1. ESPERO QUE ESTES BIEN
Espero que te cuides, que permanezcas en casa, que mires el mundo
desde la ventana entendiendo que es asi como protegemos la vida. Te queremos
a salvo porque eres importante para nosotros.
Espero que estés bien, en casa, cuidándote y cuidando a los tuyos desde la
lejanía. Espero que en los días que están por venir no pase el sufrimiento por tu hogar.
Ojalá se alce a tu alrededor una esfera de protección e inmunidad, una de paredes muy
gruesas, como los muros de las iglesias románicas de la Edad Media, protectoras ante
los embistes de las guerras y cruzadas; también de epidemias. Porque aunque nos
cueste creerlo, estamos en guerra. Este término nos sigue produciendo una extraña
sensación de irrealidad, al igual que cada cifra, que como un marcador, parece no
detenerse nunca anunciándonos el número de infectados y de pérdidas humanas.
Señalaba Haruki Murakami en uno de sus libros que todos estamos obligados a pasar
por tormentas. También anuncia que, pasadas las nubes, quizás no sepamos muy bien
cómo o por qué hemos logrado sobrevivir, incluso podemos llegar a dudar de que esa
tormenta realmente existiera. Sean cuales sean nuestras dudas, parece que después
de eso ya no seremos los mismos. Tal vez aprendamos cosas buenas que nos
permitan reiniciarnos de otro modo, con otras pautas, valores y pensamientos
más solidarios, más humanos. Sin embargo, no es momento de pensar en el
mañana. Nuestra mirada debe situarse en el momento presente para asumir una
responsabilidad conjunta. Es tiempo de recogimiento y de obligada valentía.
Porque no importa que nadie nos hubiera preparado para esto; la vida parece haberse
detenido, nuestros planes han sufrido parálisis en un enorme mar de
incertidumbre. Sin embargo, estamos obligados a gestionar la frustración y a
entender que, para que la vida continúe, debemos hacer, de nuestro hogar,
nuestro mundo.
Seas de donde seas, espero que estés bien
2. Seas de donde seas, espero que estés bien. No importa que tu hogar esté en
Escocia, en Sudáfrica, Argentina o Nueva Zelanda, entiende la realidad y hazlo, quédate
en casa. Ve más allá de las decisiones gubernamentales de tu país y actúa con
responsabilidad. Porque en efecto, en gran parte de los casos quienes están obligados
a tomar medidas lo hacen con lentitud o, peor aún, son escépticos. No atiendas a quien
te diga que lo que debe prevalecer es la libertad de movimiento del individuo y la
fortaleza de la economía. La teoría de la inmunidad de grupo o de rebaño no sirve, no
ayuda y es letal en estos mismos momentos. Así que si en tu país sigue prevaleciendo
el «keep calm» y haz vida normal, busca en el diccionario la definición de pandemia.
Consulta las noticias, la información de la OMS e infórmate sobre lo que ocurre en Italia
o España.
Quédate en casa por ti y por aquellos que amas.
Cuídate, solo con eso ya estás haciendo mucho
Cuídate, toma medidas de protección, sal de casa solo cuando sea estrictamente
necesario. Y más importante aún, atiende a los tuyos, a los que están lejos, a los
que son más vulnerables ante esta enfermedad. Si hemos de agradecer una ventaja
ahora mismo en medio de este oscuro contexto es disponer de medios tecnológicos
para seguir estando cerca a pesar de la distancia. Ahora es más fácil que nunca seguir
alimentando el afecto, nutriendo a quienes queremos desde nuestros hogares para
mantenernos a salvo y frenar la curva de infecciones.
Haz uso del móvil, de las videollamadas y crea puentes donde fluya la
comunicación y las emociones positivas. Así que no lo dudes, siéntete orgulloso de
ti mismo solo por eso, por estar en tu hogar, cuidándote y cuidando. En estos momentos,
los actos más simples son los más grandes y decisivos.
Te necesitamos, eres importante
Espero que estés bien, sea cual sea tu situación, te deseamos calma, fortaleza y
esperanza. Porque en este pequeño planeta de color azul suspendido en el cosmos,
como decía Carl Sagan, todos somos valiosos, ocupamos un lugar y somos
3. imprescindibles. Sin embargo, algo que estamos descubriendo tristemente con la
pandemia del coronavirus es que la vida puede ser tan frágil como la niebla del
amanecer. Te necesitamos. Sea cual sea tu nacionalidad, tu religión, tus valores, tus
pensamientos y tu trabajo, eres decisivo e importante. Lo eres para nosotros y lo eres
para los tuyos, para aquellos que amas y que te aman. En estos momentos, lo que
más vale es la solidaridad y la responsabilidad de quien entiende que debe
protegerse para proteger. Entiende por tanto, que los demás son tan importantes
como tú. No son días para el individualismo que mostrábamos hace solo unos días. Es
momento de ser comunidad, de responsabilizarnos para proteger la vida.
Sé que tienes miedo, todos lo tenemos, pero esto pasará
Todos tenemos miedo. Ante cualquier situación inesperada y ante un
enemigo desconocido, es perfectamente normal experimentar temor. Ahora bien, no
permitamos que esta emoción nos secuestre; de lo contrario, derivaremos en conductas
que no ayudan y que incrementan aún más la angustia. Ante el futuro incierto,
descendamos nuestra mirada al presente, poniendo bajo control lo único que
podemos dominar: nuestras decisiones, nuestro comportamiento. Hay que tener
calma y vivir el momento con la mayor de las responsabilidades, sabiendo dar ayuda y
también recibirla de otros si la necesitamos. Ahora solo importa mantenernos a salvo,
ser como los gatos: mirar el mundo desde la ventana, arrebujarnos entre las mantas y
mirar el mundo con intuitiva confianza. Para concluir, espero que estés bien, deseo que
salgamos de esto unidos y que sigas haciéndolo bien: quedándote en casa.
Sabater, V. (2020, Marzo 25). Espero que estes bien. Retrieved from La mente es
Maravillosa: https://lamenteesmaravillosa.com/espero-que-estes-bien/