La administración educativa comprende cuatro procesos: la planificación, que incluye el reconocimiento de la misión y los objetivos; la gestión, que implica llevar a cabo las acciones para alcanzar los objetivos considerando la estructura escolar; el control, que permite dar seguimiento al cumplimiento de los objetivos durante el año escolar; y la evaluación, que se refiere a coordinar y evaluar los resultados mediante herramientas de evaluación.