La arqueología experimental es un método para probar hipótesis sobre procesos técnicos prehistóricos mediante la recreación rigurosa de dichos procesos. Existen diferentes niveles de rigor experimental, desde modelos no rigurosos para adquirir experiencia hasta modelos altamente controlados que permiten establecer patrones de comparación con la evidencia arqueológica. La arqueología experimental proporciona beneficios como la reconstrucción de cadenas operativas y la comparación de huellas de uso experimentales con las encontradas en yacimientos.