TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
Educación religiosa con calidad
1. D R . J O S É E D U A R D O V I L L A V I C E N C I O Q U I S P E
D I R E C T O R D E L A U G E L C U S C O
EDUCACIÓN RELIGIOSA DE
CALIDAD
"La Iglesia se dirige al hombre en
pleno respeto a su libertad;
propone, no impone nada;
respeta las personas y las
culturas, y se detiene ante el
sagrario de la conciencia« JUAN
PABLO II
3. Situación actual
La cultura actual está atravesando distintas problemáticas que provocan una
difundida “emergencia educativa”. Con esta expresión nos referimos a las
dificultades de establecer relaciones educativas que, para ser auténticas,
tienen que transmitir a las jóvenes generaciones valores y principios vitales,
no sólo para ayudar a cada persona a crecer y a madurar, sino también para
concurrir en la construcción del bien común.
La educación católica, con sus numerosas instituciones escolares y
universitarias diseminadas en todo el mundo, ofrece una contribución
relevante a las comunidades eclesiales comprometidas en la nueva
evangelización, y ayuda a forjar en las personas y en la cultura los valores
antropológicos y éticos que son necesarios para edificar una sociedad
solidaria y fraterna
4. SUSTENTOS DOCTRINALES
1. La Declaración Gravissimum educationis
La Declaración Gravissimum educationis tenía el
objetivo de llamar la atención a todos los bautizados
sobre la importancia de la cuestión educativa. Tal
documento, que ofreció algunas orientaciones de base
en orden a los problemas educativos, debe ser
contextualizado en el complejo de la enseñanza
conciliar, y debe ser leído junto a los demás textos
aprobados por el Concilio.
a) Contexto histórico-social y rol de los cristianos.
b) Visión teológico-espiritual
5. La afirmación de la disponibilidad de la Iglesia para cumplir una
obra de servicio en apoyo a la promoción de las personas y la
construcción de una sociedad cada vez más humana.
El reconocimiento de la instrucción como ‘bien común’.
La reivindicación del derecho universal a la educación y a la
instrucción para todos, que encuentra, además, amplio apoyo en las
declaraciones de organismos internacionales como la Unesco (EFA:
Education for All).
El apoyo implícito a todos los hombres y a todas las instituciones
internacionales que, combatiendo por tal derecho, se oponen al
imperante liberalismo.
La tesis según la cual la cultura y la educación no pueden estar
sometidas al poder económico y a sus lógicas.
La llamada al deber que tiene la comunidad y cada uno de sostener la
participación de la mujer en la vida cultural.
La delineación de un contexto cultural de “nuevo humanismo” (GS,
n. 55), con el cual el Magisterio está en constante diálogo
a) Contexto histórico-social y rol de los cristianos.
6. b) Visión teológico-espiritual
La presentación de la educación cristiana como obra de
evangelización/misión (Lumen gentium, n. 17).
El énfasis según el cual el perfil educativo fundamental para los
bautizados puede ser sólo de orden sacramental: debe ser centrado en
el bautismo y en la Eucaristía (Lumen gentium, n. 11).
La exigencia que, incluso respetando su especificidad, la educación
cristiana proceda junto a la educación humana, para evitar que la vida
de fe sea vivida o sólo percibida separadamente con respecto a las
otras actividades de la vida humana.
La invitación a asumir la educación cristiana en el contexto de fe de
una Iglesia pobre para los pobres (Lumen gentium, n. 8), según
aquello que, además, resulta ser hoy uno de los puntos fuertes del
mensaje eclesial.
7. 2. La Constitución apostólica Ex corde Ecclesiae
La Gravissimum educationis había dedicado una particular atención a
las escuelas y a las universidades católicas, ofreciendo también
algunas orientaciones significativas sobre estos puntos.
En la visión de los padres conciliares la finalidad esencial de una instrucción
superior católica era poner a los estudiantes en la condición de asumir con
plenitud las responsabilidades culturales, sociales y religiosas que les habrían
sido solicitadas. En esta óptica, consideraban necesario que las universidades
católicas se esforzaran en promover una auténtica investigación científica.
En el 1990, Juan Pablo II promulgaba la Constitución apostólica Ex corde
Ecclesiae, dirigida a llamar la atención sobre la importancia de una
universidad católica, como instrumento privilegiado para acceder a la verdad
sobre la naturaleza, el hombre y Dios y para favorecer un diálogo sincero entre
la Iglesia y todos los hombres de cualquiera cultura
8. II. ¿CUÁL ESCUELA Y UNIVERSIDAD CATÓLICA?
1. Construir un contexto educativo.
2. Introducir a la investigación.
3. Hacer de la enseñanza un instrumento de
educación.
4. La centralidad de la persona que aprende.
5. La diversidad de la persona que aprende.
6. El pluralismo de las instituciones educativas
7. La formación de los enseñantes
9. III. LOS DESAFÍOS EDUCATIVOS HOY Y
MAÑANA
1. Los desafíos de la escuela católica
a) El desafío de la identidad
b) El desafío de la comunidad educativa
c) El desafío del diálogo
d) El desafío de la sociedad del aprendizaje
e) El desafío de la educación integral
f) El desafío de la falta de medios y de recursos
h) El desafío de la formación religiosa de los jóvenes
i) Los desafíos específicos para una sociedad multireligiosa
y multicultural
j) El desafío de la formación permanente de los enseñantes
k) Los lugares y los recursos de esta formación
l) Algunos desafíos de orden jurídico
11. LA ESCUELA CATÓLICA
¿Seguiría mereciendo este nombre si, aun brillando
por su alto nivel de enseñanza en las materias
profanas, hubiera motivo justificado para
reprocharle su negligencia o desviación en la
educación propiamente religiosa? ¡Y no se diga
que ésta se dará siempre implícitamente o de
manera indirecta!
El carácter propio y la razón profunda de la escuela
católica, el motivo por el cual deberían preferirla
los padres católicos, es precisamente la calidad de
la enseñanza religiosa integrada en la educación
de los alumnos.
12. EDUCACIÓN Y PROYECTO DE VIDA
La ESCUELA es, en esencia, el
“ámbito específico de 1)
formación integral de la
persona humana, a través de la
2)comunicación
sistemática y crítica de la
cultura”. (N 93)
13. 1 FORMACIÓN INTEGRAL
La educación se presenta hoy como una tarea
compleja, desafiada por rápidos cambios sociales,
económicos y culturales. Su misión específica sigue
siendo la formación integral de la persona
humana.
Carta Vaticana sobre la enseñanza de la religión en la escuela (2009)
Artículo 3°.- La educación como derecho La educación es un
derecho fundamental de la persona y de la sociedad. El Estado
garantiza el ejercicio del derecho a una educación integral y de
calidad para todos y la universalización de la Educación
Básica.
La sociedad tiene la responsabilidad de contribuir a la
educación y el derecho a participar en su desarrollo.
Artículo 8º. Principios de la educación
d) La calidad, que asegura condiciones adecuadas para una
educación integral, pertinente, abierta, flexible y permanente.
LGE N° 28044
14. 2 COMUNICACIÓN SISTEMÁTICA Y
CRÍTICA DE LA CULTURA
La familia, la escuela, las instituciones, cumplen
una relevante mediación entre el educando y el
depósito cultural de su pueblo y de la
humanidad entera.
Ya que el hombre no puede realizarse plenamente
como hombre sino a través de la cultura, toca
a la educación la misión de promover el
encuentro del educando con la cultura, o
mejor dicho, capacitarlo para su inserción
vital, consciente y recreadora en la
cultura. (Educación y Proyecto de Vida, N 24)
15. “La síntesis entre cultura y fe no es solo una exigencia
de la cultura, sino también de la fe… Una fe que no se
hace cultura es una fe no plenamente acogida, no
totalmente pensada, no fielmente vivida”
Carta de fundación del Pontificio Consejo de la Cultura (1982)
16. Características de la Educación Religiosa
Está llamada a penetrar en el ámbito de la
cultura y a relacionarse con los demás saberes.
Hace presente el Evangelio en el proceso personal de
asimilación sistemática y crítica de la cultura.
Deposita el fermento dinamizador del Evangelio en el
universo cultural que interiorizan los alumnos y que
está definido por los saberes y valores que ofrecen las
demás disciplinas escolares.
17. Características de la Educación Religiosa
La ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR mediante el
diálogo interdisciplinar, funda, potencia, desarrolla y
completa la acción educadora de la escuela.
18. En síntesis…
“…que el Evangelio impregne la mente de los
alumnos en el terreno de su formación y que la
armonización de su cultura se logre a la luz de la
Fe”
Catechesi Tradendae 69 (1979)
20. Docente de Educación
Religiosa
Con la plena y reconocida dignidad escolar de tu
enseñanza contribuís a:
Discurso a los profesores de religión (2009)
21. Discurso a los profesores de religión (2009)
“… además de vuestro deber de contar con la
Competencia humana, vocación cultural y
pedagógica propia de todo maestro, tenéis la
de dejar traslucir que el Dios del que habláis
en las aulas de clase constituye la referencia
esencial de vuestra vida”
Docente de Educación Religiosa
23. IMPORTANCIA
La enseñanza de la
religión en los planes y
programas de estudio,
aporta una dimensión
formativa esencial a los
niños y jóvenes, y
permite la dimensión
espiritual que es parte
integral a la
trascendencia que
posee todo ser humano.
24. La posibilidad de
impartir religión en los
colegios se ha constituido
para nuestra Iglesia en
un potencial
evangelizador de
incalculable valor.
25. Los profesores de
religión sean bien
formados en torno a
métodos modernos y
técnicas de enseñanza
pedagógica,
impregnada de la
experiencia de tantos
años y de la novedad
que mejora su
desempeño.
26. El pilar fundamental del
profesor de religión debe
ser su profunda fe, y
vivencia personal del
Evangelio de Jesucristo, y
de las enseñanzas de la
Iglesia.
Una rica y equilibrada
personalidad humana con
un proyecto de vida
centrado en Cristo, hará
posible y creíble el
testimonio del profesor de
religión.
27. Como discípulo y
misionero de Jesucristo,
el profesor de religión
está llamado a ser un
testigo del Señor entre
sus alumnos y en la
escuela.
28. I. El perfil del profesor de Religión
Es importante comenzar
subrayando la importancia
que tiene la escuela católica,
que encuentra su identidad y
fundamento en Jesucristo.
Los criterios y principios de la
Buena Nueva de Jesucristo se
convierten para el profesor de
religión, en las normas
educativas, motivaciones
interiores y al mismo tiempo
en metas finales de su tarea.
29. Su misión fundamental
será proponer a la persona
de Jesucristo, como la
alternativa que eleva y
ennoblece a la persona
humana, dándole auténtico
valor a su existencia y
constituyéndose en el
perfecto ejemplo de vida
como la mejor noticia para
la humanidad.
30. Los procesos
educativos son
siempre dinámicos,
como dinámica se
presenta la realidad
sociocultural en que se
enmarca. Este dinamismo
exige actualizar,
reordenar, preocuparse de
adecuar a las nuevas
circunstancias la
educación de la fe en la
clase de religión.
31. El profesor de religión, a
ejemplo de Jesús, está llamado
a ser profeta, será un hombre
que camina en contra
corriente, si es necesario,
dando testimonio con valentía
de los principios que profesa.
Su adhesión al Maestro Jesús,
y el seguimiento de sus
enseñanzas, implica control
de las propias
inclinaciones naturales y
mucha libertad para no
aceptar lo que el ambiente
considera normalmente
válido, pero que va en contra
de la Palabra de Cristo.
32. La enseñanza de la religión
no puede ser una mera
transmisión de
información, comunicación
de valores, como si fuera un
código de moral que se
traspasa y que se recibe por
parte de una cultura
recipiente.
En el mundo de hoy, la
libertad imprime en las
personas el deseo de elegir
qué quieren obedecer.
33. El profesor de religión no
puede paralizarse, más
bien descubrir en los
signos de los tiempos una
llamada del Espíritu
Santo a dar una respuesta
basada en el Evangelio, a
esa búsqueda de sentido
de tantos niños y jóvenes.
34. La globalización, parte de
nuestra existencia presente,
podría facilitar la posibilidad de
una conversión personal y
profunda, especialmente entre
los jóvenes y los niños. Son
ellos los que experimentan un
mundo caótico, efímero y
contingente, y que frente al
peligro de la desintegración
personal buscan una respuesta
válida; respuesta que podemos
entregar en la clase de religión.
35. II. Obstáculos que enfrenta el profesor de religión
El profesor de religión se enfrente a
una realidad que no siempre favorece
el alcance de sus objetivos:
• Existe una falta de valoración por parte
de alumnos, aún por parte de directivos
de los colegios, a la asignatura.
• Existe poca colaboración por parte de
los padres de familia, especialmente en
los colegios no confesionales.
• Muchas familias se ven afectadas por
una crisis en su vida más íntima, la que
es causa de indisciplina y problemas en
la escuela.
36. El ambiente cultural
distractor hace difícil
obtener la atención de los
alumnos tantas veces
distraídos por los medios
de comunicación.
Existe escasez de material
didáctico y de recursos
metodológicos atractivos y
motivantes, en la mayoría
de nuestros colegios, aún
los de la Iglesia.
37. El nuevo concepto de enseñanza religiosa escolar
«Entendemos la enseñanza religiosa como materia
escolar ordinaria, por ser exigencia de la escuela. La
entendemos como confesional, entre otras razones, por
ser derecho de los padres a educar a sus hijos según sus
propias convicciones. Y, finalmente, la concebimos como
síntesis de fe y cultura ofrecida al alumno, por ser
inseparable de la formación humana». Esta
descripción supone una novedad en la
concepción de la enseñanza religiosa escolar. Se
puede confirmar esta valoración profundizando en dicho
concepto a través de los aspectos de su identidad,
peculiaridad y legitimidad.
38. 1. IDENTIDAD DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
ESCOLAR
La enseñanza religiosa escolar se plantea y se
ofrece desde la Iglesia a la sociedad como una
materia escolar que contribuye a la formación
integral de los alumnos, con el carácter sistemático
y académico de cualquier materia.
39. 2. PECULIARIDAD
Lo peculiar de la enseñanza religiosa católica
consiste en una presentación del mensaje y
acontecimiento cristiano —en sus elementos
fundamentales— en forma de síntesis orgánica,
explicitada de modo que entre en diálogo con la
cultura y las ciencias humanas.
40. 3. LEGITIMIDAD.
La educación no se entiende sin una propuesta de valores
que fundamentan actitudes y comportamientos. La
enseñanza religiosa aporta un estilo de vida individual y
social que es imprescindible tener en cuenta en la
formación de un alumno creyente.
La enseñanza religiosa escolar –como componente de
una educación integral– es también un servicio a la
sociedad. Sólo la transformación de las personas puede
presentar una alternativa social radicalmente nueva.
41. EL PAPEL DE LA ESCUELA EN
LA FORMACIÓN CATÓLICA
DE LAS NUEVAS
GENERACIONES
42. En síntesis:
La educación se presenta hoy como una tarea compleja,
vasta y urgente. La complejidad actual corre el riesgo de
hacer perder lo esencial, es decir, la formación de la
persona humana en su integridad, en particular por
cuanto concierne la dimensión religiosa y espiritual.
La obra educativa, incluso cuando es realizada por más
sujetos, tiene en los padres los primeros responsables de
la educación.
Tal responsabilidad también se ejercita en el derecho a
elegir la escuela que garantice una educación conforme a
los propios principios religiosos y morales.
43. II. NATURALEZA E IDENTIDAD DE LA ESCUELA
CATÓLICA: DERECHO A UNA EDUCACIÓN
CATÓLICA PARA LAS FAMILIAS Y PARA LOS
ALUMNOS. SUBSIDIARIEDAD Y COLABORACIÓN
EDUCATIVA
44. En síntesis:
La escuela católica es un verdadero y real sujeto eclesial en razón de su
acción escolar, donde se fundan en armonía la fe, la cultura y la vida.
Ella está abierta a todos aquellos que quieran compartir el proyecto
educativo inspirado en los principios cristianos.
La escuela católica es expresión de la comunidad eclesial y su catolicidad
está garantizada por las autoridades competentes (Ordinario del lugar).
Asegura la libertad de elección de los padres católicos y es expresión del
pluralismo escolar.
El principio de subsidiariedad regula la colaboración entre la familia y las
distintas instituciones delegadas a la educación.
46. a) Naturaleza y finalidad
La enseñanza de la religión en la escuela constituye una
exigencia de la concepción antropológica abierta a la
dimensión trascendente del ser humano: es un aspecto del
derecho a la educación
En este sector, en una sociedad pluralista, el derecho a la
libertad religiosa exige que se asegure la presencia de la
enseñanza de la religión en la escuela y, a la vez, la garantía
que tal enseñanza sea conforme a las convicciones de los
padres
La marginalización de la enseñanza de la religión en la
escuela equivale, al menos en práctica, a asumir una
posición ideológica que puede inducir al error o producir
un daño en los alumnos.
se comprende que la enseñanza de la religión católica tiene
una especificidad con respecto a las otras asignaturas
47. b) La enseñanza de la religión en la escuela
católica
La enseñanza de la religión en las escuelas católicas
identifica su proyecto educativo
También en las escuelas católicas, debe ser
respetada, como en cualquier otro lugar, la libertad
religiosa de los alumnos no católicos y de sus padres.
48. c) Enseñanza de la religión católica bajo el perfil
cultural y relación con la catequesis
La enseñanza escolar de la religión se encuadra en la
misión evangelizadora de la Iglesia
La especificidad de esta enseñanza no disminuye su
naturaleza de disciplina escolástica; al contrario, el
mantenimiento de ese status es una condición de
eficacia: “es necesario que la enseñanza religiosa
escolar aparezca como disciplina escolar, con la
misma exigencia de sistematicidad y rigor que las
demás materias
49. En síntesis:
La libertad religiosa es el fundamento y la garantía de la
presencia de la enseñanza de la religión en el espacio
público escolar.
Una concepción antropológica abierta a la dimensión
trascendental es su condición cultural.
En la escuela católica la enseñanza de la religión es
característica irrenunciable del proyecto educativo.
La enseñanza de la religión es diferente y complementaria a
la catequesis, en cuanto es una enseñanza escolar que no
solicita la adhesión de fe, pero transmite los conocimientos
sobre la identidad del cristianismo y de la vida cristiana.
Además, enriquece la Iglesia y la humanidad de
laboratorios de cultura y humanidad.
50. IV. LIBERTAD EDUCATIVA, LIBERTAD
RELIGIOSA Y EDUCACIÓN CATÓLICA
En conclusión, el derecho a la educación y a la
libertad religiosa de los padres y de los alumnos se
ejercitan concretamente a través de:
51. La libertad de elección de la escuela.
La libertad de recibir, en los centros escolares, una
enseñanza religiosa confesional que integre la propia
tradición religiosa en la formación cultural y
académica propia de la escuela
La Iglesia es consciente que en muchos lugares en la
actualidad, como también en épocas pasadas, la
libertad religiosa no es plenamente efectiva, en las
leyes y en la práctica (cfr DH 13). En estas
condiciones, la Iglesia hace cuanto es posible para
ofrecer a los fieles la formación que necesitan .