La candidiasis mucocutánea es una infección fúngica causada por especies de Candida que se localiza preferentemente en zonas de pliegues y superficies mucosas. Candida albicans normalmente forma parte de la flora comensal pero puede causar infección en presencia de factores como humedad, maceración, tratamiento antibiótico o inmunodepresión. Los síntomas varían según la localización e incluyen placas blanquecinas, prurito, dolor y descamación. El diagnóstico se realiza mediante
1. CANDIDIASIS MUCOCUTÁNEA
CONCEPTO
La candidiasis mucocutánea es una infección fúngica superficial originada por especies
del hongo levaduriforme Candida. El cuadro se localiza preferentemente en zonas de
pliegues y superficies mucosas. Muchos de los pacientes presentan factores
predisponentes a la infección tales como maceración en la zona afectada, diabetes,
tratamiento antibiótico previo o inmunodepresión de cualquier causa.
ETIOPATOGENIA
La Candida albicans puede encontrarse en circunstancias normales en la epidermis,
mucosas y tracto gastrointestinal. Sin embargo, en determinadas condiciones puede
pasar de constituir parte de la flora comensal a originar patología mucocutánea
localizada o incluso generalizada.
La principal respuesta inmunitaria del organismo frente a C. albicans corre a cargo de la
inmunidad celular, que reacciona frente a la pared celular de polisacáridos del hongo.
La flora bacteriana comensal de la piel inhibe el crecimiento del hongo.
Los factores que predisponen a la infección son: 1) factores locales tales como la
humedad, maceración y oclusión; 2) tratamiento sistémico con antibióticos, corticoides
o anticonceptivos orales; 3) embarazo; 4) diabetes y obesidad; 5) disminución de la
respuesta inmunitaria frente a Candida que aparece en los niños menores de 6 meses, en
pacientes con linfomas y leucemias, en pacientes bajo tratamiento citostático y en
pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
CLÍNICA
Existen diferentes formas clínicas de la infección de acuerdo con la localización de esta:
Candidiasis oral
Se caracteriza por la aparición de placas blanquecinas, de aspecto lechoso y fácilmente
desprendibles en la mucosa orofaríngea. Suele ser asintomática, pero en ocasiones cursa
con erosiones dolorosas que dificultan la masticación. Suele darse en neonatos y en
pacientes inmunodeprimidos o tras tratamiento antibiótico. En pacientes portadores de
virus de la inmunodeficiencia humana su aparición es indicativa de un grado moderado
de inmunodepresión. Puede complicarse con una candidiasis esofágica, clínicamente
caracterizada por dolor retroesternal y odinofagia intensa.
Existen diferentes formas de presentación de acuerdo con el tipo de lesiones. La más
frecuente es la candidiasis pseudomembranosa, que cursa con placas blanquecinas que
se desprenden fácilmente por raspado dejando una superficie mucosa erosionada.
La candidiasis atrófica es poco frecuente, suele darse en pacientes de edad avanzada y
cursa con placas eritematosas de aspecto atrófico. El cultivo de la lesión da el
diagnóstico.
La candidiasis hipertrófica cursa con placas blanquecinas que no se desprenden por
raspado pero que responden a tratamiento antifúngico prolongado.
2. Vulvovaginitis candidiásica
Cursa con prurito vulvar intenso junto a aumento del flujo vaginal (de color
blanquecino). La exploración muestra en paredes vaginales las mismas placas que
pueden encontrarse en la candidiasis oral, así mismo aparece eritema y edema en vulva,
que puede extenderse hacia la región inguinal.
Balanopostitis candidiásica
Es la infección de la mucosa del glande por C. albicans. Cursa con lesiones
eritematosas, pústulas blanquecinas de pequeño tamaño y descamación. Si bien la
afectación genital por C. albicans (vulvovaginal o prepucial) no puede considerarse en
sentido estricto una enfermedad de transmisión sexual, el tratamiento debe incluir a la
pareja para prevenir la aparición de recidivas.
Intertrigo candidiásico
Es la forma típica de infección cutánea por C. albicans. La infección se localiza en
pliegues, favorecida por la humedad y maceración. Se afectan más frecuentemente el
pliegue inguinal, glúteo, submamario, axilar e interdigital.
En pacientes obesos se afectan los pliegues abdominales y en pacientes encamados la
infección suele extenderse hacia la espalda. La dermatitis del pañal generalmente se
complica con infección por C. albicans.
Cursa con lesiones eritematosas, de superficie húmeda, brillante y descamativa En la
periferia de estas placas eritematosas aparecen pústulas blanquecinas satélites. Si bien la
infección puede ser asintomática, típicamente se acompaña de prurito, escozor e incluso
dolor.
Perionixis candidiásica
Es una forma de paroniquia (inflamación de la región periungueal) producida por C.
albicans. Se caracteriza por eritema, edema y dolor en la región periungueal de los
dedos de la mano. Con frecuencia las lesiones drenan un material purulento de color
blanquecino. En muchas ocasiones se acompaña de discoloración y distrofia ungueal.
Suelen afectarse varios dedos al mismo
tiempo, especialmente en amas de casa. Debe diferenciarse de otras paroniquias de
origen bacteriano o psoriásico. Queilitis angular
Se le denomina también perleche o boqueras. Es un proceso inflamatorio localizado en
los pliegues labiales, frecuentemente sobreinfectado por C. albicans. Cursa con eritema,
descamación y fisuración localizada en la unión de labio superior con el labio inferior.
En pacientes portadores de VIH esta forma de infección es crónica y constituye una
manifestación cutánea frecuentemente asociada al SIDA.
DIAGNÓSTICO
Se realiza en base a las manifestaciones clínicas, confirmándose mediante el examen
directo con KOH de escamas o contenido de pústulas, que revelará la presencia de
elementos levaduriformes y micelios. El cultivo permite el diagnóstico definitivo,
creciendo colonias de color blanco a las 24-72 horas en medios para hongos o bacterias
incluso a temperatura ambiente.
3. TRATAMIENTO
El tratamiento debe incluir control de los factores predisponentes (evitar uso innecesario
de antibióticos, control de diabetes, evitar humedad y maceración en los pliegues, evitar
el contacto de manos con agua, etc.)
La candidiasis orofaríngea suele responder favorablemente a enjuagues orales con
nistatina o al miconazol en forma de gel oral. Cuando la candidiasis orofaríngea ocurre
en pacientes con otras enfermedades concomitantes es conveniente utilizar un
antifúngico por vía oral como itraconazol o fluconazol.
La candidiasis vaginal se puede tratar por vía tópica con ketoconazol en óvulos, también
se puede aplicar crema de ketoconazol en los casos en los que hay afectación vulvar o
extravaginal. No obstante, los mejores resultados en el tratamiento de la candidiasis
vaginal se obtienen con itraconazol por vía oral: 200 mg dos veces al día, un solo día si
es el primer episodio de candidiasis vaginal aguda o 200 mg una vez al día durante tres
días si la paciente ya ha consultado anteriormente por el mismo cuadro.
Los resultados con fluconazol también son mejores que los obtenidos con tratamientos
tópicos.
En general, las pacientes prefieren el tratamiento oral al tópico. No hay un consenso
sobre si debe o no tratarse a la pareja aunque la mayoría de los clínicos están a favor del
tratamiento de la pareja.
El intertrigo candidiásico responde al control de la humedad y maceración junto a
antifúngicos tópicos. Puede emplearse ketoconazol tópico u otros antifúngicos como
econazol o miconazol. En ocasiones resulta útil asociar al tratamiento antifúngico un
esteroide de baja potencia, que contribuirá a reducir la sintomatología inflamatoria. Para
el control de la humedad local puede usarse agua sulfatada o polvos de talco.
Los antifúngicos orales son mucho más eficaces, el itraconazol a dosis de 100 mg una
vez al día durante 15 días proporciona muy buenos resultados.