Las culturas prehispánicas de Mesoamérica se adaptaron a los diversos ecosistemas y climas de la región, explotando los recursos disponibles localmente. El clima cálido y húmedo propició la domesticación de plantas como el maíz, así como el desarrollo de la agricultura y la formación de aldeas permanentes. Las culturas mesoamericanas desarrollaron una rica herencia cultural material e inmaterial que incluye tradiciones, creencias y obras como el Popol Vuh.