El documento discute la importancia de trabajar la discapacidad motora en el aula para crear conciencia sobre las dificultades que enfrentan estas personas y cómo podemos ayudarlas. También enfatiza la necesidad de mejorar el acceso y la inclusión para las personas con discapacidad motora a fin de garantizar su igualdad. Finalmente, proporciona recomendaciones para apoyar el desarrollo psicomotor de niños con discapacidad, incluidas sugerencias para estimular el movimiento en diferentes posiciones y el desarrollo de hab
1. CONCLUSIONESDE LA DISCAPACIDAD PSICOMOTRIZ
Con este trabajo nos hemos dado cuenta de lo importante que es trabajar la
discapacidad motórica dentro del aula, ya que es importante que concienciemos a
los alumnos de las dificultades que estas personas tienen y de las ayudas que les
podemos proporcionar.
Si no logramos hacer mejoras en el ámbito de la discapacidad motora, las
personas con esta discapacidad no podrán vivir en igualdad, y serán ellos los que
tendrán que adaptarse a las dificultades que les pone la sociedad.
Nos ha parecido muy interesante realizar este trabajo ya que nos ha aportado
información muy importante sobre la discapacidad motora que desconocíamos.
CONCLUSIÓN
Tomar la discapacidad como problema social actual nos obliga a relacionarla con
los cambios materiales e ideológicos que acompañaron la llegada de la sociedad
capitalista. Es habitual en nuestro tiempo el culto a la perfección corporal y
muchas de las discapacidades hacen alejar al individuo de estos parámetros. Pero
quizás más importante es observar que dado el carácter prioritario del trabajo, la
persona con discapacidad es considerada "menos útil", ya que se piensa que no
puede contribuir al "bien económico de la comunidad". La relación entre pobreza y
discapacidad se hace cada vez más estrecha por dos cuestiones. Por un lado
porque la no tener recursos se hace más difícil tratar la deficiencia y la
rehabilitación, así como el acceso a las medidas de prevención. Además, el tener
una discapacidad dificulta la posibilidad de tener trabajo en un mercado tan
selecto.
Primero porque es necesario reforzar la prevención, ya que más del 80 % de las
discapacidades son evitables. Por otro lado, una comunidad que segrega a parte
de su población está atacando directamente la dignidad humana. Esto quiere decir
que debemos ocuparnos mucho más por esta construcción colectiva, ya que de
ella dependerán los logros en el cumplimiento del sistema jurídico y también en las
condiciones económicas. Para que realmente exista equidad se necesita enfatizar
sobre los siguientes valores: cumplimiento de los derechos logrados, plena
2. participación de todos los individuos, autonomía personal y convivencia en la
diversidad.
Cuando un niño o niña tiene una patología que produce una discapacidad física
suele tener problemas en su desarrollo motor grueso y fino. La motricidad gruesa
son todas aquellas habilidades que nos permiten realizar grandes movimientos,
como mover los brazos, las piernas, mantenernos estables sentados, pararnos,
caminar, saltar, correr, entre otras. La motricidad fina se refiere a aquellas
habilidades que nos permiten realizar movimientos más precisos, como tomar
objetos pequeños y trasladarlos, jugar con ellos, pintar, dibujar, ensartar cuentas,
entre otras.
RECOMENDACIONES PARA LA DISCAPACIDAD PSICOMOTRIZ
Para que un niño/a se desarrolle en su área motriz es importante que pueda jugar
y explorar sus movimientos en todas las posturas. A todos los niños y niñas les
cuesta en un comienzo estar acostados de guatita, ya que se le dificulta más el
moverse y tienden a llorar, pero poco a poco podemos ir acostumbrándolos a
ponerlos un ratito en esa postura para que también puedan aprender a moverse.
En niños/as pequeños/as, que aún no logran afirmar bien su cabeza o apoyarse
en sus brazos se recomienda ponerlos de guatita llevando ambos brazos delante
de su cara donde pueda verlos. Si el niño/a se gira hacia los lados, se puede
poner una toalla enrollada o un cojín pequeño bajo sus brazos (no se recomienda
utilizar esta postura sin supervisión ni por la noche). En esta posición podemos
3. estar un momento mostrándole objetos llamativos para que intente levantar su
cabeza y mirarlos o para que intente cogerlos apoyado de sus codos.
Al ponerlo de espalda se debe estimular que el niño o niña juegue con sus manos
hacia su pecho y frente a su cara, que se toque su guatita y sus pies, se debe
estimular que mueva sus manos y sus pies en todas las direcciones y de forma
simétrica. Por ejemplo el niño suele utilizar más una manito que otra, o mirar
siempre para el mismo lado, o le cuesta mucho llevarse objetos a la boca o no
logra pasárselos de una mano a la otra, entonces podemos ir mostrándole
juguetes y elementos llamativos para estimular a que realice poco a poco estos
movimientos. Si el niño o niña no logra tomar los juguetes con sus manos,
podemos con la ayuda de unas cintas, ponerle algunos sonajeros en la manito
Al ponerlo de costado debemos hacerlo un rato hacia cada lado, evitando que la
cabeza se vaya marcadamente hacia atrás. Para eso podemos, si es necesario,
apoyar al niño o niña contra una superficie como un cojín grande. En esta posición
facilitamos que el niño pueda tocarse ambas manos y llevarlas hacia el centro de
su cuerpo, por lo que es bueno estimular que juegue tomando objetos como
cascabeles, juegos con texturas o con sonidos.
Para eso ponla en 4 patitas, sin aún estimularla a
que se desplace, para que comience a desarrollar la fuerza necesaria de las
piernas y los brazos que permiten que estabilice esta posición. Cuando ya tenga la
fuerza de estar en esa postura por algunos minutos, puedes comenzar a animarla
para que avance y gatee, primero adelantando un brazo y un pie, luego los del
otro lado. Recuerda siempre que estas actividades deben ser un juego para tu hijo
4. o hija, así que realízalas de a poco, cada vez por ratos más largos, mostrándole
juguetitos, cantando canciones o haciéndola reír para que se divierta.
Alrededor de los 10 meses, si se ha logrado avanzar en las habilidades anteriores,
puedes comenzar a estimular a que tu hijo o hija, para que apoyado con sus
manos (en una silla, cama u otro mueble estable a su alcance), se pare o apoye
por sí solo. Para eso puedes ayudarla a que de la posición de gateo o cuatro pies,
pase a arrodillarse con una pierna y pararse. Cuando el niño/a se logra parar
afirmado de una superficie, hay que asegurarse que esta posición sea firme. Para
eso podemos estar progresivamente por más tiempo en esa postura, mostrándole
cosas divertidas, hasta que veamos que ya se mantiene firme por sí solo. Luego
podemos seguir avanzando en estimularlo para que de pasitos hacia al lado,
afirmándose, para finalmente comenzar a dar pasos hacia adelante y hacia al lado
apoyado de los muebles.
Cuando ya tenga un año, si se han logrado las habilidades antes mencionadas se
puede comenzar a practicar que camine. Primero será una marcha inestable y
poco a poco podrá caminar más independientemente. Si bien es cierto que
muchos niños/as no logran la marcha independiente, e incluso no llegan a
sentarse por sí mismos, la secuencia de trabajo que debemos potenciar es ésta y
no adelantarlo. Por eso es importante que estimules el desarrollo de habilidades
de tu hijo o hija según lo que éste puede lograr hoy, para saber cuál es el paso
que sigue y que efectivamente podemos pedirle.