MODELOS EXPLICATIVOS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

1. MODELOS EXPLICATIVOS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
(ACO.01). ACTIVIDAD 1
Autor: Ricardo Martín Albertín
30 de noviembre de 2020
IGUALDAD Y VIOLENCIA DE GÉNERO
GRADO EN CRIMINOLOGÍA
UEMC

2. Igualdad y Violencia de Género (ACO.01). Actividad 1. UEMC. Noviembre de 2020
Modelos explicativos de la Violencia de Género
RICARDO MARTÍN ALBERTÍN 2
ÍNDICE
1.- INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................................................3
2.- MODELOS EXPLICATIVOS........................................................................................................................3
2.1.- El ciclo de la Violencia de Género..........................................................................................................3
Síndrome de Estocolmo Doméstico (SIES-d)..................................................................................................4
2.2.- Modelo de la Persuasión Coercitiva........................................................................................................4
2.3.- Teoría de los Procesos de Cambio...........................................................................................................5
4.- CONCLUSIONES ..........................................................................................................................................6
5.- BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................6

3. Igualdad y Violencia de Género (ACO.01). Actividad 1. UEMC. Noviembre de 2020
Modelos explicativos de la Violencia de Género
RICARDO MARTÍN ALBERTÍN 3
“Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma”
Nelson Mandela
“Ponle fin, para tener un principio”
Anónimo
1.- INTRODUCCIÓN
La (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género),
establece en su exposición de motivos,
“La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el
símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige
sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los
derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.
2.- MODELOS EXPLICATIVOS
A continuación, detallaremos lo que entendemos de los tres modelos explicativos vistos en el temario y
aportaremos algunos ejemplos que nos hagan comprender mejor la evolución, permanencia y resistencia en una
relación violenta.
2.1.- El ciclo de la Violencia de Género
Con esta teoría o modelo, analizaremos el proceso de la violencia vivida en la relación de pareja, esto nos
permitirá conocer el origen, el desarrollo, sus efectos y las consecuencias sobre la mujer, víctima de esta
violencia.
Descrito por (Walker, 1979), pudo observar un patrón similar en el proceso de maltrato, comprobó su desarrollo
cíclico y lo estructuró en tres fases: la fase de acumulación, la fase de agresión y la fase de conciliación o de
luna de miel. Aquí, la violencia por parte del maltratador, estará presente en todas las fases del desarrollo cíclico
con adopción, eso sí, de diferentes formas en base a la mentalidad, normas sociales o personalidad de quien la
ejerce.
Caracterizada la fase de acumulación por el aumento gradual de la tensión, con expresiones de hostilidad por
parte del agresor, aunque no de manera explosiva, y con el intento por parte de la mujer de aplacar y calmar la
situación. Quiere asumir que es capaz de controlar la situación, pero la violencia va en aumento, pasamos a la
segunda fase, la de agresión, donde experimenta angustia, ansiedad y miedo. Comienza la violencia física,
psíquica y/o sexual como castigo hacia la mujer por cualquier conducta; aunque es el periodo más corto, quizás
sea el de mayor riesgo para ella. Frente al poder del agresor, la víctima se siente impotente, se siente débil, le
lleva a aislarse, considera que nada puede alterar lo que le está sucediendo; se produce una inmovilización por el
trauma físico y psíquico, con imposibilidad de percibir la realidad de la situación. Concluye el ciclo con la fase
de conciliación, donde el maltratador muestra su arrepentimiento, se disculpa e incluso le hace regalos; le
promete que no volverá a suceder. Aquí, se produce una manipulación de la esfera emocional de la mujer, recobra
la esperanza en la relación, experimentando sentimientos de culpa, vergüenza, lástima y confusión.
El ritmo es distinto en cada pareja, así como la duración de las fases; pero a medida que transcurre el maltrato, la
frecuencia y gravedad aumenta, quedándose la víctima, cada vez más sin recursos psicológicos que le permitan
salir de esa situación. Por ello, “cuanto mayor sea el tiempo de permanencia de la víctima en el ciclo, mayor
será el esfuerzo de recuperación y más difícil será su salida del mismo”.
CASOS
Un ejemplo de este tipo de situación, podría ser una mujer que durante 20 años convive con su maltratador; son
innumerables las veces que decide dejarlo, pero nunca ha logrado reunir las fuerzas suficientes como para

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terminar la relación definitivamente. Al final, recibió varios disparos de su agresor, aunque sobrevivió; había
interpuestas más de 50 denuncias previas a este intento de asesinato.
Otro caso, podría ser el de una mujer que al final fue asesinada a manos de su marido. Durante años sufrió malos
tratos por parte de éste y aunque si bien había comunicado a su familia que lo quería dejar y que tenía miedo de
él, terminó contrayendo matrimonio. A los 15 días de la boda, fue asesinada. Por desgracia, tenemos el ciclo de
la violencia en su más trágica expresión.
Síndrome de Estocolmo Doméstico (SIES-d)
El Síndrome de Estocolmo, es descrito como un estado disociativo en la víctima, según (Graham & Rawling,
1991), por el que se niega la violencia del agresor a la vez que se desarrolla un vínculo con el lado más positivo
que percibe de este. Para conseguirlo, la víctima deberá ignorar sus necesidades mientras desarrolla una actitud
hipervigilante frente a las de su agresor.
Se va a crear un vínculo interpersonal de protección que se construye entre la mujer y su agresor, siempre en el
ámbito de un ambiente traumático y de restricción estimular, a través de la inducción en la mujer de un modelo
mental; la mujer sometida al maltrato, desarrollaría el SIES-d como medio de protección de su integridad
psicológica y para recuperar la homeostasis fisiológica y conductual (Montero, 1999).
2.2.- Modelo de la Persuasión Coercitiva
Término descrito por primera vez a partir de las investigaciones psicosociales de Schein, Scneider y Barker en
1961. Lo que diferencia a la persuasión coercitiva de otras formas de influencia, es que aquí, la persona
destinataria es física o está psicológicamente sometida a situaciones continuadas de presión para su
“desocialización” (Escudero, Polo, López, & Aguilar, 2005).
Este modelo, nos ayudará a entender y a comprender, por qué muchas mujeres son abocadas a aceptar y a hacer
como suyas, conductas que atentan contra su propia integridad. Lógicamente, no es algo espontáneo, comprende
una serie de estrategias con un fin claro: perpetuar el control del maltratador.
Nos encontramos ante una clara manipulación de la víctima, generando un desgaste psicológico y cuyo fin último,
es conseguir que la víctima sea incapaz de buscar alternativas a la situación que está viviendo, asumiéndola como
una realidad que tiene que aceptar.
Mantiene un control continuo, ejerciendo la violencia, la cual va a ir modulando a través del aislamiento y la
impredecibilidad, que generará miedo y paralizará a la mujer; por otro lado, las descalificaciones junto a estas
actuaciones, generarán un estado propicio donde los pensamientos y emociones se encontrarán en permanente
confusión. Por otro lado, el “lavado de cerebro” mencionado por (Miller, 1995) aplicado al desarrollo sobre los
abusos psicológicos, y al que está sometida de forma constante, hará que florezcan nuevas emociones, como el
sentimiento de culpa, la vergüenza o la soledad.
Así, en su obra sobre la persuasión coercitiva, (Rodríguez-Carballeira, 1992) indica que la víctima “no se
encuentra en condiciones neutrales para aplicar rigurosidad a sus procedimientos cognitivos. El debilitamiento
y la dependencia unidos a la omnipresencia de la doctrina en los procesos de sentir, pensar y actuar del adepto,
determinan un estrechamiento y enlentecimiento en sus facultades cognitivas” (p.132).
CASOS
La prostitución, es un ejemplo muy claro de este modelo; explica una de las formas más comunes de captación y
convencimiento. No nos cabe duda, de que, a ella, no se llega de forma lineal ni por casualidad, se deben dar unas
determinadas condiciones.
En todos los casos, aparecerá la figura del captador, que bien por relación afectiva existente o creada para el
cometido, irá induciendo a la víctima hasta su aceptación como posible y beneficioso el camino de la prostitución.

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En este caso, las actuaciones a seguir, serán asegurarse la permanencia de la víctima en este mundo, que no vea
la posibilidad de una salida y además que llegue a convencerse de que la decisión ha sido suya, que la tome como
una decisión racionada y propia y con el ejercicio pleno de su voluntad; para ello, utilizan las técnicas de la
“persuasión coercitiva”.
Resumiendo, la finalidad es perpetuar el control del maltratador sobre la víctima mediante una serie de estrategias
que generan un estado progresivo de confusión de las emociones, con una distorsión y paralización de los
pensamientos con el objetivo de dificultar e impedir el abandono de esta relación desigual y violenta entre
maltratador y víctima y que lleva de forma irrevocable a un “estado de desocialización”1
; con la valoración
negativa del propio yo, cuando se considera manchada y piensa que no será jamás ya aceptada por su núcleo de
referencia, es cuando se sella el proceso, es cuando se considera sin retorno, el sometimiento se ha completado.
Otro ejemplo clarísimo, nos lo podríamos encontrar en las “sectas”, donde mujeres sometidas a técnicas de
extrema coerción, se encuentran sometidas a la total voluntad mental y física por parte del líder; sufren una
despersonalización persistente que junto a otros síntomas disociativos como amnesias, regresiones, cambios
importantes de sus valores, actitudes y creencias e incluso comportamientos similares al trance, pueden llevar a
estas víctimas a situaciones tan graves como atentar contra su propia vida.
2.3.- Teoría de los Procesos de Cambio
Se centrará en el análisis del comportamiento de la víctima, desde sus emociones, pensamientos y sentimientos
hasta las verbalizaciones más o menos explícitas, es decir, explica de dentro hacia fuera lo que le ocurre a la
mujer. La decisión de abandonar una relación de violencia, no es improvisada, se trata de un proceso de cambio
facilitado por una categorización de fases establecidas por el mismo, a saber: Precontemplación, Contemplación,
Preparación, Acción y Mantenimiento.
Es importante resaltar, que el agresor depende también, de la dependencia que genera la mujer; produciéndose
constantemente una situación de refuerzo, de sensación de poder, de ego, de dominación, al final, lo que necesita
es ejercer su poder.
CASOS
Como en el caso del ciclo de la violencia, se comprueba que, en el tratamiento de estas víctimas, en el proceso,
hay una retroalimentación, se producen evoluciones e involuciones; el mantenimiento, será la fase ideal, aquí
difícilmente se producirán retrocesos en la decisión que se ha tomado.
A modo de ejemplo, referenciaremos frases o actuaciones típicas de las fases del proceso:
✓ Precontemplación: La mujer no reconoce la violencia como problema, pudiendo reaccionar de
diferentes formas, a saber, defender al maltratador (“es un buen padre”), autoculpabilizarse (“si hubiese
tenido la cena lista, no se habría enfadado”), minimizar el problema (“ocurre en muchas parejas, no es
para tanto”), …
✓ Contemplación: La mujer comienza a intuir que tiene un problema grave comenzando una fase de
concienciación; no solo se lo dice ya a sí misma, sino que “lo comparte” con cierta gente de su entorno.
✓ Preparación: La mujer escoge, se compromete a actuar y piensa un plan; se “informa de los recursos”
a su disposición.
✓ Acción: La mujer confía en alguien a nivel profesional y empieza a dar pasos reales, como, “la
separación”, la “búsqueda de empleo”, “retomar actividades pasadas”, …
✓ Mantenimiento: La mujer reestructura su entorno, por ejemplo, “no se deja manipular por su entorno”,
“evita llamadas de su pareja”, “evita chantajes emocionales”, …
1
Como se detalla en (Polo García, 2019), el proceso de desocialización, “consiste en realizar una presión física y emocional a través de
la cautividad, el deterioro de la salud, el aislamiento, las descalificaciones continuas y la ansiedad”.

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4.- CONCLUSIONES
Vistos estos modelos a modo de ejemplo, si bien es cierto que existen tantos como autores, queda claro que las
mujeres han de afrontar una serie de dificultades para salir de la violencia en que se encuentran inmersas:
creencias, la “no percepción del maltrato”, la “esperanza de cambio”, la “dependencia emocional o
económica” del agresor, “sentimiento de inseguridad”, “vergüenza” que junto con otros como la
“inmigración”, “indigencia”, “discapacidad” o “condiciones sociales y culturales”, hacen de esta situación
una lacra bárbara y brutal que azota sin remedio a nuestra sociedad.
5.- BIBLIOGRAFÍA
Escudero, A., Polo, C., López, M., & Aguilar, L. (2005). La persuasión coercitiva, modelo explicativo del
mantenimiento de las mujeres en una situación de violencia de género. I: Las estrategias de la violencia.
Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, (95), 85-117. Obtenido de
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352005000300006
Graham, D., & Rawling, E. (1991). Bonding with abusive dating partners: dynamics. Dating Violence, Women
in Danger.
Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
(s.f.). BOE núm. 313, § 21760 (2004). Obtenido de https://www.boe.es/eli/es/lo/2004/12/28/1/con
Miller, M. (1995). No visible wouds. New York: Fawcett Books.
Montero, A. (1999). Shaping the etiology of the Stockholm Syndrome: hypothesis of the. IberPsicología, 5 (1):
4.
Polo García, L. (2019). Temario Igualdad y Violencia de Género. Grado en Criminología. Valladolid: UEMC.
Rodríguez-Carballeira, A. (1992). El lavado de cerebro. Psicología de la persuasión coercitiva. Barcelona:
Boixareu Universitaria.
Walker, L. (1979). The battered women. New York: Harper and Row.