Si bien el Soft Power, o Poder Blando, es un término utilizado en relaciones internacionales para describir la capacidad de un actor político para incidir en las acciones o intereses de otros actores valiéndose de medios culturales e ideológicos para el efecto, este concepto también puede aplicarse al ámbito corporativo.
Artículo 36. El germen de la imagen pública negativa
Artículo 35. La imagen pública como estrategia de Soft Power
1. Es decir, la empresa puede
concretar el Poder Blando a
través de la implementación de
una serie de estrategias, una de
ellas es el impulso de una
estrategia integral de Imagen
Pública, que sutilmente y al
unísono vayan persuadiendo a los
clientes para que piensen y
sientan positivamente respecto
de la oferta corporativa.
De manera contextualizada en las
nuevas lógicas que estamos
descubriendo en el Siglo XXI, el
poder duro sería la estrategia de
mercadeo pura y dura que se
enfoca en crear concepciones de
las marcas como un ligamen que
vincule al cliente con la empresa,
mientras que el poder blando
sería la imagen pública que trata
multilateralmente de conectar a
nivel sensorial con el cliente como
persona, no solo como
consumidor.
Si no lo han visualizado, piensen
en que el cliente actual no solo
está más informado, sino que
también es más prejuicioso y
crítico sobre lo que le ofrecen las
empresas; así, mientras se siga
Alex Castillo | Máster en RSE | Licenciado en Imagen Pública | Consultor en Imagen Corporativa
Blog: https://alexcastilloblog.wordpress.com/ | Artículo 35
La Imagen
Pública como
estrategia de
Soft Power
ampliando la oferta comercial sobre
un producto o necesidad específica,
el cerebro tiende a aislar los
elementos de juicio y valor que
deben sobresalir para conseguir un
incremento en la satisfacción.
Recientes estudios de este
consultor han demostrado que el
precio sigue persuadiendo como
primer frente de criterio para
invertir en un producto o servicio,
seguido de la necesidad y hasta de
último entra la imagen.
Pero al final siempre habrá un
criterio de me gusta o no me gusta
que estará guiado sobre si
logramos como empresas que el
cliente se informe, nos crea y confíe
en nuestra apuesta, como nuevo
ligamen para que abra
permanentemente sus sentidos, no
solo a lo que le ofrecemos, sino
también a lo que somos como
empresas, sujetos corporativos.
Por eso es que la empresa de hoy
necesita de un poder blando, un
poder sutil que poco a poco, a
través de múltiples canales, cree
experiencias offline y online que le
vayan diciendo realmente a los
clientes que se puede confiar en
nosotros porque no buscamos
una venta, sino una relación.
Así, para lograr lo anterior se
necesita de ideas, imágenes,
mensajes, formas, colores,
discursos, productos, servicio al
cliente, efectividad, respeto y
confianza para lograr llamar la
atención y hacerle ver al cliente
que este se merece nuestra
respuesta, nuestra oferta; así, con
una estrategia adecuada,
permearemos las conductas de
los clientes y principalmente la
forma en la que nos miran.
Si volteas a ver a tu alrededor, el
Soft Power lo encuentras a diario
pero lo que más grita es el
marketing y la publicidad. Si
incorporamos una estrategia de
Imagen Pública en nuestras
empresas estaremos dándole
sostenibilidad a los disparadores
de la demanda. Por cierto, ¿sabes
cuáles son los tuyos? Soft Power
en tu agenda diaria.
Si bien el Soft Power, o Poder Blando, es un término utilizado en relaciones internacionales para
describir la capacidad de un actor político para incidir en las acciones o intereses de otros actores
valiéndose de medios culturales e ideológicos para el efecto, este concepto también puede aplicarse
al ámbito corporativo.