La mujer negra en Chile colonial: su rol económico y social
1. Tesis
Departamento de Historia
Universidad de Santiago de Chile
Revista de Historia y Ciencias Sociales Palimpsesto
Nº2, Vol. 1, 2004: pp
Issn:0717-5248
La mujer negra en el Reino de Chile, siglos XVII - XVIII
Tesis para optar al grado de Magister en Historia.
Universidad de Santiago de Chile.
Rosa Soto Lira.
Profesor Guía: Rolando Mellafe R.
(1988)
La historia de las esclavas negras en Chile colonial, se inserta en un contexto legal
segregacionista y poco favorable a la mujer en general, sin embargo la aplicación de éste se
llevó de manera tal, que permitió a las esclavas alcanzar algún grado de movilidad y
autonomía. Aunque su número fue reducido, y quizás por eso, estas lograron cierta
identidad, jugando un papel importante en la sociedad y cultura colonial.
La función económica y social que cumplieron las mujeres negras fue muy distinta a
la de los hombres. El empleo de esclavas en los lavaderos de oro, trapiches y trabajos
agrícolas fue un fenómeno esporádico. Desde los primeros años de la conquista, en el
ámbito de la casa señorial y de la familia patriarcal, la mujer negra estuvo adscrita a ellas,
pareciendo abundar más en las áreas urbanas que rurales. Su presencia se detecta desde los
inicios de la conquista, fue parte de la hueste indiana desde Diego de Almagro hacia
adelante y a partir de la segunda mitad del siglo XVII, con la apertura de la ruta comercial
desde Buenos Aires, su número aumenta considerablemente, aunque la cantidad y el precio
de los hombres siempre fue mayor.
Al no existir en Chile comunidades negras, la constitución de la familia no fue fácil,
ocurriendo más bien por la buena voluntad de los amos. Separados hombres y mujeres,
parecen haber estado predestinados a incrementar el mestizaje. Los rasgos culturales
aportados por los africanos a Chile se dirigieron directamente a la sociedad mestiza
española o india, corriendo la suerte de una rápida aculturación, sin posibilidad de
sobrevivir, a pesar de la directa influencia de las negras en el seno de las familias no
esclavas, especialmente entre los niños.
Esta última condición permitió a la mujer negra jugar un rol distinto al del hombre
en la sociedad colonial. Su ubicación económica social, su papel dentro de la familia (hubo
muchas negras y mulatas que fueron parteras) y muchas veces circunstancias humanitarias
o de relaciones afectivas, les dieron a ellas un estatus particular. Esta circunstancia permitió
a muchas esclavas conseguir la libertad para ellas y sus hijos o poder acceder a una mejor
ubicación en el hogar de los amos, jefas de las otras sirvientas, amas de llaves, etcétera. A
pesar de lo marcada que era la estratificación social las negras fueron parte de la
convivencia familiar, su reducido número creó el lazo afectivo necesario para la integración
en la sociedad, con una participación relativa. La imposición del bautismo por sus amos y
la participación en cofradías y otras fiestas religiosas les permitió copar un pequeño espacio
en una sociedad marcadamente estamental.