen derecho a recibir una educación de calidad y la sociedad tiene derecho
a recibir buenos profesionales, también las universidades e institutos superiores tienen la
obligación de generar espacios académicos de calidad y la profesionalidad de sus
docentes”.