El documento describe el sistema educativo colombiano y las críticas a su enfoque actual. Señala que el gobierno ha recortado fondos a la educación, lo que ha llevado al deterioro de la infraestructura y calidad educativa. Además, critica que el gobierno enfoque la educación en capacitar para el trabajo y no en la formación integral, reproduciendo las desigualdades sociales.
1. EL SISTEMA EDUCATIVO
COLOMBIANO
Estatuto consagrado en la
Constitución Política de Colombia
y en la Ley general de Educación
de 1994, cuyo propósito es que
todos los colombianos tengan
distintas opciones de aprendizaje.
2. El papel de
cualquier Estado es
hacer de su
sistema educativo
un motor para
preparar la
población para el
desarrollo
nacional, desde un
nivel mínimo como
es la alfabetización,
hasta la
preparación de
mano de obra
técnicamente
calificada y
profesionales de
3. El atraso económico de Colombia
determina primordialmente el
deterioro de las condiciones de
vida y de cultura de la población.
Razón por la cual el desarrollo
económico es un punto de partida
ineludible para el bienestar de
toda una nación, si bien es cierto
que la educación por sí sola no
resuelve el mencionado
problema, también es cierto que
sin ella resulta imposible lograr el
avance científico y tecnológico
requerido para superar el enorme
subdesarrollo de nuestro país.
4. Sin embargo para nuestros
“dirigentes” la educación no ha sido
un proyecto prioritario, coherente
y autónomo en el Estado
colombiano, y hoy obedece más a
los dictámenes de los organismos
crediticios internacionales y a los
tratados de libre comercio, que a
las condiciones de una verdadera
transformación educativa adecuada
a la realidad del país.
5. Tan cierto es que siguiendo las
recomendaciones del fondo
Monetario Internacional, los
gobiernos de Pastrana, Uribe y
Santos fruto de las reformas
constitucionales han logrado
arrebatarle a la educación 28
billones de pesos desde la fatídica
aprobación del Acto legislativo 01
del año 2001 hasta la fecha…
… y se calcula que al año
2019 alcanzará la
astronómica cifra de 51
billones el recorte de los
dineros dedicados a la
educación de los niños y
jóvenes de nuestra nación.
6. Ese raponazo ha implicado prácticamente el
abandono de colegios y escuelas por parte del
gobierno, se han cerrado cerca de 3.000
instituciones en el país bajo el criterio de la
racionalización de los recursos, las que no se
han caído por falta de mantenimiento amenazan
ruina, ni siquiera para pintarlas hay plata.
Salones y pupitres destartalados, hacinamiento
en las aulas, la planta docente se ha reducido en
cerca de 20.000 maestros y con las nuevas
pretensiones de la ministra Ocampo de
aumentar la jornada laboral, saldrán otros
19.000, según ella sobran educadores, cuando
deambulando por las calles en el rebusque se
encuentran cerca de tres millones de niños.
7. Unido esto al
desmejoramiento de las
condiciones laborales de
los profesores: pérdida
de su poder adquisitivo
en más de un 40%;
deudas acumuladas por
sus prestaciones
sociales, detrimento de
sus servicios médicos
asistenciales, situaciones
estas, que
necesariamente llevan a
un deterioro de la
calidad de la educación.
8. Pero salta la pregunta:
¿Por qué este
desinterés por parte
del gobierno en
mejorar el sistema
educativo?
9. Por una razón muy sencilla: el gobierno busca
que el sistema educativo colombiano ya no
forme para la vida, sino que capacite para el
trabajo. La política gubernamental se ha
empeñado en propalar que no hay saberes, ni
valores, ni ciencia, ni artes, ni humanidades; que
lo que se debe es entrenar a los estudiantes para
su inserción en el mundo laboral de acuerdo con
las necesidades del mercado. Y es en este marco,
en el de la globalización, el de la competitividad y
la productividad.
10. Se imponen conceptos pedagógicos que
descartan la formación en valores, en el
conocimiento universal, la literatura, las artes,
los deportes; aspectos necesarios para la
educación integral del ser humano y para el
desarrollo nacional, y sean los preceptos
neoliberales como la capacitación del “capital
humano” que reduce a los estudiantes al nivel
de un simple recurso más, los que se
terminen implementando.
11. Por lo tanto, se le plantea al país en
medio del continuismo de la política
de “Confianza inversionista”, por
parte del gobierno, que el enfoque
educativo debe dirigirse hacia los
ejes de la economía nacional:
minería, infraestructura, agricultura,
vivienda e innovación, las llamadas
locomotoras de la prosperidad
económica.
12. Por ello se intensifica la enseñanza por
competencias la cual se fragua en el
marco de la globalización y sirve a los
intereses de las potencias en su
propósito de utilizar la mano de obra del
tercer mundo. El TLC de Colombia con
Estados Unidos, Canadá, la Unión
Europea y el más reciente con Corea
requiere instruir la mano de obra, cada
vez más pauperizada como producto de
las reformas laborales, una mano de obra
barata, que se hace necesaria para el
mundo de la maquila y las
multinacionales, se trata de tener
estudiantes “competentes”.
13. Esta situación de precariedad
descrita, contrasta totalmente
con la educación de élite que
reciben los sectores sociales
con mayores ingresos. Este
modelo, incubado por Uribe y
ahondado por Santos,
reproduce en el área educativa
la desigualdad que se expresa
en todos los campos de la
sociedad colombiana y, al
contrario de la propaganda
oficial, antes de cerrar la
brecha la agranda por
generaciones. Es decir,
educación pobre para pobres y
educación de alto nivel para
ricos.
14. Agradecemos especialmente el material a:
http://www.viceversa.com.co/index.php?option=
¡GRACIAS!
El contenido cual fue recreado a nuestra manera;
para ser leído de una manera distinta y didáctica.
Un excelente tema de: reflexión,
análisis, conocimiento y verdad acerca
de la realidad educativa de nuestro país.
Andrea Romero Palacios