El documento describe la sordera y déficit auditivo, explicando que afecta el desarrollo del lenguaje, la orientación, vigilancia y desarrollo intelectual y social. Explica que hay diferentes grados de deficiencia auditiva como hipoacúsicos que pueden adquirir lenguaje oral con ayuda y sordos profundos que requieren lenguaje de señas. También describe signos de déficit auditivo como no responder al ser llamado y problemas con sonidos ambientales, lectura y escritura.
1. SORDERA Y DEFICIT AUDITIVO.
DEFINICIÓN.
GRADO DE
DEFICIENCIA.
PERDIDA DE LA AUDICIÓN.
COMUNICACIÓN.
SIGNOS.
ADRIANA NOGUERA.
2. El sistema auditivo humano es una estructura compleja que se encarga
de recibir, procesar e interpretar la información sonora. Es por ello que,
la presencia de déficit auditivo repercutirá de manera negativa en varias
áreas de desarrollo: lenguaje y voz; funciones de orientación, vigilancia
y alerta; desarrollo intelectual y social de la persona que lo presenta.
Por todo lo mencionado anteriormente, es importante que tanto padres
como maestros puedan detectarlo tempranamente.
Es una insuficiencia que
no le permite al niño
aprender su propia lengua
y que no le permite
participar en las
actividades normales de
su edad.
3. Hipoacúsicos: Niños con audición
deficiente pero que pueden adquirir
el lenguaje oral por vía auditiva, ya
sea con la ayuda de audífonos o sin
ellos. Tienen un lenguaje funcional
aunque es imperfecto en lo que se
refiere a léxico, fonética y
morfosintaxis.
Sordos profundos: Niños con
tal pérdida que no pueden
adquirir el lenguaje oral por
vía auditiva, teniendo que
recurrir para su adquisición a
otros canales, especialmente
el visual.
4. Sordera prelocutiva: Sucede antes de que
se haya establecido el lenguaje en el
niño, es decir, antes de los tres años de
edad. En este caso, el objetivo principal
será que el niño adquiera un sistema
lingüístico organizado.
Sordera post-locutiva: Se origina en
algún momento posterior a la
adquisición del habla. El objetivo de
intervención será mantener el lenguaje
ya adquirido y enriquecerlo a partir de
la experiencia acumulada del niño.
5. • Gesto deíctico. Los niños pequeños se comunican esencialmente
mediante el gesto deíctico (señalando con el dedo las cosas) y a
través del contacto ocular. Estas conductas son innatas en el
desarrollo normal de todo niño, pero van desapareciendo poco a
poco en los niños con audición normal. Sin embargo, en los niños
con déficit auditivo estas acciones van aumentando y mejorando
hasta que aprenden a comunicarse por signos.
• La lectura y la escritura, se verán
afectadas también dado que los niños con
déficit auditivo utilizan un lenguaje más
concreto en sus escritos ya que tienden a
emplear sustantivos y verbos y menos
pronombres, preposiciones y adverbios,
haciendo frases más cortas y sencillas.
6. Muchas veces no responde al ser llamado por su
nombre, generalmente cuando no nos está mirando.
No hace caso a sonidos ambientales (lluvia, el trinar de
los pájaros, etc.)
Comete constantes errores en la lectura y/o en la
escritura.
Confunde palabras que tienen sonidos similares.
Tiene dificultades para identificar, reproducir y
discriminar patrones rítmicos relacionados con la
educación musical.
En ocasiones presenta problemas de relación con los
demás niños.
No responde a ambientes ruidosos.