El documento discute cómo las relaciones familiares cambian durante la adolescencia debido a la crisis y los nuevos desafíos que enfrentan tanto los hijos como los padres. Cada cultura experimenta estos cambios de manera diferente. Los conflictos son comunes a medida que los adolescentes buscan independizarse y los padres tienen dificultades para comprenderlos. La mejor manera de resolver los conflictos es a través del diálogo y la negociación en lugar de la queja o el reproche.