1. ROMANTICISMO ARQUITECTURA
Republica Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”
Mérida Estado Mérida
Alumno:
Br. Darwing Sánchez
CI. 20.848.229
Asignatura: Historia de la Tecnología
Tutor: Prof. Gladys AraujoMérida 19 de Enero 2018
2. EL ROMANTICISMO COMO MOVIMIENTO
El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en el Reino Unido a finales
del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y
el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Es considerado como el primer movimiento de
cultura que cubrió el mapa completo de Europa. En la mayoría de las áreas estuvo en su apogeo en el
período aproximado de 1800 a 1850.
Se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra y Alemania hasta
llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como
el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación
general de posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo
fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las
corrientes vanguardistas del siglo XX, el surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la
exaltación del yo.
Este movimiento se manifestó tanto en la arquitectura, la pintura, la escultura, la música e incluso
mas tarde en la literatura.
3. CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO
• El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:
• La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades
variables e individuales como la fantasía y el sentimiento.
• La primacía del genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.
• Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista.
• El liberalismo frente al despotismo ilustrado.
• La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe mostrar lo que le hace único.
• La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
• La nostalgia de paraísos perdidos (de la infancia o de una nación).
• La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.
4. EL ROMANTICISMO ARQUITECTÓNICO
El historicismo, también denominado romanticismo, desarrollado principalmente en
el siglo XIX y principios del XX concentraba todos sus esfuerzos en recuperar la arquitectura de
tiempos pasados. Se trataba de imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporándole
algunas características culturales de ese siglo mientras que la arquitectura ecléctica se dedicaba a
mezclar estilos para dar forma a algo nuevo.
Podemos destacar diversas corrientes como las neobizantinas, neomudéjar, neobarrocas...
aunque la que más auge tuvo fue la neogótica practicada en la Islas Británicas que se basaba,
como bien indica su nombre, en un nuevo gótico resucitado.
El romanticismo es una corriente que nace en la literatura, la que fija su mirada en el
período de civilización románico-cristiano de la Edad Media en Europa a manos de Chateaubriand
y Víctor Hugo en Francia los que alaban las catedrales y el Medioevo en sus obras, por su parte
Goethe en Alemania hacía lo mismo con el arquitecto de la catedral de Estrasburgo, Erwin von
Stainbach. Esta premisa literaria hace que se incremente el gusto estético hacia el estilo gótico y
con ello la arquitectura de la época gira hacia el regreso a esa corriente en sus obras, lo que le ha
valido también el nombre de Neo-gótico al estilo arquitectónico.
La vuelta al estilo gótico no está exenta de competidores, las ideas neoclásicas no mueren
del todo y mantienen una permanente lucha con el regreso del gótico puro, de la misma forma la
vuelta al medioevo en la arquitectura acude también en cierta forma a otros estilos pasados en su
afán por evitar cualquier forma de marco rígido de las obras, la corriente odia la norma inmóvil.
Esta característica de rebeldía contra las restricciones le da al romántico su característica principal,
el eclecticismo, es decir la utilización de diferentes estilos Neo-gótico, Neoclásico, Neo-
renacentista o Neo-románico de acuerdo a los fines, la situación etc. de la edificación en cuestión.
El movimiento romántico en la arquitectura nace en Inglaterra pero es en Alemania donde
logra la mayor acogida, mientras que por su parte en los países latinos lo que se hace al respecto
es muy poco y se limita en general a la restauración de castillos e iglesias medievales.
5. ROMANTICISMO POR EL MUNDO
INGLATERRA: El estilo gótico ha sido una vieja tradición en Inglaterra y
aunque al principio las construcciones vacilan entre lo neoclásico y lo
romántico, la vieja tradición se impone y acapara la mayor parte de las obras
religiosas. Las construcciones civiles tienden también a lo gótico ya que las
extensas obras de tipo medieval con sus torres se adaptan mejor al resto del
paisaje que las basadas en normas clásicas. Fruto de este período es el
Parlamento de Londres mostrado en la figura 1 a continuación.
ALEMANIA: No había dejado de construir un gótico tardío durante el Renacimiento y
el Barroco acoge con mucho arraigo la nueva tendencia Neo-gótica, especialmente en
Munich donde se utiliza el eclecticismo mencionado arriba y se construyen en una
misma localización edificaciones de varios estilos según la futura utilización y sus
características. De esta forma se fabrican la Basílica de San Bonifacio (mostrada en la
figura 2 a la derecha) en la que la tendencia romántica se dirige a lo medieval en
dirección mayor a lo románico que a lo gótico; igualmente sucede con la Biblioteca
Estatal de Munich en la que la tendencia romántica está dirigida a formas
renacentistas es decir hacia en Neo-renacimiento.
FRANCIA: Como ya se ha dicho, en los países latinos como Francia el
romanticismo no adquiere fuerza, de modo que las construcciones neo-
góticas son escasas, una de las mas representativas, pero llevada a cabo por
un arquitecto alemán, Franz Christian Gaus, es la Iglesia de Santa Clotilde de
París que se muestra abajo en la figura 4. Otras obras dignas de mención son
el castillo de Pirrefonds cerca de París y la magistral reconstrucción de Notre
Dame en París llevadas a cabo por Viollet-le-Duc
6. ESTILOS ARQUITECTÓNICOS ROMANCISTAS
Neobarroco: Se inserta en la segunda mitad del siglo XIX y se extendió sobre
todo a partir de 1880. Se considera como el estilo representativo
del Historicismo, que relevó al Clasicismo. El neobarroco se utilizó
especialmente para los teatros, ya que el Barroco había contribuido a un
florecimiento de las artes escenográficas. En el periodo tardío del
historicismo la tendencia general hacia el renacimiento entra en un segundo
plano y el neobarroco se emplea en numerosas construcciones.
Neobizantinas: es un estilo arquitectónico historicista de la segunda mitad del siglo XIX e
inicios del siglo XX. Fue empleado principalmente en edificios públicos, institucionales y
religiosos. Surgió en la década de 1840 en Europa Occidental y alcanzó su máximo desarrollo
en el último cuarto del siglo XIX en el Imperio ruso; una escuela neo-bizantina aislada siguió
activa en Yugoslavia entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. La
arquitectura neobizantinas integra elementos de la arquitectura bizantina —que tuvo su
primer desarrollo en Constantinopla y el Exarcado de Rávena, y, de un modo más general, en
el Imperio bizantino entre los siglos V y IX — junto con elementos ligados a la arquitectura
cristiano-medieval de la Europa del Este, principalmente de la Iglesia Ortodoxa.
Neogriego: Hacia el final del siglo XVIII, se despertó tanto en Europa como en los
Estados Unidos un gran interés por la arquitectura clásica. Inicialmente este interés
estaba basado en la arquitectura romana, sin embargo en la década de
180 la arquitectura estadounidense comenzó a deslizarse hacia un estilo inspirado en
mayor medida en la arquitectura de la Antigua Grecia. Numerosos factores explican
este cambio: la guerra de 1812 provocó en los Estados Unidos un menosprecio de todo
lo que podía recordar al Imperio británico, incluso en arquitectura. El modelo romano
llamado estilo federal, ya no era pues visto más como lo mejor y Grecia apareció como
la cuna de democracia.
7. ESTILOS ARQUITECTÓNICOS ROMANCISTAS
Neogótico: es la denominación de un movimiento artístico historicista,
principalmente arquitectónico y decorativo.
Neoegipcio: es un estilo artístico historicista, especialmente arquitectónico,
que utiliza los elementos, motivos e imaginería del arte egipcio antiguo,
habitualmente de forma desvirtuada y mezclada con otros eclecticismo.
Aunque se habían realizado algunas referencias aisladas a los monumentos
egipcios desde el Renacimiento, el neoegipcio no comenzó a desarrollarse
con criterios similares al neoclasicismo greco-romano
Georgiana Colonial: Este estilo se empezó a desarrollar en Estados
Unidos antes de su independencia, sin embargo es, en torno a 1785,
cuando se popularizó, gracias a una versión autóctona, denominada
estilo federal, que evolucionó hacia un neoclasicismo de carácter
monumental
8. ESTILOS ARQUITECTÓNICOS ROMANCISTAS
Neomudéjar: es un estilo artístico y arquitectónico que se desarrolló
principalmente en la península ibérica a finales del siglo XIX y principios
del XX. Se enmarca dentro de las corrientes orientalistas de la arquitectura
historicista imperante en Europa por aquella época.1 El nuevo estilo se
asoció especialmente a construcciones de carácter festivo y de ocio, como
salones de fumar, casinos, estaciones de tren, plazas de toros o saunas
Cada uno de estos estilos forman la arquitectura romancista o románica dando como resultado de la
combinación razonada y armónica de elementos constructivos y ornamentales de procedencia latina, oriental
(bizantinos, sirios, persas e islámico) y septentrional (celtas, germánicos, normandos) que se formó en la
Europa cristiana durante los primeros siglos de la Baja Edad Media.
9. ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS RENACENTISTAS
Planta: La planta típica de una iglesia románica es la basilical latina con cuatro, tres o
cinco naves y crucero de brazos salientes. En el testero o cabecera, que siempre mira a oriente,
se hallan tres o cinco ábsides semicirculares de frente o formando corona, llevando cada uno
de ellos tres ventanas en su muro. Y en los pies o entrada del templo se alza un pórtico o nártex
flanqueado por dos torres cuadradas.
Pilares y Arcos: El referido pilar monta ordinariamente sobre un zócalo cilíndrico o de poca altura y se
compone de una pilastra simple o compuesta que lleva adosadas a cada frente o a alguno de ellos una o dos
columnas semicilíndricas (o en vez de éstas, otras pilastras más estrechas) con objeto de dar pie a los arcos
formeros y a los transversales o fajones. Dichas columnas tienen basa y capitel igualmente adosados al núcleo
central prismático. Hay también columnas exentas y pareadas, de dos en dos, o de cuatro en cuatro pero no se
hallan de estas formas ordinariamente sino en los claustros, pórticos, galerías y ajimeces.
Los Capiteles Románicos: ofrecen especial interés por lo variado de sus formas y por las curiosísimas labores
con que suelen decorarse. Algunos de ellos conservan reminiscencias clásicas de sabor corintio degenerado
pero en su gran mayoría se forman de un grueso prisma o de un tronco piramidal o de cono invertido en cuyos
frentes lleva esculpidas labores geométricas entrelazadas o motivos vegetales que en forma de hojas le rodean
o asuntos simbólicos e históricos
Las Bases de las Columnas: tienen la forma toscana o ática pero con el toro inferior ancho y aplastado y suelen
llevar en las enjutas o ángulos del plinto una figurilla caprichosa o bien una garra que aparenta sujetar con el
plinto la moldura curva o toro que en él descansa
Los Arcos de Construcción: se apoyan inmediatamente sobre el referido ábaco y son de medio punto o
peraltados y casi siempre dobles o triples, es decir, que cada uno de ellos consta de dos o tres semanillas
adheridos uno debajo de otro siendo más ancho el de encima. Cuando se adorna con molduras propiamente
dichas, se denuncia la segunda época del estilo y se presentan ellas en forma de un baquetón grueso,
bordeando la esquina del arco
10. ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS RENACENTISTAS
Puertas: Las puertas se hallan formadas por una serie de arcos redondos concéntricos y en
degradación, las arquivoltas, apoyados en sendas columnillas de suerte que todo el conjunto
forma una especie de arco abocinado y moldurado contribuyendo al mayor efecto visual el
mismo grosor del muro que suele formar allí un cuerpo saliente.
Ventanas: Las ventanas se abren casi siempre en la fachada y en el ábside y algunas veces en los
muros laterales. Son bastante más altas que anchas y terminan por arriba en arco doble,
generalmente plano o de arista viva apoyado sobre columnitas como las de la portada y cuando
estos arcos se rodean de molduras finas o baquetones o bien las ventanas han dejado la
primitiva estrechez, pertenecen a la segunda época del estilo. Hay también ajimeces, óculos y
pequeños rosetones, correspondiendo estos últimos al último periodo.
Cornisas: Las cornisas, forman como una imposta corrida sobre pilastras y muros y a
continuación de los ábacos de los capiteles y adornan el frontispicio colocadas
encima de la portada o debajo de las ventanas. Llevan adornos y molduras y a
menudo (al igual que el frontón y el alero o tejaroz, que también son cornisas) están
sostenidas por canecillos o por series de arquitos ciegos.
Decoraciones: La ornamentación típica del estilo románico se manifiesta principalmente en las
cornisas, arquivoltas, capiteles, puertas y ventanas y consiste en un conjunto de líneas
geométricas quebradas o en sisas, billetes, ajedrezados, dientes de sierra, puntas de diamante,
lacerías, arquerías o arquitos ciegos, rosetoncitos, follaje serpenteante y otros motivos
vegetales siempre estilizados o con escasa imitación de la naturaleza. También se utilizan los
relieves y estatuas iconísticas, los mascarones o canecillos, los bestiarios (monstruosas figuras
de animales) y los relieves simbólicos.
11. A MODO DE CONCLUSIÓN
El Arte Románico nos ha permitido realizar un recorrido intelectual y cultural a través de una amplia cronología de la Edad Media
analizando la arquitectura, la escultura y la pintura de las iglesias de la época.
Esos tres elementos dan la medida de todo el entramado social y artístico de los hombres que las soñaron, las promovieron, las
pagaron, las hicieron y las habitaron. Porque no sólo se trataba de estructuras y de decoración, si no de una forma de entender el universo,
la religión y la relación entre los hombres, siempre dirigida y promocionada por las enseñanzas evangélicas que de sus formas de construir
y decorar se derivaban.
Esta manifestación artística es uno de los símbolos de nuestro tiempo. Por eso quiere este cronista finalizar su relato del mundo
románico medieval con una realidad artística que se construyó para la eternidad por todas esas clases sociales que el obispo Adalberón de
Laon había avanzado: bellatores, oratores, pero sobre todo de laboratores. Me refiero a la mayor joya del mundo románico, a la catedral
de Santiago que ofrecemos en la fotografía.
Lleva casi mil años contemplando las virtudes y defectos de las sociedades que le sucedieron, de las ansias y las oraciones de sus
peregrinos, de las intrigas políticas o eclesiásticas de los poderosos que dominaron su construcción y de las peleas para ejercer el poder
temporal y eclesiástico. Las del obispo Diego Peláez, de Alfonso VI, del arzobispo Gelmírez, de doña Urraca, de nobles, infantes y clérigos
que hasta el día de hoy se sirvieron de ella para ejercer su poder en la tierra.
De todo ello informa la historia de su existencia, de su arquitectura, de su escultura, de su pintura, de los hombres que bajo ella se
afanaron para construir sus bóvedas y representar con símbolos un mundo que no podían concretar con las realidades del momento.
Con la belleza y la perdurabilidad de su estructura y la placidez de su visión nos retiramos de la historia medieval para continuar el
paseo por nuestra mundana vida moderna, habiendo comprendido la perenne fragilidad del ser humano. Como decía Bertrand Russel: la
vida del hombre ha variado muy poco desde el año cero.