La educación emocional es una estrategia para mejorar la calidad de vida desde el nacimiento en adelante, enseñando al niño a reconocer y controlar emociones básicas como el asco, la tristeza, el miedo y la ira, y desarrollando empatía a través del diálogo y ejemplos. La educación emocional beneficia a alumnos, docentes y padres en la escuela.