2. FRACTURA DE DIAFISIS DE
TIBIA
la tibia es el hueso largo que más comúnmente se fractura. Los
huesos largos incluyen el fémur, el húmero, la tibia y el peroné.
Debido a que se requiere de una fuerza importante para fracturar un
hueso largo, este tipo de fracturas puede estar asociada a lesiones
adicionales.
3. ANATOMÍA
LA PIERNA ESTÁ FORMADA POR DOS HUESOS:
La TIBIA, el hueso más grande y resistente.
El PERONÉ, el hueso más pequeño y delgado.
Los huesos largos se dividen en:
La mayor parte del peso recae sobre la tibia y es una parte importante
de las articulaciones de la rodilla y del tobillo.
5. ETIOLOGIA
Las etiologías más comunes de las fracturas
diafisiarias de tibia son:
Traumatismos de alta energía
Accidente automovilístico
Accidente en motocicleta
Al realizar algún deporte, como sufrir una
caída al esquiar o recibir una barrida durante
un partido de futbol
6. FRACTURA DE DIAFISIS DE
TIBIA
aunque también se dan casos de fracturas con traumatismos de baja
energía como las fracturas “de los primeros pasos” en el ámbito
infantil.
La fractura de TODDLER, es
una entidad propia de la
primera infancia
(especialmente frecuente
entre los 9 meses y los 3
años). Es una fractura
espiroidea de tibia no
desplazada, que generalmente
ocurre tras un traumatismo
banal.
7. EXPLORACION Y
EVALUACION
Aunque el diagnóstico de las fracturas diafisarias de tibia sea sencillo
gracias a la ayuda de la radiografía simple, no debemos olvidar la
exploración de lesiones asociadas.
PRESENTAN UNA SERIE DE CARACTERÍSTICAS PROPIAS:
• La cara antero-interna de tibia es subcutánea.
Fracturas abiertas más frecuentes (hasta el 25% de
fracturas diafisarias de tibia).
• Vascularización precaria, fundamentalmente en la
mitad distal de tibia. Riesgo de complicaciones en su
consolidación.
• Asociación de lesión en partes blandas. Gran
importancia del examen neurovascular. Alta
probabilidad de síndrome compartimental.
8. CUADRO CLÍNICO
LOS SIGNOS Y SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE
UNA FRACTURA DIAFISIARIA DE TIBIA
SON:
Dolor en la zona de la fractura
Incapacidad para caminar
Incapacidad para apoyar la pierna afectada
Deformidad de la pierna
Acortamiento de la pierna afectada, pareciendo
más corta que la pierna contralateral
Heridas en la piel con el hueso sobresaliendo
por las mismas
Pérdida de la sensibilidad en el pie.
9. CLASIFICACION
Clasificación AO Radiológica
Fractura del grupo
42-A1 ESPIROIDEA Fractura del grupo
42-A3 TRANSVERSA
Fractura del grupo
42-A2 OBLICUA
A2.1 A2.2 A2.3 A3.1 A3.2 A3.3
A1.1 A1.2
A1.311
13. TRATAMIENTO
El tratamiento de las fracturas de diáfisis de tibia y peroné presenta aún hoy en
día controversia, dado el gran riesgo de complicaciones, principalmente el de
infección.
El objetivo es conseguir una reanudación lo más rápida
posible de las actividades de la vida diaria .
14. FRACTURA CERRADA
En cuanto al tratamiento quirúrgico de las fracturas diafisarias de tibia se ha
demostrado la superioridad de los CLAVOS INTRAMEDULARES con respecto
a otras técnicas quirúrgicas (fijador externo, placas a compresión…), con
tasas de consolidación superior y menor índice de complicaciones.
Clavos intramedular Clavo fresado Clavo ranurado
15. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Rayos X.
Las radiografías proporcionan imágenes
de estructuras densas, como el hueso.
Ayudarán a identificar si el hueso está
fracturado y si hay desplazamiento.
También pueden ayudar a clasificar el
tipo de fractura y así planificar su
tratamiento.
Tomografía computarizada.
Muestra imágenes más detalladas de
estructuras como el hueso. para valorar si
la fractura se extiende hacia la
articulación de la rodilla o tobillo.
Además proporciona información sobre
la gravedad de la fractura.
16. FRACTURAABIERTA
La fractura abierta implica lesión importante de las
partes
blandas, habitualmente requiere más energía que una
fractura cerrada y asocian otras lesiones.
También nos aumentará la incidencia
de complicaciones.
17.
18.
19. AMPUTACION
Para las fracturas abiertas grado III, en ocasiones lo más
complicado es decidir si se deben tratar o amputar directamente. Para
facilitar esta compleja decisión podemos tener en cuenta criterios
sugestivos de conservación del miembro inferior:
• Integridad del nervio tibial posterior: exploración
sensitiva de la planta del pie.
• Integridad de la arteria poplítea.
• Amplitud del daño de los tejidos blandos; valorar si
será posible reconstruir con colgajos, injertos
musculares o vascularizados libres.
• Valorar futura funcionalidad.
• Una isquemia superior a 6 horas orienta a una
amputación.
20. FRACTURAS EN NIÑOS
Dadas sus características óseas se recomienda el
tratamiento ortopédico salvo fracturas irreductibles,
fracturas en las que no se pueda mantener la
reducción,conminutas, síndrome compartimental y
abiertas.
21.
22. COMPLICACIONES
Sindrome compartimental:
El síndrome compartimental es una
complicación potencialmente grave que se
define como el aumento de la presión
dentro de un espacio cerrado por fascias,
que afecta la viabilidad de los tejidos.
Dada su asociación frecuente a
traumatismos de alta energía y a las
estancas aponeurosis de la pierna, las
fracturas de la diáfisis tibial son la causa
más frecuente de síndrome
compartimental agudo.
23. FRACTURA DE PILON TIBIAL
Consideramos como fractura del pilón tibial a toda aquella fractura
de la metáfisis distal de la tibia que llega a la articulación del tobillo.
Destot en 1911 definió el término "pilón
tibial fractures" como estrictamente
limitado a las fracturas de la superficie de
apoyo del pilón tibial.
Ferguson y Mears (1980) la definen como
aquella fractura que involucra la extremidad
distal de la tibia, con progresión a la
articulación del tobillo.
24. EPIDEMIOLOGIA
Las fracturas de pilón tibial afortunadamente son poco frecuentes. Representan
el 7% al 10% de las fracturas de la tibia y el 1% de las fracturas de la extremidad
inferior13,26-29. Antes de los 50 años estas fracturas predominaban en varones,
invirtiéndose el género a partir de la quinta década de la vida.
25. MECANISMO LESIONAL
En los traumatismos de baja energía como los accidentes de esquí u otros
deportes están implicadas fuerzas rotacionales, y se suelen producir fracturas
simples espiroideas con mayor afectación proximal, menos conminutas y
mínima lesión de partes blandas. Con mayor frecuencia las fracturas de
pilón tibial se producen por traumatismos de alta energía en cuyo
mecanismo lesional actúan fuerzas de compresión axial que se traducen en
fracturas complejas, intraarticulares, muy conminutas, con impactación ósea y
afectación importante de partes blandas.
26. CLASIFICACIONES
Una clasificación útil es aquella que proporciona factores pronósticos, sirve de
guía para el tratamiento y ayuda a la comunicación científica. Dentro de las
clasificaciones de las fracturas de pilón tibial la más utilizada hasta la fecha es
la de Rüedi y Allgöwer8 descrita en 1969
27. El grupo AO ha descrito una clasificación más compleja que la anterior, pero que
proporciona una más detallada descripción de la fractura
28. Respecto a las partes blandas, las fracturas abiertas de
pilón tibial se clasifican siguiendo el sistema definido
por Gustilo y Anderson
29. EVALUACION CLINICA
En las fracturas de pilón tibial el examen minucioso del estado de la
piel es imprescindible, ya que las lesiones de partes blandas de la parte
distal de la tibia son el factor limitante en su tratamiento. El edema del
pie y del tobillo se instaura rápidamente tras la lesión.
30. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
RADIOGRAFICA
El estudio radiológico de estas
fracturas incluye radiografías de
tobillo, anteroposterior, lateral y
proyección de la mortaja, que van
a permitir conocer el patrón
fracturario.
TOMOGRFIA
La tomografía axial computarizada
(TAC) es útil para un mejor
conocimiento del patrón de la
fractura, descubriendo el número
de fragmentos articulares, el grado
de desplazamiento de la misma y la
presencia de impactación ósea.
31. TRATAMIENTO
En la actualidad se dispone de varias opciones terapéuticas para las
fracturas de pilón tibial que incluyen el tratamiento conservador y el
tratamiento quirúrgico con un amplio abanico de técnicas quirúrgicas.
En éstas se incluyen la fijación externa, la fijación externa con
osteosíntesis interna «a mínimo» y la tradicional reducción abierta y
osteosíntesis interna (ORIF).
32. tratamiento conservador
La reducción cerrada e inmovilización con yeso no permiten la reducción
adecuada de los fragmentos articulares e imposibilitan la vigilancia del
estado de la piel. Además, la pérdida de reducción es bastante frecuente con
este método. Por lo tanto el tratamiento ortopédico debe reservarse para
fracturas no desplazadas y para pacientes que tienen un mal pronóstico
médico.