Guía tiroides

e-book
Guía Práctica
de la TIROIDES
Phelipe Halfeld
Licensed to Delia Barajas - delia.barajas10@gmail.com - HP15416723391691

Estimado(a)lector(a),
Antes de nada, quiero felicitarte por la decisión de adquirir este libro.
Sin dudas, has hecho una gran inversión, puesto que ahora tienes a tu
disposición una gama de informaciones sumamente valiosas, capaces de
promover un amplio conocimiento sobre la prevención y el tratamiento
de enfermedades tiroideas, que son algunas de las patologías con
mayor incidencia en los últimos tiempos. Por ello, estas preciosas
estrategias y consejos te permitirán tomar las mejores decisiones
necesarias para tu tratamiento, es decir, que representan una
oportunidad única para ti y tu familia.
También es importante aclarar que este libro es el resultado de una
experiencia personal, autobiográfica y de autoconocimiento, y se origina
a partir de estudios, investigaciones, aciertos y errores. Por lo tanto, mi
proyecto no pretende reemplazar las consultas médicas o nutricionales,
resultando esencial que todos los afectados por cualquier patología
busquen atención médica, y jamás inicien o suspendan un tratamiento
por cuenta propia.
Espero que puedas sacar el máximo provecho de cada conocimiento
compartido en este material. Después de todo, no hay nada mejor que
sentirse y mantenerse saludable a largo plazo.
¡Disfruta de tu lectura!
2

Dedicatoria
A mis Padres: Gioconda y Fernando, quienes más me
apoyaron. Y a todos aquellos que padecen trastornos de la
tiroides, deseo que aquí encuentren un camino alternativo.
3

Índice
Introducción.......................................................................................... 05
Permeabilidad Intestinal................................................................07
Mimetismo Molecular....................................................................09
Gluten.......................................................................................................11
Lácteos.....................................................................................13
Azúcar......................................................................................15
Suplementos. ........................................................................................ 18
Resistencia a la Insulina............................................................ 25
Medicamentos perjudiciales ............................................................27
Sueño.......................................................................................30
Alimentos Amigos. .........................................................................34
Moringa. ........................................................................................39
Masticación .............................................................................42
Agentes extras .........................................................................44
Actividad Física. ...................................................................... 46
Candidiasis x Intestino. ............................................................48
Pruebas de Laboratorio...........................................................................51
Nódulos ...................................................................................53
Halógenos..............................................................................................55
Estrés.......................................................................................57
Infecciones...............................................................................60
La Mejor Medicación .......................................................................62
Estoy sano, ¿y ahora? ......................................................................64
Conclusión ...............................................................................66
Referencias. .............................................................................68
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Introducción
Marck Harrel, presidente de la Asociación Estadounidense de Endocrinólogos Clínicos y
Endocrinólogos del Hospital Regional de la ciudad de Hollywood, en Florida, dijo cierta vez que:
“Lo más importante que puedes hacer respecto al hipotiroidismo es consultar a tu medico y
obtener la dosis apropiada de la hormona tiroidea”. Sin embargo, hay muchas otras
recomendaciones que seguir para lograr “neutralizar” los síntomas y recuperar tu bienestar y
calidad de vida. Y es precisamente sobre esto que vamos a dialogar en este libro.
Esa “historia” de cuidar de la salud empezó para mí hace ya algún tiempo; más precisamente,
cuando fui diagnosticado con dos enfermedades de la glándula tiroides: la Tiroides de Hashimoto y
el Hipotiroidismo. La primera, consiste en una patología autoinmune donde, debido a una
disfunción sobre la cual hablaré más adelante, el sistema inmunológico ataca el propio cuerpo.
Y la segunda, se desarrolla en consecuencia de la primera, cuando el tejido de la tiroides va siendo
comprometido de forma progresiva por estos ataques, y los niveles de las hormonas tiroideas
empiezan a alterarse, generando una avalancha de síntomas.
Mi primera actitud, tras conocer el diagnostico, fue buscar la ayuda de profesionales de salud
expertos en esta materia, para obtener las informaciones necesarias y sanarme. No obstante, y
para mi sorpresa, los médicos me dieron dos noticias, una buena y una mala. La mala era que la
medicina aún no había logrado encontrar una cura para estas enfermedades; y la buena, que
existía un tratamiento. El tratamiento ortodoxo o tradicional, consiste en tomar regularmente una
medicación durante toda la vida, siendo que las dosis pueden variar en función de la gradual
adaptación del organismo.
La idea no me parecía segura o eficaz, teniendo en cuenta que no resolvería la causa del
problema. Sencillamente prescribirían un medicamento para tratar una patología sin alcanzar su
origen, y lo peor es que yo seguiría enfermo. Por esta razón, es cada vez más grande el número
de pacientes diagnosticados con dos o más enfermedades autoinmunes, en un panorama donde se
reconoce en el paciente autoinmune una predisposición a desarrollar otras patologías de esta
misma naturaleza. Pero, en verdad, lo que ocurre es un tratamiento incompleto, donde el paciente
apenas está medicado. Y siendo así, la cantidad de diagnósticos se viene incrementando de forma
abrumadora, existiendo hoy alrededor de 50 millones de casos registrados a nivel global. En la
actualidad, lo autoinmune ocupa el tercer puesto entre las patologías con mayor número de
afecciones en todo el mundo, quedando detrás únicamente del cáncer y las enfermedades
cardiovasculares.
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Este es un escenario alarmante, principalmente si consideramos que los expertos siguen tratando
estas enfermedades con poco éxito, y gran parte de sus pacientes sigue presentando síntomas y
manteniendo una baja calidad de vida. Por todo ello, mi intención en este libro es mostrarles que
existe otro camino posible, compartirles las informaciones necesarias e invitarles a reflexionar, para
que puedan ir más allá de remediar los síntomas. Porque necesitamos hacer algo más que
medicarnos, o caso contrario, difícilmente alcanzaremos la tan esperada remisión (ausencia de
síntomas). Es decir, no basta con medicarnos para recuperar la salud, la energía y el bienestar.
Fue entonces que decidí plasmar en este material todos mis conocimientos y las estrategias que
incorporé mediante la lectura de los más prestigiosos libros internacionales, investigaciones y
estudios científicos sobre este tema. Si estas estrategias funcionaron para mí, pienso que también
pueden funcionar para ti. Además, hay centenas de relatos clínicos sobre la remisión en pacientes
de médicos destacados, como las Dras. Amy Myers e Izabella Wentz ,y el Dr. Tom O'Bryan, quienes
avalan este brillante tratamiento en sus respectivos libros.
Así mismo, debes tener en claro que el éxito de muchos pacientes con esta metodología es el
resultado de un estricto cumplimiento de todos los detalles del Protocolo, que, al tratarse de una
estrategia basada en alimentos, requiere paciencia y perseverancia. Los ingredientes naturales no
tienen un carácter agresivo y actúan de forma lenta y gradual en nuestro organismo, al contrario
de los productos industrializados que ofrecen una acción rápida, pero devastadora.
También es importante considerar que, generalmente, nos enfermamos por malgastar nuestra
salud a lo largo de muchos años, a través de una mala alimentación, sedentarismo, pocas horas o
baja calidad de sueño, estrés, bebidas alcohólicas, tabaquismo, medicamentos, toxinas, emociones
negativas, y la lista sigue… Lo que hace que sea necesario más tiempo para revertir los daños
causados por la repetición de estos malos hábitos a largo plazo.
No obstante, antes de seguir avanzando, quiero aclarar que la reposición hormonal con la
levotiroxina no siempre es inadecuada. Muchas veces, esto es necesario para preservar los tejidos
de la tiroides o, en casos más severos, preservar la función vital de esta glándula, y el médico que
realiza el acompañamiento del paciente sabrá administrar la dosis adecuada del medicamento. Es
igualmente válido recordar que ningún paciente debe interrumpir un tratamiento farmacológico por
cuenta propia, sin la necesaria orientación de un especialista.
Hechas estas primeras consideraciones, profundicémonos en los puntos clave para recuperar tu
energía y vitalidad. ¿Estás preparad@ para rescatar tu salud?
¡Vamos juntos!
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#1
Permeabilidad
Intestinal

Para tratar cualquier enfermedad, se necesita
entender la causa que la genera. Cuanta más
consciencia tengamos sobre el origen de lo que
nos hace enfermar, más atentos y protegidos
estaremos. Y cuando hablamos de trastornos
metabólicos, no podemos dejar de fijarnos en el
intestino, un órgano crucial para el equilibrio de
todo el organismo.
El intestino es un órgano donde se lleva a cabo
la absorción de agua y nutrientes, así como la
producción de serotonina, un neurotransmisor
que actúa en el cerebro y otros sistemas del
cuerpo, generando la sensación de bienestar.
Además, el tracto intestinal contiene alrededor
de 80% de las células inmunitarias,
desempeñándose como un regulador activo del
sistema inmunológico.
Es decir, que tanto la cantidad de agua y
nutrientes disponible en la sangre, como la
eficiencia del sistema inmune, dependen
exclusivamente de la calidad de las mucosas
intestinales.
Nuestra flora intestinal se encuentra “poblada”
por una gama muy amplia y diversa de
microorganismos. Miles de millones de especies
viven naturalmente allí, y sólo un 20% está
bien estudiado en la actualidad. Lo que permite
deducir que cada uno de nosotros tiene una
combinación única de estas bacterias, y nuestra
flora intestinal resulta ser algo tan personal y
particular como nuestras huellas digitales.
Estos microorganismos habitan dentro del
lumen intestinal y están separados del
intersticio corporal gracias al epitelio. Esta
increíble barrera nos protege de eventuales
invasiones de toxinas y proliferaciones de
bacterias u otros agentes patógenos. Sin
embargo, cuando mantenemos hábitos
perjudiciales a nuestro organismo, y en
especial al intestino, abrimos las puertas
para una serie de procesos inflamatorios
que, con el tiempo, pueden provocar
enfermedades.
Todo ello ocurre cuando perdemos parte
de la natural protección intestinal, debido a
que la pared del intestino se vuelve más
permeable, generando micro aperturas o
grietas. En consecuencia, las sustancias
toxicas que deberían filtrarse en esta
camada protectora, empiezan a lanzarse
directamente en el torrente sanguíneo,
dando inicio a una desagradable secuencia
de síntomas, diagnósticos y tratamientos
farmacológicos.
De esta manera, la permeabilidad
intestinal (o “leaky gut” en inglés) es el
origen de la mayoría de las enfermedades
metabólicas, y para revertir un cuadro
clínico de esta naturaleza, se necesita, en
primer lugar, tratar el intestino.
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Sinais Clínicos que sugerem
“Leaky Gut“
Trastornos digestivos, comogases,
hinchazón abdominal, diarrea o el
síndrome del intestino irritable;
Alergias o intolerancias
alimentarias;
Niebla cerebral, diﬁcultades de
concentración, ADD o ADHD;
Desequilibrios del humor, como
depresión y ansiedad.
Problemas en la piel, como acné,
rosácea y eczema;
Alergias estacionales o asma;
Desequilibrios hormonales,
como ciclos menstruales irregulares
o SOP (Síndrome del Ovario
Poliquístico);
Diagnostico de una enfermedad
autoinmune, como artritis
reumatoide, toroides de Hashimoto,
lupus, psoriasis o enfermedad
celiaca;
Diagnostico de fatiga crónica o
ﬁbromialgia.

#2
Mimetismo
Molecular

Cuando ciertas toxinas y proteínas ingresan por error al torrente sanguíneo, gracias
a la hiper(-)permeabilidad intestinal, se produce un fenómeno denominado
“mimetismo molecular”, que consiste en la dificultad del cuerpo en reconocer la
diferencia estructural entre un agente patógeno (causador de enfermedades) y las
estructuras propias del organismo.
Ello significa que, cuando las fracciones moleculares de ciertas moléculas de nuestro
organismo resultan similares a las de un patógeno que penetra en nuestro cuerpo,
ocurre el mimetismo molecular. En estos casos, al intentar neutralizar los antígenos
del agente patógeno, el sistema inmunológico acaba atacando también las proteínas
de nuestro cuerpo. Y es así que se generan las enfermedades autoinmunes.
Los principales responsables de esta disfunción molecular son los alimentos que
producen este mimetismo, como puede ser la transglutaminasa, unaenzima necesaria
para el desarrollo de enlaces químicos en el cuerpo humano.
La transglutaminasa está presente en muchos órganos, pero la mayor concentración
se encuentra en la tiroides. Entonces, cuando el sistema inmunológico ataca uno de
estos ingredientes ingeridos, los anticuerpos “se confunden” debido a la similitud, y
terminan atacando simultáneamente la glándula.
De esta manera, la tiroides permanecerá bajo ataque siempre que haya un alimento
de este tipo circulando en el torrente sanguíneo. Y lo más impresionante es que
puede seguir sufriendo daños por hasta seis meses después que consumimos
alimentos inflamatorios, en consecuencia del estimulo autoinmune generado.
Por lo tanto, la ingesta de ingredientes inapropiados provoca un daño progresivo en
los tejidos de la tiroides, lo que, a su vez, puede conllevar a la inactivación y a los
desequilibrios en la producción hormonal de esta glándula. En consecuencia, todo el
metabolismo se ve afectado, se producen síntomas a largo plazo y la persona es
diagnosticada con tiroides de Hashimoto, hipo o hipertiroidismo.
A continuación, voy a presentarte algunos de los principales alimentos que generan
el mimetismo celular:
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#3
Gluten

El gluten es una mezcla de dos proteínas, gliadina y glutenina, y puede ser encontrado, principalmente, en cereales como el trigo, el centeno o
la cebada. Cuando entra en contacto con el agua, el gluten confiere una consistencia flexible y elástica, similar a un pegamento, que es
característica de las masas elaboradas con harina de trigo. También auxilia en el crecimiento y levado de galletas, panes y pasteles o
bizcochuelos, así como en la obtención de una textura más suave. Sin embargo, no podemos sólo conferir elogios a esta proteína no digerible,
ya que su consumo supone una serie de problemas a nuestro organismo, y es en este punto que necesitamos enfocarnos ahora.
Para explicarlo en más detalles… Cuando el gluten llega al intestino delgado se libera una sustancia llamada Zonulina, que provoca un
incremento de la porosidad de la pared intestinal, permitiendo que toxinas e impurezas contaminen la sangre. Y así, están dadas las
condiciones para que “se disparen” enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
Entonces, algo que debe quedarnos en claro es que ninguna persona es realmente capaz de digerir óptimamente el gluten (ni siquiera las que
no se consideran celíacas). Ello se debe a que esta proteína es tan densa y difícil de digerir que, al penetrar directamente en la sangre a través
de las “fugas intestinales”, se producen numerosos problemas en el organismo como consecuencia de su consumo continuo.
Con todas estas toxinas, microbios y partículas de alimentos echados en el torrente sanguíneo, el sistema inmunológico envía 'soldados' para
combatir estos 'peligrosos invasores', y así genera un proceso inflamatorio en el intento de deshacerse de ellos. Y dado que los tejidos tiroideos
son muy similares a la estructura del gluten, estos soldados pueden equivocadamente luchar contra nuestra glándula.
De esta forma, se da inicio a un proceso de autodeterioro de la tiroides (del cual hablaremos en el siguiente subtitulo) que se conoce como
“Mimetismo Molecular”, y puede ocurrir en diferentes estructuras del organismo, conllevando a enfermedades autoinmunes.
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Es importante iniciar esta conversación advirtiendo que el gluten de hoy no es el mismo que comían nuestras abuelas, pues, con el
objetivo de obtener alimentos más crujientes, esponjosos y sabrosos, los científicos desarrollaron nuevas variedades híbridas de
trigo. Estas modificaciones hicieron que los alimentos con este ingrediente se tornaran más atractivos para nuestro paladar, aunque
más tóxicos para nuestro organismo.
Por lo tanto, es fundamental señalar que el gluten también puede impactar negativamente en nuestra primera protección intestinal,
permitiendo que sustancias no deseadas “escapen” al torrente sanguíneo, al dejar el intestino más poroso a punto de permitir
“fugas” de toxinas directamente en la sangre.

#4
Lácteos

Muchas personas fueron engañadas por el
mito de que la leche de vaca es buena y
consiste en la principal fuente de calcio para
el cuerpo humano, resultando indispensable
para el fortalecimiento de los huesos y la
prevención de la osteoporosis.
Lamentablemente, esta falsa información
viene repitiéndose durante años, inclusive en
los consultorios médicos, y sigue siendo
transmitida de boca en boca por la población.
Sin embargo, el consumo regular y continuo
de este alimento (y sus derivados) puede
tener un impacto negativo a largo plazo en la
salud, generando una serie de trastornos en
el organismo, especialmente en quienes
muestran mayor predisposición genética a las
patologías metabólicas.
En realidad, los productos lácteos tienen dos
principales componentes que pueden
ocasionarnos problemas: la proteína de la
leche, conocida como caseína, y el azúcar (la
lactosa). Estos son los dos elementos que
generan inflamación en el organismo y
conducen al mimetismo molecular, al igual
que el gluten. Cabe recordar que la caseína es
una proteína con una estructura molecular
muy similar al gluten y el 50% de las personas
celíacas también son intolerantes a la caseína.
Por ello, debes tener mucho cuidado, pues
incluso los productos lácteos aparentemente
inofensivos, aquellos sin o reducidos en
lactosa, pueden causar problemas, una vez
que siguen conteniendo caseína.
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Esta reacción negativa suele darse luego de
la ingesta de lactosa y caseína, teniendo en
cuenta que alrededor de un 70% de las
personas dejan de producir la enzima lactasa
durante la infancia, tras concluirse el periodo
de la lactancia, y empiezan a tener dificultad
para digerir estos alimentos, incluso cuando
no presentan intolerancias. Hinchazón
abdominal, gases, acné y migrañas son
síntomas que se presentan habitualmente en
personas que tienen una natural sensibilidad
al consumo de estos alimentos. Es decir que,
gracias a la insistencia, por motivos
culturales y el atractivo del sabor, nuestro
organismo aprendió a tolerar estos
ingredientes, sin embargo, a la larga
conocerá sus efectos negativos.
Otro punto importante es que gran parte de
los lácteos que encontramos en las góndolas
de supermercados y panaderías, están
repletos de conservantes, antibióticos y
hormonas. Y ello significa que cuando
compramos un litro de leche, por ejemplo,
estamos ingiriendo mucho más que leche.
Por lo general, los principales productores
inyectan al ganado una hormona bovina
genéticamente modificada denominada
rBGH, con el objetivo de incrementar la
producción de la leche y también sus
ganancias.
Muchas veces, esta suplementación hormonal
exagerada y artificial, conlleva a la mastitis,
una infección tratada con antibióticos. Y así,
cuando consumimos lácteos, estas hormonas
y los antibióticos ingresan a nuestro
organismo, así como los conservantes, gracias
a los cuales este tipo de producto puede
permanecer “impecable” en las estanterías,
sin echarse a perder, por varios meses.

#5
Açúcar

Desde la Antigüedad, el azúcar se viene
utilizando para realzar el sabor de los
alimentos y endulzar el paladar de los seres
humanos. Su consumo tiene inicio en la India,
migrando posteriormente a la China y Europa,
hasta finalmente alcanzar el continente
americano.
A pesar de su atractivo sabor, el azúcar suele
tener malas repercusiones en sus
consumidores más fieles. Al tratarse de un
alimento inflamatorio, así como los dos ya
mencionados anteriormente (el gluten y los
lácteos), el azúcar afecta a todo el organismo,
y la inflamación es la principal causa de todas
las enfermedades metabólicas y crónicas. Ello
ocurre debido a que el exceso de azúcar en la
sangre genera radicales libres, que, a su vez,
conllevan al daño celular y estimulan la
respuesta autoinmune.
Inclusive, algunos estudios apuntan a que una
dieta rica en azúcares se relaciona
directamente al desarrollo de numerosas
patologías, tales como: depresión, trastornos
en la tiroides, caries, infarto del miocardio,
cáncer, enfermedades autoinmunes; y
síntomas como dolores en las articulaciones,
migrañas y fatiga. En este punto, cabe aclarar
que no me refiero únicamente al azúcar “de
mesa”, el refinado que habitualmente se usa
para endulzar el café y las infusiones, y sí a
todos los alimentos y productos que contienen
azúcar entre sus ingredientes.
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Los carbohidratos, por ejemplo, que, durante
el proceso digestivo se convierten en
moléculas de azúcar en la sangre. Así como
la miel y los endulzantes (con excepción de
la stevia, que es bien tolerada).
De esta manera, suspender este ingrediente
de tu dieta significa proteger tu organismo
de futuros problemas, una vez que, más allá
de auxiliar en el tratamiento de las
enfermedades autoinmunes y los trastornos
en la tiroides, también lograrás desinflamar y
alcalinizar tu organismo, de forma a evitar
picos glucémicos en la sangre y reorganizar
tu “terreno biológico”. Recuerda: cuanto más
alcalino y desinflamado esté tu cuerpo,
menos predisposición tendrás de enfermarte
(sea cual fuera la enfermedad).
Con estos primeros pasos dados (la
suspensión del gluten, los lácteos y el
azúcar), estarás más cerca de alcanzar la
ausencia de síntomas. Solo será cuestión de
tiempo para que te des cuenta de los
cambios positivos en tu cuerpo. Cada
individuo tiene su propio tiempo y ritmo de
recuperación, pues cada organismo tiene un
historial clínico singular, una fisiología, una
edad y en historial de “desgaste de la salud”.
Quizás, algunos se vayan a recuperar en 30
días, mientras otros necesitarán tres meses
(o incluso más tiempo) para lograrlo. Por
ello, no generes expectativas cuanto a las
fechas; sencillamente haz tu tarea con la
seguridad de que tu esfuerzo se verá
recompensado.
Alrededor de 80% de las personas que siguen
esta recomendación y suspenden estos tres
alimentos, logran alcanzar la ausencia de
síntomas en un tiempo promedio de 90 días.
Sin embargo, cuando esta recuperación no
sucede, puede hacerse necesario investigar
posibles infecciones (parásitos, virus y
bacterias) junto a tu médico, además de
evaluar la restricción de otros alimentos, los
cuáles suelo denominar “alimentos extras” y
aparecen listados a continuación:

Aceites Vegetales
Soja
Café
Huevos
Castañas
Transgénicos
Frituras
Legumbres
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Alimentos Extras
En los casos donde los síntomas no mejoran
ni desaparecen, puede ser necesario
extender la restricción a otros alimentos,
más allá del gluten, el azúcar y los lácteos,
para ir “filtrando” la dieta a medida que se
suspende o se reduce la ingesta de otros
productos. Son ellos:
En esta etapa, será particularmente
importante contar con el acompañamiento
de un nutriólogo, nutricionista o médico
ortomolecular, para optimizar tu tiempo y
salud.
Repasando mi experiencia, me encontré con
que las legumbres, el café y los aceites
vegetales no me hacían nada bien. A decir la
verdad, me intoxicaban hasta el punto de
despertar un leve vértigo o migraña, lo que
me llevó a rechazarlos, aunque me encantan
los frijoles/porotos, el arroz, el maíz y el
café.
Fui capaz de identificar la toxicidad de estos
alimentos para mi cuerpo al pasar
90 días sin ninguno de ellos, y luego,
cuando mi organismo se encontraba
debidamente limpio y sin síntomas, los fui
reincorporando uno a uno, observando con
atención el resultado. Este proceso de
reincorporación debe realizarse con mucho
cuidado y paciencia, pues un solo alimento
puede generar síntomas pasadas hasta 72
horas desde su ingesta, lo que nos exige
atención y precaución para observar y sentir
las repercusiones en los días siguientes al
consumo. Te recomiendo reincorporar un
único alimento a cada 5 días y en poca
cantidad, así, podrás observar a lo largo de
los días la incidencia de los siguientes signos
clínicos:
Dolor de cabeza
Migrañas
Acné
Fatiga
Vértigo
Aftas
Agitación
Diarrea
Estreñimiento
Nauseas
Vómito
Si uno o varios de estos síntomas se
presentan luego del consumo, sabrás que
aquél alimento no te hace bien, una vez que
retrasa la cicatrización de la permeabilidad
intestinal, y necesitarás excluirlo de tu dieta.
Siguiendo cuidadosamente este guión, al fin
de unas 6 semanas, ya habrás identificado
cuáles alimentos no son buenos para ti, y
esta información se convertirá en un tesoro
para toda tu vida, ya que te permitirá
incrementar tu salud, bienestar y calidad de
vida. Siempre y cuando mantengas la
decisión de evitarlos, lógicamente.

#6
Suplementos

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Una de las dudas más frecuentes de las
personas diagnosticadas con trastornos en la
tiroides es: "¿Cuáles suplementos debo tomar
para optimizar mi tiroides o “frenar” el
estimulo autoinmune?” En este apartado, mi
intención es brindarte una respuesta definitiva
a este cuestionamiento. Y para ello, voy a
listar todos los suplementos que te ayudarán
a rescatar tu salud y reducir los síntomas.
No obstante, es importante tener en claro que
el solo hecho de tomar suplementos no va a
solucionar el problema, puesto que deben ser
complementarios al tratamiento. Ello significa
que la parte más importante de la búsqueda
por la cura es la suspensión de los alimentos
que nos enferman, siendo esta la clave de tu
mejora. Una vez concretado este primer y
más fundamental paso, puedes incorporar
suplementos para complementar tu dieta, con
la seguridad de que resultarán útiles.
Además de estar cada vez más carentes de
nutrientes, gracias al sistema de producción
acelerada y masiva, muchas personas no
logran obtener el aporte necesario de
vitaminas y minerales a través de la
alimentación. Y hay excusas de sobra: la falta
de tiempo, la necesidad de hacer múltiples
tareas a diario, y el clásico “necesito comer
algo rico para compensar mi día estresante”…
Entonces, muchas veces, estas personas
terminan optando por comer algo práctico,
rápido y gustoso, en lugar de elaborar comidas
realmente saludables y nutritivas.
Incluso quienes consumen alimentos
nutritivos con cierta regularidad, pueden
tener déficits de algunos nutrientes, porque
el simple hecho de tener un intestino
permeable supone la necesidad de evitar
demasiados medicamentos, alcohol, tabaco,
alimentos refinados, que pueden
comprometer la absorción de los nutrientes
ingeridos debido a la acidez que generan en
el cuerpo.
Aquí es, precisamente, donde entran los
suplementos, para brindar un soporte o un
apoyo adicional a quienes realmente
necesitan.
A continuación, voy a listar cada uno de estos
suplementos con sus respectivas dosis
recomendadas. Así mismo, recuerda que cada
organismo tiene una demanda, una edad, un
historial clínico y una fisiología propia, por lo
que será fundamental que consultes a tu
nutricionista o nutriólogo para evaluar cuáles
son tus déficits nutricionales específicos y cuál
es la dosis óptima para suplirlos.

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Ingerir diariamente buenas dosis de probióticos
(entre 50 y 100 unidades/día), puede ayudar a
retomar el orden y el equilibrio de las bacterias
intestinales, proporcionando bienestar,
reducción de los síntomas y mejora en la salud
gastrointestinal.
Se sabe que nuestro organismo es la “casa” de
miles de microorganismos, y nuestros
intestinos contienen una rica flora formada por
numerosas bacterias buenas que nos ayudan a
digerir los alimentos, además de evitar la
proliferación de bacterias patógenas. Sin
embargo, el uso de algunos medicamentos,
alcohol y tabaco, así como el estrés, los
parásitos, virus y alimentos inadecuados
pueden desequilibrar este ecosistema y sus
dinámicas naturales, y generar inflamaciones.
ya que estos elementos estimulan los procesos
inflamatorios en el organismo, produciendo un
efecto contrario al que buscamos.
Llamo la atención sobre este hecho porque es
muy común encontrar mercurio contaminado
en los mercados de omegas 3. Entonces,
recuerda verificar este detalle antes de
comprar cualquier producto.
C-reactiva (PCR) y otros marcadores de
inflamación. Por lo tanto, ingerir 1g de este
suplemento a diario resulta muy beneficioso,
en especial para quienes fueron diagnosticados
con enfermedades metabólicas (autoinmune y
disfunciones en la tiroides, inclusive), o para
quienes buscan prevenirlas.
Particularmente, uso el aceite de krill, por
tratarse de un producto con mayor pureza y
concentración de EHA y DHA. Por hablar en
pureza, es fundamental asegurarnos de que
este suplemento esté libre de metales pesados,
Recientes estudios vienen demostrando que los
ácidos grasos (omega 3) reducen los niveles de
eicosanoides, citocinas, quimiocinas, proteína
Probióticos Ômega3

En consecuencia de un estilo de vida urbano, la mayoría de
las personas no tiene tiempo u oportunidad de exponerse
adecuamente al sol (la principal fuente de vitamina D3), y
terminan presentando niveles deficitarios de este elemento.
Recientes estudios señalan que, además de proteger la
glándula tiroides, la vitamina D se relaciona con las
inflamaciones y cumple un rol clave en la prevención de
enfermedades endócrinas. Así siendo, los individuos con
niveles bajos de Vit. D quedan más vulnerables al desarrollo
de este tipo de patologías. En este sentido, es importante
recordar que, si bien los niveles de referencia en los
laboratorios sean superiores a 30ng/ml, el valor deseable se
ubica por encima de los 60ng/ml, y estar con la Vitamina D
en niveles óptimos resulta indispensable para modular
nuestra inmunidad.
Además, considerando que algunas personas tienen los
llamados polimorfismos de nucleótido único (SNPs), que
elevan el riesgo de los déficits de vitamina D, se necita
poner mucha atención y actuar con cuidado.
Particularmente, no suelo suplementar con mucha
frecuencia esta sustancia, pues practico natación y me
expongo regularmente a la luz solar. Pero, durante periodos
más lluviosos o fríos, o épocas de mucho estrés,
acostumbro ingerir de 5.000ui a 10.000ui a diario. Con esta
estrategia, tengo logrado mantener mis niveles próximos a
los 75 ng/ml.
Curcumina
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La curcumina es el principal ingrediente activo de la cúrcuma
(azafrán) y tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes
que ayudan a neutralizar los radicales libres y, posteriormente,
estimulan los recursos propios del organismo. Por ello,
asegúrate de incluir esta maravillosa especia en sus comidas,
porque, además de realzar el sabor de tus recetas, te aportará
aún más salud.
Vitamina D

Glutamina Glutatión ComplejoB
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El glutatión (o glutationa) es una proteína
encontrada en todas las células del cuerpo
humano, especialmente en las del hígado,
y que también podemos ingerir a través de
alimentos como frutas, carnes y verduras.
Sin embargo, incluso con la producción
propia del organismo, muy a menudo las
personas no tienen concentraciones
óptimas de glutatión, debido
principalmente a una mala alimentación, al
estrés, toxinas y enfermedades que agotan
los niveles de esta proteína o detienen por
completo su producción.
De esta manera, la suplementación puede
ser una muy buena estrategia para
equilibrar estos niveles, recuperar la
condición de desintoxicación natural de tu
cuerpo y aumentar los niveles de energía.
En mi caso, tomo 500 mg por día.
Este es un conjunto esencial de vitaminas
que no puede faltar en nuestro organismo,
porque sirven como alimento para
nuestras mitocondrias - las matrices de
nuestras células - que generan la energía
necesaria para el organismo. Y es por ello
que quienes tienen deficiencias de
vitaminas del complejo B, frecuentemente
se ven afectados por la fatiga. Además,
niveles muy bajos de vitamina B12 pueden
conllevar a una anemia.
Por lo tanto, es fundamental consumir
carnes rojas, de ganado criado suelto, que
paste libremente y no consuma piensos
transgénicos. Pero si eres vegetariano o
vegano, complemente diariamente tu dieta
con buen complejo B. También puedes
optar por la suplementación con
metilfolato (500 mcg) y/o metilcobalamina
(500 mcg), que son las formas activas de
estas vitaminas.
La Glutamina es el aminoácido no esencial
más abundante en nuestro organismo, y su
síntesis se lleva a cabo en función de las
necesidades corporales.
Cuando es consumido de manera apropiada,
promueve el bienestar de los sistemas
musculares, digestivo e inmunológico. La
Glutamina es un gran aliado a la hora de
reparar los daños en el intestino, auxiliando
en la regeneración de las paredes
intestinales, la reparación de los daños
ocasionados por la permeabilidad intestinal, y
la reducción del deseo de comer azúcar y
dulces.
Generalmente, consumo de 3 a 5 gramas
diariamente, y me gusta tomarla junto con mi
jugo de limón.

Resveratrol Colágeno EnzimasDigestivas
23
A medida que vayas recuperando tu salud,
mientras tu intestino esté en proceso de
rehabilitación, probablemente no será
capaz de producir las enzimas digestivas
por propia cuenta. No obstante, estas
enzimas son fundamentales para la
descomposición de los alimentos y una
mejor absorción de nutrientes, por lo que
es necesario suplementarlas durante este
período de recuperación, hasta que tu
cuerpo vuelva a ser capaz de realizar esta
tarea de manera autónoma.
Hay quienes prefieren usar el Clorhidrato
de Betaína (con pepsina), que es un
elemento fundamental en el proceso
digestivo. Para saber si te adaptas mejor a
esta opción, haz la siguiente prueba: toma
unos 650 mg al comienzo de una comida y
fíjate si tienes acidez o ardor en la región
estomacal. Si ello ocurre, significa que
tienes buenos niveles de clorhidrato y no
necesitas suplementarlo.
Este suplemento es especialmente útil
para quienes padecen un síntoma muy
común en pacientes autoinmunes: el
dolor en las articulaciones.
Prepara un caldo de huesos o, si prefieres
suplementar, usa al menos unos 5
gramos diarios.
Además de beneficiar tus articulaciones,
piel, uñas y cabello, el colágeno también
ayudará en la rehabilitación del intestino.
El resveratrol es un polifenol, o sea, un
poderoso antioxidante capaz de fortalecer
tu inmunidad, que se encuentra
principalmente en las semillas de la uva y,
consecuentemente, también en sus
derivados (jugos y vinos). Cuanto más
intenso es el color de la uva, mayor es su
concentración de polifenoles.
Además de la uva, el resveratrol está
presente en los chocolates oscuros,
aunque en menores cantidades.
Sin embargo, ya sea en la fruta o en el
chocolate, para asimilar la cantidad diaria
ideal de resveratrol, tendríamos que ingerir
grandes cantidades de estos alimentos o
bebidas diariamente, lo que se volvería
prácticamente inviable.
Por ello, en este momento de
recuperación, recomiendo suplementar
unos 100mg por día.

Iodo
24
Zinc, Hierro, Selenio y Magnesio
Por último – pero no menos importante – un mineral que
tiene una gran relevancia para nuestra tiroides, ya que sin
la cantidad suficiente de yodo, nuestra glándula
sencillamente es incapaz de producir sus hormonas.
La deficiencia de yodo es la causa más común del
agrandamiento de la tiroides (bocio) y del hipotiroidismo
en todo el mundo. Sin embargo, quienes tienen la
enfermedad de Hashimoto deben poner especial atención a
la hora de suplementarlo. Según la literatura actual (Dra.
Amy Myers y Dra. Izabella Wentz), la experiencia clínica de
estos autores revela que los pacientes diagnosticados con
Hashimoto tienden a mostrar un fuerte rechazo a la
suplementación con yodo. Por ello, en estos casos, sugiero
ingerir el yodo solo a través de los alimentos,
especialmente sal entera sin refinar, huevos y algunos
pescados, como la caballa, y los mejillones.
Ya en los demás casos, el uso de Kelp ha mostrado
excelentes resultados.
La combinación de estos tres minerales es sumamente importante para
potenciar el buen funcionamiento del organismo, lo que optimiza el
sistema inmunológico, equilibrando los impulsos nerviosos y
favoreciendo el control hormonal, especialmente de la tiroides.
El zinc y el hierro desempeñan un rol clave en la conversión de T4
inactiva en T3 activa. Además, el zinc estimula el hipotálamo a
aumentar la producción de hormona tiroidea cuando sus niveles son
bajos en el organismo. A su vez, el hierro ayuda a la enzima que
convierte el yoduro (yodo que comemos) en yodo, para que, de esta
forma, pueda combinarse con la tirosina y desarrollar hormonas desde
la tiroides. Volviendo al zinc, este mineral también actúa en el
mantenimiento del sistema inmunológico, fortaleciendo las células de
defensa del organismo, e incrementa la producción de colágeno,
facilitando la cicatrización del acné, quemaduras, heridas e irritaciones
dérmicas. Tomo una cápsula con 30 mg a diario.
El magnesio, por otro lado, ayuda en el ámbito del bienestar,
fomentando la liberación de serotonina, la hormona responsable de las
reacciones de placer y bienestar, además de regular los síntomas de
ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, depresión, insomnio e
hiperactividad. Yo uso Dimalate, aproximadamente 1 mg/día.
Finalmente, tenemos el Selenio, que también ayuda a convertir la T4
inactiva en T3 activa, así como protege a las células de los daños
causados por los radicales libres, frenando el envejecimiento de los
tejidos. Para obtenerlo, como nueces de Brasil o suplemento con 200
mcg/día.

#7
Resistencia a la Insulina

Este es un tema muy importante que debería llamar
la atención no solo de los diabéticos, sino también
de todos aquellos que padecen alguna enfermedad
metabólica o trastorno autoinmune y tiroideo.
Cuando provocamos picos glucémicos regulares y
continuos en nuestro organismo, creamos un
escenario favorable a la resistencia a la insulina. En
términos sencillos, ello significa que el páncreas
necesitará producir más insulina de lo normal para
compensar estos picos, generando una sobrecarga
tanto en esta glándula, como en el hígado. Y es a
partir de ahí que empiezan a aparecer los
problemas.
¿Por qué y cómo la resistencia a
la insulina perjudica tu tiroides?
1
1. Daña las mitocondrias, nuestras
“fábricas” de energía;
2
2. Afecta la función de los receptores de la
hormona tiroidea (para que la hormona
cumpla su función, necesita unirse a estos
receptores);
3
3. Dificulta la conversión de T4 a T3
(T3 es la hormona tiroidea activa, que
nos da energía, disposición, controla
nuestro metabolismo, etc.)
4. Inflama nuestro cuerpo y puede
desencadenar enfermedades tiroideas
autoinmunes o empeorar el tratamiento de
las existentes;
26
5
5. Puede elevar el cortisol, lo que también
reducirá la conversión de T4 a la hormona
activa T3, haciendo que nuestra
recuperación sea más lenta, y promoviendo
la pérdida de energía, tendencia a la
tristeza, desánimo, caída del cabello, uñas
quebradizas y problemas con el ciclo
menstrual, entre otros.

#8
Medicamentos Perjudiciales

Si bien los medicamentos fueron creados para
mejorar el estado de salud del paciente, en general,
no alcanzan el nivel de la curación, puesto que sólo
logran remediar los síntomas, sin llegar a la esencia
del problema, es decir, sin alcanzar la causa de la
patología. Para ello, sería necesario investigar más
a fondo, y no solo asociar las señales clínicas al
medicamento.
Por lo tanto, es crucial que los médicos evalúen
cuidadosamente los beneficios y riesgos de los
medicamentos, considerando siempre las
alternativas menos dañinas para tratar los síntomas
de la forma más natural posible.
Muchas veces, cuando son administrados de forma
inapropiada, los fármacos producen efectos
adversos innecesarios, pudiendo generar más
maleficios que beneficios.
Más allá de exponer el organismo a esta toxicidad
innecesaria, el uso de los 5 medicamentos listados
a continuación, puede generar o empeorar el
problema intestinal, que es la principal causa de las
enfermedades metabólicas. Son ellos:
Antibióticos
Cuando tomamos este tipo de
medicamento, atacamos no solo las
bacterias “malas” (objetivo final de
este producto), sino también las
buenas que viven naturalmente en el
intestino. Y así, producimos un
desequilibrio en esta región, que
favorece la proliferación de la
Cándida, una de las causas del
aumento de la permeabilidad
intestinal.
En caso de que exista una real necesidad
de tomarlos, recomiendo adoptar una
estrategia de suplementación con
probióticos, de 100 mil millones de UFC
durante dos semanas, para minimizar los
efectos adversos.
Antiinflamatorios
También hay estudios que
apuntan a que el uso de
antiinflamatorios puede afectar la
diversidad del microbioma
intestinal, causando un
desequilibrio bacteriano conocido
como disbiosis. Aunque suelan
considerarse seguros, estos
medicamentos pueden ocasionar
hemorragias intestinales y
estomacales, mismo cuando
administrados en dosis bajas. En
resumen, consisten en uno de los
mayores obstáculos para la
recuperación de quienes sufren a
causa del intestino permeable.
28
1
2

3
29
Anticonceptivos
El uso de estos medicamentos
suele generar un exceso de
estrógeno en el organismo, lo que
aumenta el riesgo de proliferación
de Cándida.
Además, las mujeres con mayor
predisposición genética a problemas
gastrointestinales, pueden tener
hasta tres veces más riesgo de
desarrollar la enfermedad de Crohn,
en caso de que usen anticonceptivos
orales por más de 5 años. Por ello,
recomiendo usar preservativos y/o
DIU de Cobre, una vez que estos
métodos anticonceptivos son
eficientes y no generan problemas
endócrinos en el organismo.
Corticoides
Los corticoides son ampliamente
empleados en el tratamiento de
enfermedades autoinmunes y
dolores post-traumáticos. Sin
embargo, su uso puede favorecer la
autoinmunidad y dejar el organismo
más predispuesto a infecciones.
En lugar de recurrir a estrategias
nocivas, la mejor alternativa para
revertir la autoinmunidad consiste en
fortalecer el sistema inmunológico, y no
en debilitarlo, favoreciendo, de esta
manera, que vuelva naturalmente a
desempeñar su función ideal. Y la mejor
opción para lograrlo, es eliminar los ya
mencionados alimentos inflamatorios, y
reforzar la ingesta de alimentos y
suplementos que nos brindan más
fuerza y energía (de los cuáles
hablamos en los capítulos anteriores).
Inhibidores de
la Bombade
Protones (IBP)
Generalmente, las personas que toman
este tipo de medicamentos, son más
propensas a desarrollar infecciones por
C. difﬁcile, que aquellas que no los
utilizan. Clostridium difﬁcile es una
bacteria que puede causar hinchazón
en el colon, intestino permeable e,
inclusive, hemorragias que ponen
nuestra vida en riesgo.
Con respecto al reflujo, un síntoma muy
común entre los usuarios de estos
fármacos, un simple cambio en la dieta y
el estilo de vida puede eliminar la acidez y
dependencia de este tipo de medicamento.
Los alimentos que más contribuyen AA
reflujo son: gluten, lácteos, alcohol,
cafeína y frituras. Evitarlos y adoptar
estrategias para combatir el estrés
(ejercicios físicos, yoga y meditación, por
ejemplo) ayudará a aliviar el reflujo.
Los pacientes que presentan reflujo acido,
una señal de la baja acidez estomacal,
pueden beneficiarse de la suplementación
con Clorhidrato de Betaína, que auxiliará
en la manutención del pH estomacal.
4
5

#9
Sueño

Considerando que necesitamos dormir alrededor de un tercio de
nuestra vida, es evidente que el sueño es extremadamente
importante para nuestro organismo, no solo para restaurar nuestra
energía vital, sino también para asimilar conocimientos, crear
nuevos recuerdos y eliminar las toxinas que se acumulan en el
cerebro a lo largo del día. El sueño también desempeña un rol clave
en varios procesos corporales, entre los cuáles se incluyen el
metabolismo, la función inmunológica y el estado de ánimo.
No obstante, quienes tienen trastornos en la tiroides, ya sea
hipotiroidismo, hipertiroidismo o Hashimoto, frecuentemente
experimentan problemas para dormir sin interrupciones y conservar
la óptima calidad del sueño. Y esta condición tiende a empeorar con
el tiempo, a medida que su glándula se va deteriorando. Pero la
buena noticia es que existen estrategias que pueden ayudarte en
este punto, para que puedas disfrutar las horas de sueño necesarias
y mejorar la calidad de tu sueño todas las noches. Basta con seguir
las orientaciones de este libro, y específicamente las que enumero a
continuación.
Ajusta tu reloj
circadiano
Eliminatodalaluz
Apaga los equipamientos
electrónicos
31
Para que la producción de melatonina sea completa, no
deber haber cualquier fuente de luz en tu habitación.
Estudios demuestran que este proceso se interrumpe
cuando el cerebro reconoce alguna luminosidad en el
ambiente, e incluso una pequeña franja de luz puede
generar esta interrupción. Instalar cortinas tipo “black out”
y usar antifaces para dormir suaves son buenas estrategias
para maximizar la producción de melatonina.
Intenta organizar tus compromisos definiendo las
actividades que realizarás a lo largo del día, incluyendo la
hora de dormir en esta planificación. Ello hará que tu
cuerpo empiece a darse cuenta de que este horario está
destinado a dormir y estimule la producción de
melatonina (la hormona del sueño, liberada por la
glándula pineal) en el momento apropiado.
El uso de pantallas azules (celulares, notebooks, TVs) puede
inhibir la producción de melatonina por hasta 90 minutos,
perjudicando (¡y mucho!) la calidad del sueño. Por ello, quitar
estos equipamientos de la habitación donde duermes es una
excelente estrategia, al igual que dejar de usarlos al menos dos
horas antes de ir a dormir. También es importante apagar el
router wifi, y bajo ningún concepto instalarlo dentro de la
habitación. Lo mismo se aplica a los celulares, los cuáles
recomiendo dejar cargando en otra habitación (preferiblemente
apagados).

Aléjate de la cafeína y del
alcohol
Actividadesrelajantes
Temperaturarelativamentefría
32
Ambos son diuréticos y estimulan la vejiga, por lo que te
harán tener ganas de orinar durante toda la noche,
interrumpiendo, así, tu sueño. Además, el alcohol altera la
fase final del sueño (REM), provocando cierto cansancio
por la mañana, cuando es ingerido a la noche anterior. A
su vez, la cafeína dificulta la inducción del sueño,
dejándonos más agitados e inquietos.
Practica actividades tranquilas antes de acostarte,
como leer, bañarte, meditar o realizar
estiramientos/elongaciones. Esto te ayudará a
disminuir el ritmo acelerado del día, señalándole a tu
cuerpo que se acerca la hora de descansar.
El sueño suele empezar cuando la temperatura de nuestro
cuerpo desciende, por lo que una habitación más fresca
puede ayudar a que nos quedemos dormidos más rápido
y tengamos una noche más agradable. Lo ideal es que la
habitación donde duermes tenga una temperatura entre
15,5 y 20ºC, porque si la temperatura es superior a 23
grados o inferior a 12, puede interferir en la calidad de tu
sueño durante toda la noche.

Come Cerezas
Propóleo+Té TMagnesio +Inositol
33
Comer algunas cerezas antes de ir a dormir puede ayudar a mejorar
la calidad y el tiempo total de sueño (evitando, inclusive, que te
despiertes en medio de la noche), ya que consisten en una fuente
natural de melatonina. No obstante, estas cerezas no deben contener
azúcar agregada, ya que una “inyección extra” de este ingrediente
puede generar el efecto contrario, considerando que el azúcar es
capaz de provocar una desarmonía glucémica por la noche e
interrumpir tu ciclo de sueño. Así que, nada de alimentos azucarados
(principalmente antes de acostarte).
Disfruta del poder de esta bebida ancestral que te brindará
calidez y permitirá tener un sueño más profundo. La yerba
melisa (toronjil o limoncillo), cuando consumida con cierta
regularidad, puede aliviar muchos problemas de salud. Para los
más inquietos, es un excelente tranquilizante natural,
ayudando a reducir la ansiedad y el estrés, favoreciendo la
relajación y mejorando la calidad del sueño. Hazte una infusión
de melisa y, luego, agrega unas 7 o 10 gotas de propóleo antes
de beberla. Prepárate para dormir bien.
El magnesio y el inositol combinan el poder de dos importantes
suplementos que son nutrientes que promueven la relajación
física y mental, además de auxiliar en la manutención de un
metabolismo saludable y el equilibrio de las emociones. De esta
manera, aumentan la probabilidad de que te quedes dormido,
siempre y cuando los tomes cerca de la hora de acostarte.
Inositol: 2g y Magnesio 400mg al día.

#10
AlimentosAmigos

35
Huevo
Además de contener yodo, el huevo es rico en
carotenoides (vitamina A) que estimulan el correcto
funcionamiento de la tiroides, excepto en quienes son
sensibles a la proteína del huevo. Dar preferencia al
huevo orgánico, en cuyo sistema de producción las aves
se crían en libertad (no confinadas) y no se alimentan con
alimentos transgénicos.
Pescados
Los pescados, y en especial el salmón, pueden
proporcionar excelentes beneficios a nuestra salud,
incluso desde el punto de vista hormonal. Además de
contener las vitaminas A y D, que promueven la buena
salud del cabello y la piel, los pescados son ricos en
grasas buenas (omega-3) que actúan combatiendo las
inflamaciones y previniendo enfermedades
cardiovasculares, autoinmunes, tumores y trastornos en
la tiroides.
Carne
La carne es rica en cuatro minerales esenciales para la
tiroides: zinc, hierro, yodo y selenio, pero es fundamental
que elijas la carne de ganado criado en libertad y
alimentándose de pasto (no piensos), sin sobreexposición
a antibióticos ni hormonas. Este detalle marca toda la
diferencia, y ya hay algunas marcas en el mercado que
venden con este criterio y calidad. Otra buena opción son
las vísceras, especialmente el hígado bovino. Al comer
estos alimentos tres veces a la semana, obtendrás los
nutrientes necesarios.

36
Oleaginosas
Conocidas popularmente como “frutos secos”, las
oleaginosas abarcan las nueces, castañas,
avellanas, almendras y el maní. Estos alimentos
contienen altos niveles de grasas buenas, siendo
excelentes fuentes de energía, vitaminas y
minerales. Colaboran en el buen funcionamiento de
todo el organismo, especialmente de la tiroides.
Las castañas de cajú y las nueces de Brasil son las
preferidas de quienes buscan optimizar la tiroides,
ya que garantizan un excelente aporte de zinc y
selenio, respectivamente. Recomiendo comer una
por día.
Naranja
Rica en carotenoides y vitamina C, la naranja
puede auxiliar en el correcto funcionamiento de la
tiroides. Recuerda comer una por día.
Vegetales Crucíferos
Al ser ricos en fibras, ayudan a nutrir las bacterias
buenas del intestino, colaborando en el incremento de la
sensibilidad a la insulina y generando mayor saciedad.
Además, contienen buenos niveles de magnesio,
auxiliando en la eliminación del estrógeno y previniendo,
así, canceres de mama, ovario y endometrio. Sin
embargo, los bociógenos presentes en las crucíferas
(que interfieren en la absorción del yodo), hacen que
quienes tienen alguna disfunción tiroidea las deban
consumir con precaución. Unas tres veces por semana
estará más que bien.

37
Algas marinas
Las algas marinas son una fuente extraordinaria de yodo
y también ofrecen un significativo aporte de selenio.
Ambos nutrientes resultan indispensables para la
producción de las hormonas tiroideas. Te aconsejo
consumirlas en forma de tiras pequeñas en tus
ensaladas o en el arroz, al menos una vez a la semana.
Frutillas/Fresas
Una de las pocas frutas que contiene una significativa
cantidad de yogo es la fresa (o frutilla). Una taza de
fresas contiene alrededor de 12,96 mcg de yodo.
Recuerda dar preferencia a los productos orgánicos, ya
que esta fruta, al igual que los tomates, retiene grandes
cantidades de pesticidas.
Quinua
Además de contener buenas dosis de proteínas, la quinua
es rica en calcio, hierro, fibras, magnesio, potasio, zinc y
selenio. La cantidad recomendada es de dos cucharadas
soperas a la semana. Sin embargo, algunas personas
pueden tener cierta sensibilidad a la quinua, siendo mejor
evitar su ingesta en estos casos.
Sésamo
La tiroides se encarga de producir calcitonina, una
hormona que nos permite asimilar el calcio que
ingerimos. Por esta razón, las personas con
hipotiroidismo pueden desarrollar deficiencias de este
mineral y trastornos como la osteoporosis. El consumo de
sésamo, que es una semilla muy rica en calcio, puede
ayudarnos a prevenir este déficit nutricional y
repercusiones negativas.
Jengibre
El jengibre es una especia refrescante y aromática que
también nos ayuda a acelerar el metabolismo, a la vez
que combate la retención de líquidos, otro síntoma
común cuando la tiroides no funciona correctamente.
Pimenta cayena
La pimienta de cayena es un excelente activador natural
del metabolismo que, además, eleva nuestra
temperatura corporal. También puede ayudarnos a
aliviar otros síntomas, como el estreñimiento y el dolor
en las articulaciones. Así mismo, debemos incorporarla
en nuestra dieta de forma muy progresiva, para que no
provoque trastornos digestivos.
Ajo
El ajo contiene numerosos componentes que estimulan
nuestro organismo. Es uno de los mejores remedios
naturales para las personas más sensibles al frío o que
sienten cansancio y apatía.

Hinojo
El hinojo actúa como un regulador hormonal,
estimulando la producción de diferentes
hormonas. Puedes consumirlo crudo en ensaladas,
salteado o hacer una infusión medicinal con sus
hojas y/o semillas.
Ginseng
El ginseng es un potente estimulante natural que
nos ayuda a activar el metabolismo y, así, facilita
la pérdida de peso. Podemos consumirlo
eventualmente, siempre haciendo períodos de
descanso, en forma de infusión o suplemento
natural.
38
Agua
Finalmente, el agua es uno de los
elementos más importantes para
garantizar la regulación y el buen
funcionamiento del organismo. El
consumo diario de unos 2 litros
de agua favorece el metabolismo,
ayuda a evitar la retención de
líquidos y la hinchazón, favorece
la digestión y combate el
estreñimiento.

#11
Moringa

La Moringa también contiene antioxidantes y
fitoquimicos que demostraron ser útiles al auxiliar
en el control de presión arterial, la modulación de
inflamaciones y la manutención de niveles
saludables de colesterol en los seres humanos.
Algunos de estos compuestos presentes en la
Moringa son:
Decidí dedicar un apartado especialmente a la
Moringa, considerando el amplio abanico de
beneficios puede ofrecernos. La Moringa oleifera es
una planta de rápido crecimiento originaria de la
India, pero que se ha extendido ampliamente
alrededor del mundo, inclusive acá en nuestros
trópicos. En América Latina, podemos encontrarla
bajo diferentes nombres, según el país o la región
donde estemos, tales como: “lirio blanco", “ben”,
“acacia”, “palo de jeringa”, “paraíso blanco”, “flor de
Jacinto”, entre muchos otros.
El sistema ayurvédico de medicina holística,
desarrollado hace más de 3.000 años en la India,
sugiere que la Moringa puede curar y/o prevenir
alrededor de 300 enfermedades. Según los estudios
más recientes, esta planta posee las siguientes
características:
a) Siete veces más vitamina C que las naranjas;
b) Cuatro veces más calcio que la leche;
c) El doble de proteínas del yogurt;
d)Cuatro veces más vitamina A que la zanahoria;
e) Tres veces más potasio que la banana;
f) 27% de proteína, lo equivalente a la carne de
vacunos;
g) Más hierro que la espinaca;
h) Aporte de Vitaminas: A, B (tiamina,
riboﬂavina, niacina), C, E, y beta caroteno.
i) Aporte de Minerales: Cromo, Cobre, Fósforo,
Hierro, Magnesio, Manganeso, Potasio, Selenio y
Zinc.
• ácido elágico: presente también en la granada y
beneficia la piel
• ácido clorogénico: ayuda a reducir los niveles de
glucosa en sangre
• glucosinolatos: son los compuestos presentes
en el brócoli que tienen acción anticancerígena
• quercetina: tiene propiedades antialérgicas
• canferol: es un flavonoide similar al alcanfor con
efectos antimicrobianos
Además de todas estas propiedades, me
llamaron particularmente la atención estos dos
beneficios de la Moringa:
Protege o microbioma intestinal e modula
inﬂamação
Un estudio realizado en 2018 dividió varias ratas en tres
grupos. Dos de ellos recibieron una dieta rica en grasas,
pero solo a uno también se le administró un extracto de
moringa. A su vez, el tercer grupo siguió una dieta con
niveles estándares de grasas y no recibió el extracto. El
grupo que consumió la dieta grasosa sin el extracto,
perdió bacterias intestinales buenas, ganó peso y
aumentó las citocinas proinflamatorias. ¿Y en el grupo
que sí recibió moringa? Pues, las tasas de citocinas
proinflamatorias y el ecosistema bacteriano se vieron
poco afectados.
40

Tiene acción
analgésica y
antiinflamatoria
Investigadores han demostrado que el
extracto etanólico de las hojas de moringa, es
un remedio natural con enorme potencial en
el tratamiento de los dolores y la artritis. Las
ratas con dolor crónico, causado o no por la
artritis, respondieron positivamente al
tratamiento. Se evaluaron diferentes
indicadores en estos animales, tales como:
hinchazón en las patas, grado de cojera,
radiografía articular y parámetros
hematológicos. A una dosis de 250 mg/kg de
peso corporal, el extracto de moringa
demostró ser más eficaz para controlar el
dolor que el fármaco endometacina.
Así mismo, por tratarse de un alimento que
contiene yodo, debe ser consumido de forma
moderada por quienes fueron diagnosticados
con Tiroides de Hashimoto.
41

#12
Masticación

Ya de niño escuchaba mi papá decirme: “come
despacio, tu estómago no tiene dientes”; pero
confieso que solo después de adulto, logré
entender realmente este punto. Después de todo,
cuando somos jóvenes, tendemos a estar más
dispersos y enfocarnos únicamente en aquello que
nos genera placer.
Con el tiempo y la experiencia, percibí que existen
numerosos beneficios asociados al acto de
masticar bien, como mejorar la absorción de los
nutrientes y la digestión. Además, cuando
comemos más despacio, podemos tener más
vitalidad, disposición y energía. Por otro lado, el
hábito de comer muy rápido y/o en grandes
cantidades, al igual que consumir alimentos
difíciles de digerir sin masticarlos adecuadamente,
suele provocar cansancio, fatiga, irritabilidad, mal
humor y somnolencia. Ello ocurre porque, en estos
casos, el cuerpo debe enfocar toda o gran parte
de su energía en el proceso digestivo, dejando a
un lado otras funciones (que naturalmente, se
verán comprometidas).
Para entender mejor los motivos por qué
deberíamos masticar más los alimentos que
consumimos, debemos considerar que la boca es
parte del aparato digestivo. Los dientes cumplen
una función esencial dividiendo los alimentos en
porciones o pedazos más pequeños, mientras las
glándulas salivares auxilian en la descomposición
de estos alimentos. Estas funciones fueron
“diseñadas” para entrar en acción en cada
comida; y es por ello que, cuando llevamos a cabo
una buena masticación, automáticamente nos
aseguramos una mejor absorción de nutrientes. Y
en el caso contrario, los alimentos fermentan y se
echan a perder cuando alcanzan el intestino,
generando un cúmulo de toxinas.
Además, en caso de que el intestino se encuentre
permeable, estas toxinas acumuladas pueden
penetrar en el torrente sanguíneo y afectar a todo
el sistema inmunológico.
Cuando los alimentos que ingerimos llegan al
estómago, esa información tarda unos 20 minutos
para llegar a nuestro cerebro. Aquí surge un
problema: y es que este es tiempo suficiente para
hacernos un verdadero desastre en nuestra
alimentación. El acto de comer despacio permite
al cerebro captar de forma más eficaz el mensaje
transmitido por la hormona de la saciedad, y
señalar que ya estás satisfecho y es hora de parar
de comer.
Por ello, comer despacio es una de las mejores
estrategias para no exagerar en cada comida,
porque permite a nuestro cuerpo tener el tiempo
necesario para sentirse saciado. Una buena
masticación no deja brechas para la gula, y el
secreto de evitar los atracones es masticar muy
bien los alimentos. Recuerda que tan importante
como la calidad de tus comidas, es la calidad de
tu digestión y esta depende directamente de la
masticación.
Entonces, no olvides masticar muy bien los
alimentos para:
Dar a tu cuerpo el tiempo necesario para sentirse
satisfecho;
No comer más de lo necesario en cada comida;
Promover una buena digestión;
Aumentar la absorción de nutrientes;
Disfrutar de comidas más placenteras.
43

#13
Agentesextras

45
Hay algunos otros ingredientes nocivos para nuestro
organismo, en especial para la tiroides, que deben ser
evitados. Generalmente, el contacto ocasional con alguno de
estos elementos no genera mayores complicaciones. Pero,
considerando que las disfunciones tiroideas son de origen
multifactorial y que las toxinas pueden acumularse en el
cuerpo, cuanto menos nos expongamos a estos elementos,
menor predisposición tendremos a enfermarnos y desarrollar
síntomas. Así que, en lo posible, evita tener contacto con:
Metales Pesados
Aluminio
Donde se encuentra: agua potable, queso, sal, latas de
conservas, embalajes, envoltorios y ollas/sartenes de
aluminio, filtro de cigarrillos, utensilios de cocina
(cuchillos, tenedores y cucharas), perfumes,
desodorantes y cremas.
Cadmio
Donde lo encontramos: pescados, harinas refinadas, tés,
café, cigarrillos y baterías eléctricas.
Plomo
Se encuentra en: leche, vino, whisky, gasolina, cigarrillo,
baterías, pinturas para paredes y juguetes, cosméticos
(tinturas para el pelo, p.j.), y alimentos como el hígado y
los vegetales cultivados en zonas industriales.
Mercurio
Donde se encuentra: agua, alimentos (pescados y mariscos),
azúcar, tomate, fungicidas, pesticidas, filtros de aire
acondicionado, y cremas aclaradoras para la piel.
Ollas y Sartenes de Teflón
Las mejores alternativas son las ollas y sartenes de cerámica o
piedra.
Los Parabenos y el aluminio
Por lo general, estos elementos están en los productos de
cosmética e higiene personal. Aléjate de ellos e intentar dar
preferencia a los productos que están libres de estos componentes
químicos (hay varios disponible en el mercado).
Bisfenol/BPA
Intenta consumir la menor cantidad posible de productos con
embalajes o envoltorios de plástico, ya que emiten una sustancia
tóxica conocida como BPA, cuando sometidos a altas
temperaturas. Hoy, es fácil y económico encontrar recipientes y
accesorios libres de bisfenol.
Triclosan
Comúnmente empleado como conservante y agente
antibacteriano, está presente en desodorantes antitranspirantes,
jabones de tocador, detergentes, cremas dentales, higienizadores
para las manos, etc. Esta sustancia es capaz de atravesar la pared
de la piel y se sospecha que puede interferir en la función
hormonal de la tiroides y las hormonas reproductivas (disruptor
endocrino). La Unión Europea clasificó el triclosan como un agente
irritante para la piel y los ojos, además de toxico para los
organismos acuáticos, estando prohibida su utilización.

#14
Actividad Física

La práctica regular de ejercícios físicos es una parte muy importante de la
estretegia para gestionar los síntomas de los transtornos en la tiroides. Por ello,
recomiendo seguir una rutina de ejercicios aeróbicos de bajo impacto, que
permiten elevar la frecuencia cardiaca y pulmonar, sin sobrecargar las
articulaciones (lo que resulta importante para prevenir el dolor articular, un
síntoma común del hipotiroidismo). La bicicleta estática y la máquina elíptica,
ambas de bajo impacto, son excelentes opciones para la práctica de ejercicios
cardiovasculares. Caminar también es una buena actividad, siempre y cuando no
genere hinchazón en las rodillas y tobillos.
Además, el yoga y el pilates ligero pueden mejorar la musculatura central de
nuestro cuerpo y aliviar los dolores de espalda y cadera, que pueden estar
asociados al hipotiroidismo. Las personas con hipotiroidismo también pueden
beneficiarse de los entrenamientos anaeróbicos (conocidos como entrenamiento
de fuerza), como elevaciones de piernas, sentadillas y flexiones, y todos aquellos
que involucran aparatos de musculación, ya que ayudan a desarrollar masa
muscular y las fibras musculares queman más calorías que los tejidos grasos,
mismo cuando la persona se encuentra en estado de reposo.
Aumentar la masa magra y construir músculos también es útil para prevenir el
sobrepeso, que muchas veces puede aparecer en consecuencia de la
hipoactividad.
47

#15
CandidiasisxIntestino

Candida Albicans es un hongo que vive naturalmente en nuestra microbiota intestinal;
pero, cuando abusamos de los alimentos inflamatorios durante mucho tiempo, estos
hongos crecen de manera desordenada y acelerada, y es entonces que podemos
empezar a desarrollar los siguientes síntomas de candidiasis:
La candidiasis puede ser genital, oral y/o intestinal. Esta última es mucho más común
de lo que solemos imaginar, principalmente en función de que los hábitos alimentarios
de la población a nivel global son cada vez más preocupantes. El consumo regular y
continuo de alimentos inflamatorios genera repercusiones en nuestra salud, y en
especial en nuestro intestino; cuando perdemos la primera protección intestinal, y
desarrollamos el Leaky Gut (o Síndrome del Intestino Permeable), los problemas
empiezan a aparecer y uno de ellos es la Candidiasis, además de los mencionados en
los apartados anteriores.
Y es por ello que propongo esta reflexión, porque es muy común que exista un
crecimiento desordenado de este hongo en nuestro intestino, especialmente en
individuos con enfermedades autoinmunes y/o disfunciones tiroideas. Cuando la
permeabilidad intestinal no recibe un tratamiento adecuado, nuestro cuerpo lo señala
mediante signos clínicos, como en este caso la candidiasis. Por lo tanto, usar cremas y
medicamentos antifúngicos no podrá ser una solución eficaz, una vez que para curar
esta enfermedad, es fundamental restablecer la microbiota intestinal, y ello requiere un
cambio en nuestros hábitos, que se basa fundamentalmente en suspender los alimentos
que nos hacen daño (especialmente el azúcar) e incorporar aquellos que nos hacen
bien.
A continuación, comparto algunos alimentos que pueden auxiliarnos en el combate y la
prevención de la candidiasis:
• Distensiónabdominal•Doloresabdominales•Gases•Candidiasis genital
recurrente – al menos 1 vez cada dois meses.
49

Vinagre de manzana
El vinagre de manzana optimiza la digestión de los alimentos, contribuye a la
desintoxicación del hígado y también ayuda a descomponer la Candida.
Aceite de coco
El aceite de coco contiene un ácido graso llamado ácido caprílico. Este
potente antifúngico interfiere en el crecimiento y la replicación de la Cándida,
haciendo pequeños agujeros en las paredes celulares de esta levadura y
evitando que pueda supervivir y seguir proliferándose en el organismo.
Aceites
Los aceites de oliva, sésamo, semillas de calabaza, aguacate/palta y de onagra
contienen polifenoles, que son antioxidantes capaces de ayudar a nuestro
organismo a la hora de combatir la Cándida.
Clavo de olor
El clavo de olor contiene eugenol, un aceite esencial extremadamente eficaz y
antifúngico. El aceite de clavo de olor también puede ser aplicado de forma tópica
para combatir infecciones de origen fúngico (micosis) en los dedos de los pies y las
uñas.
Canela
La canela es un antiinflamatorio que también tiene propiedades antifúngicas. Al igual
que el ácido caprílico presente en el aceite de coco, la canela puede dañar las células de
levadura e interrumpir su ciclo vital. Esta especia se muestra eficaz en el tratamiento de
Candida, H. pylori e incluso de piojos, pero no debe usarse durante el embarazo o en
presencia de úlceras.
Zumo de limón
El limón contiene propiedades antifúngicas y es una excelente fuente de vitamina C. El
principal beneficio de incluir esta fruta en nuestra dieta es favorecer la desintoxicación del
hígado, además de evitar las sobrepoblaciones de Cándida. Pero, ojo, los alimentos
fermentados sirven como "comida" para las bacterias buenas, por lo que también pueden
alimentar a Cándida. Entonces, primero necesitas regular el crecimiento de la Cándida y,
luego, añadir probióticos a tu dieta.
50

#16
Pruebas de Laboratorio

Habitualmente, los médicos solicitan algunas pruebas de
laboratorio para chequear el funcionamiento de la
tiroides. No obstante, mirar solo la TSH y la T4 no
resulta suficiente para brindarnos una perspectiva amplia
sobre la condición de la glándula, lo que puede
perjudicar el diagnostico y tratamiento. Ir más allá de
estos indicadores es extremadamente importante,
porque, en caso de que tengas dificultades para
convertir T4 (la forma en que se almacenan las
hormonas tiroideas) en T3 (la forma activa), o si estás
convirtiendo demasiada T4 en T3 reversa (la hormona
que “frena” los procesos metabólicos), o incluso si tienes
una enfermedad tiroidea autoinmune, todas estas
afecciones solo podrán detectarse mediante la
realización de otros análisis.
Para que sepas cuáles son los ítems esenciales a ser
chequeados en las pruebas de laboratorio, voy a listarlos
a continuación, junto a los valores de referencia. De esta
manera, tendrás las informaciones y condiciones
necesarias para llevar un mejor control de tu glándula y
conversar con tu médico, para que juntos lleguen al
tratamiento más beneficioso para tu caso. Veamos:
TSH 1- 2 UIU / ML o menor
T4 libre > 1,1 NG / DL
T3 libre > 3,2 PG / ML
T3 inversa > 10: 1 proporción RT3: FT 3
Anticuerpos anti-tiroperoxidasa (anti-TPO) <4 UI / ML
Anticuerpos anti-tiroglobulina <4 UI / ML
TSH elevado - sugiere que estás produciendo hormonas
tiroideas para compensar la T4 baja, y, en este caso,
puede indicar un hipotiroidismo.
TSH baja – puede ser una señal de que estás
produciendo T4 de forma excesiva, lo que, en este caso,
sugiere un hipertiroidismo.
TSH 'normal' – tener la TSH dentro del rango de
referencia normal no garantiza que no estés enfermo o
no te enfermarás, ya que los niveles "normales" y
"óptimos" no son los mismos. Por lo tanto, si tienes
síntomas y te encuentras en el rango "normal" (y no
"óptimo"), es probable que tengas una disfunción en la
tiroides, ya que la referencia deseable (oro) es tener
niveles óptimos.
T4 alta – sugiere una tiroides hiperactiva o con
hipertiroidismo.
T4 baja – sugiere una tiroides hipoactiva o con
hipotiroidismo.
T3 alta - indica que tu tiroides está en estado de
hiperactividad, o con hipertiroidismo.
T3 baja – puedes no estar logrando convertir
apropiadamente la T4 en T3 y, en consecuencia,
desarrollas síntomas de hipotiroidismo, mismo teniendo
la TSH y T4 dentro de los rangos normales. Esta es
una de las causas más comunes del hipotiroidismo.
T3 Reversa alta – probablemente, estás convirtiendo
demasiada T4 en T3 reversa, pero no la suficiente en
T3 activa, lo que puede generar síntomas de
hipotiroidismo, aún cuando la TSH y la T4 se
encuentran en buenos niveles.
Anticuerpos elevados – todo indica que tu sistema
inmunológico está contraatacando tu tiroides. Ello
puede indicar que tienes una enfermedad autoinmune
de la tiroides (conocida como Tiroides de Hashimoto),
o estás dentro de un espectro autoinmune, es decir,
puedes desarrollar una patología autoinmune en el
futuro, aunque hoy no presentes síntomas.
52

#17
Nódulos

Según datos de la Sociedad Latinoamericana de Endocrinología y Metabología, alrededor
del 60% de la población latinoamericana tiene nódulos en la tiroides, de los cuáles más
del 90% corresponde a tumores benignos.
Un nódulo en la tiroides es una masa de tejido tiroideo que ha crecido o un quiste lleno
de líquido que se forma en esta glándula. Los nódulos son muy comunes, y las
posibilidades de desarrollar bultos aumentan a medida que envejecemos. Aunque los
síntomas no sean frecuentes, un bulto grande puede llegar a causar dolor, ronquera y
dificultad para deglutir o respirar.
Las causas más comunes de la aparición de nódulos en la tiroides son: el exceso o la
falta de Yodo en la dieta, TSH alta y resistencia a la insulina (o prediabetes). La buena
noticia es hay maneras de revertir estos nódulos, mediante el equilibrio de los niveles de
TSH (mantenerlos en niveles "óptimos" ayuda a controlar el crecimiento de nódulos), el
ajuste de la cantidad de yodo (demasiado o muy poco yodo afectará a los nódulos) y la
reversión de la resistencia a la insulina (cuando se presente).
En la Medicina China Tradicional, los nódulos representan el estancamiento de la energía
y la humedad (en consecuencia del estrés emocional), una vez que el estancamiento
interrumpe el flujo de la energía en la dirección adecuada. Otra causa es la dieta, ya que
el consumo excesivo de grasas saturadas y lácteos debilita el bazo y el estómago,
dejándolos incapaces de transformar y transportar las esencias alimentarias, provocando
un estancamiento. Y este estancamiento genera mucho calor, que sube a la cabeza y
aumenta la tendencia a la formación de estos nódulos.
Es necesario monitorear los nódulos cada año mediante ecografía, y caso se
constate que tienen más de 1 cm, generalmente, se recomendará una punción
para analizar el material en más detalle y descartar nódulos sospechosos.
54

#18
Halógenos

Considerando que el yodo es
indispensable para el óptimo
funcionamiento de la tiroides,
debemos poner atención a su
consumo. No obstante, la deficiencia
de este mineral puede estar asociada
a factores ambientales, como la
exposición a tres sustancias químicas
pertenecientes a la familia de los
halógenos en la tabla periódica, que
pueden generar una competencia con
el yodo.
Son ellas: el flúor, el cloro y el bromo.
Al ser tan parecidos al yogo, estos
elementos pueden ser absorbidos por
nuestra tiroides. El principal problema
está en que este proceso supone el
deterioro del yodo, dejando la
glándula sin reservas de este mineral.
En consecuencia, no será capaz de
producir sus hormonas correctamente,
lo que conlleva al hipotiroidismo o la
enfermedad de Hashimoto.
Por ello, aléjate de los alimentos y
productos que contienen estos
elementos halógenos, como el agua
filtrada (fluor y cloro), las harinas y
los conservantes (bromo).
56

#19
Estrés

58
Partiendo del principio de que somos lo que
pensamos y sentimos, el estrés es un componente
importante a ser observado, porque también
supone un impacto nocivo en la tiroides,
desencadenando una crisis autoinmune y síntomas
de hipotiroidismo, por ejemplo. Todos nosotros
vamos a experimentar momentos estresantes, sin
embargo, cuando no aprendemos a lidiar con ellos,
terminan volviéndose duraderos o constantes. En
consecuencia, las glándulas suprarrenales se ven
obligadas a producir una serie de hormonas del
estrés, incluido el cortisol, lo que afecta funciones
importantes del cuerpo, como la digestión, la
respuesta inmune y la producción y distribución de
las hormonas tiroideas.
Cuando pasa el estrés momentáneo, el cuerpo
retoma su funcionamiento normal; no obstante, el
estrés crónico y duradero pone en jeque a nuestras
glándulas suprarrenales, y puede causar una fatiga
suprarrenal, que es muy dañina para la tiroides.
Hablando específicamente de esta glándula, el
cortisol hace que la producción de las hormonas
tiroideas sea más lenta, además de dificultar la
conversión en su estado activo (T3), pudiendo
inclusive hacernos generar una gran resistencia a
estas mismas hormonas.
Por lo tanto, cuando alivias el estrés, estás
frenando sus efectos adversos en todo el
organismo y ayudando a tu tiroides. A continuación,
comparto algunas buenas estrategias que pueden
ayudarte a salir de esta fase estresante:
Tómate un tiempo para ti mism@
Es muy importante que dediques un tiempo de tu
día o semana a ti mism@. Aunque tengas muchas
responsabilidades y compromisos (trabajo, casa,
hijos, pareja, supermercado, etc.), debes aprender
a regalarte estos momentos de autocuidado y
privacidad, para tu propio entretenimiento,
descanso y placer. Este hábito marcará una enorme
diferencia en tu salud mental y, consecuentemente,
en la salud de tu tiroides.
Baños tibios
Los baños tibios o calientes resultan muy relajantes
y vigorizantes, en especial al fin del día o después
de una larga jornada laboral. Puedes agregar
aceites de lavanda y coco para potenciar tu
relajación.
Sauna
La sauna, además de ser altamente desintoxicante,
tiene el poder de relajar los músculos, promoviendo
el descanso general del cuerpo y generando una
sensación de paz y relajación. Recomiendo hacerla
una vez a la semana.

59
Reúnete con tus amigos
Nutrir buenas amistades nos estimula a liberar
serotonina, la hormona del placer, porque en estos
encuentros con nuestros amigos, vivimos emociones
que difícilmente podríamos experimentar estando solos,
además de muchas carcajadas y buenas
conversaciones que nos hacen sentir queridos. Invierte
en amistades y sorpréndete.
Mantenga un hobby
Practicar actividades como un hobby nos hace
desarrollar habilidades, coordinación, nuevas
percepciones, condicionamientos y también nuevas
relaciones y oportunidades, ya que suelen practicarse
en grupo y pueden ser un terreno fértil y saludable
para tejer nuevos lazos. Hay varias opciones,
deportivas, artísticas y espirituales, elige la que más te
atraiga y disfruta de este placer único.
Adaptógenos
Hay algunas hierbas adaptógenas que pueden auxiliar
en el manejo del estrés. Si bien son relativamente
“nuevas” en el Occidente, se han utilizado durante
cientos de años en Oriente, especialmente en la
medicina china tradicional y ayurvédica. Las principales
son: Ashwagandha (450mg), Ginseng (1g), Maca
peruana (750mg), Eleuthero (500mg) y Rhodiola
(300mg). Elige una y experimenta sus beneficios.

#20
Infecciones

Hay una posible relación entre las infecciones (bacterias, hongos, virus y
parásitos) y la glándula tiroides, y por ello, me pareció importante tocar este
tema. Esta investigación es necesaria en pacientes que se expusieron a estos
microorganismos, presentan síntomas y fueron diagnosticados con alguna de las
patologías mencionadas a continuación.
Herpes, Epstein Barr, Hepatitis C, Yersinia enterocolítica, Sobrecrecimiento
Bacteriano en el Intestino Delgado (SIBO), H. pylori, Toxoplasmosis y Blastocystis
hominis. Si tienes alguna de estas infecciones virales o bacterianas, es importante
consultar a un médico para investigar y tratar estas enfermedades. Este es un
paso fundamental para evitar que dañen la tiroides, causando o empeorando
alguna disfunción en la glándula.
El aceite de coco puede ayudarnos a combatir las infecciones virales, gracias a su
aporte de ácido láurico. A su vez, los coloides de plata coloidal generados
eléctricamente penetran fácilmente en cualquier tejido, resultando increíblemente
efectivos contra casi todas las formas vivas; en este caso, gracias a su poder
bactericida y antimicrobiano, puede auxiliar en el tratamiento de infecciones
bacterianas y fúngicas.
61

#21
La Mejor Medicación

El tratamiento de la tiroides puede involucrar
medicamentos sintéticos o compuestos. El
tratamiento más común para la enfermedad de
Hashimoto y el hipotiroidismo consiste en la
medicación hormonal sintética (T4), como Sintroid,
Levoid o Puram. La desventaja de estos
medicamentos es que, a diferencia de tu tiroides
real, ellos no proporcionan hormonas activas (T3).
Muchos pacientes tienen dificultades para convertir
T4 en T3, debido a la fatiga adenal o deficiencias
nutricionales. Y ello significa que, independiente de
la cantidad de T4 que ingieran, sus niveles de T3
permanecerán bajos y, en consecuencia, estas
personas seguirán experimentando síntomas
negativos.
Si eres una de estas personas y tienes dificultad
para convertir T4 en T3, el médico puede
administrarte un medicamento T3 (inclusive, un
manipulado). Otra opción interesante son los
medicamentos desecados, procedentes del cerdo,
que aportan toda la gama de hormonas tiroideas
(T4, T3, T2 y T1). Esto es particularmente
beneficioso para los pacientes que tienen
dificultades para convertir T4 en T3, y también
puede ser útil para personas con hipotiroidismo que
intentan perder peso, ya que algunos científicos
creen que la T2 cumple un rol importante en el
proceso de adelgazamiento. Consulta con tu médico
sobre estas estrategias.
63

#22
Estoy sano, ¿y ahora?

Tras poner en práctica todas estas estrategias a mediano y largo plazo, empezarás a
sentirte mejor en dos o tres meses, tus síntomas van a disminuir, la textura de tu piel y
cabello estará mejor, los niveles en la sangre se acercarán a los “óptimos”, y te vas a
sentir más saludable a cada semana.
Cuando llegues a este punto, probablemente, te harás la siguiente pregunta: "¿ahora
puedo hacer las mismas cosas que hacía antes y volver a comer todo lo que comía?".
Desafortunadamente, la respuesta es no y te explico el por qué.
Cuando tus análisis clínicos mejoran a niveles normales u óptimos, ello significa que tu
organismo no ha sufrido agresiones en los últimos meses; sin embargo, si vuelves a
comer ciertos alimentos, especialmente el gluten, volverás a confundir tu sistema
inmunológico y esto puede comprometer todo el tratamiento.
Un estudio publicado en 2009 por la revista Alimentary Pharmacology and Therapeutics,
mostró que el 65% de los pacientes celíacos todavía tienen inflamación en sus
intestinos, lo que provoca permeabilidad intestinal, inclusive cuando siguen una dieta
libre de gluten durante años. Esto ocurre por dos motivos: el primero, porque hay una
contaminación cruzada que sigue dañando el organismo; y el segundo, porque sus
intestinos están tan dañados que no es posible concretar la reparación de los tejidos. En
ambos casos, queda en evidencia el poder inflamatorio de esta proteína y, por esta
razón, no recomendaría que vuelvas a consumirla, por tu propio bien.
Sin embargo, en lo que respecta al café y los productos lácteos, no veo ningún
problema, siempre que los consumas en pequeñas cantidades y de forma ocasional. Si
te vas a aventurar por tu propia cuenta y riesgo, aconsejo dar preferencia a productos
orgánicos, libres de conservantes y azúcares.
65
.

Conclusión

En este libro, aprendiste cómo identificar las principales causas de las disfunciones
tiroideas y, sobre todo, descubriste consejos y estrategias útiles para controlar los
daños ocasionados por errores en el pasado, o incluso aplicarlos de forma preventiva,
en caso de que no hayas desarrollado alguna de las patologías aquí mencionadas.
Mi intención al escribir este libro fue ayudarte a recuperar tu salud, basándome en mi
experiencia y los conocimientos adquiridos en libros, investigaciones y consultas.
Espero que todo esto pueda resultarte útil en el día a día, y estoy seguro de que si
logras poner todo esto en práctica, obtendrás grandes resultados. Con perseverancia y
disciplina, tendrás mucho éxito. De ahora en adelante, depende de ti, pero estaré aquí
y seguiré siendo tu hinchada para que seas feliz y saludable siempre.
Ahora, para concluir esta jornada, me gustaría compartir un mensaje del Dr.Jeﬀrey
Bland, que resume perfectamente mi forma de pensar:
"A lo largo de la vida, las influencias más profundas en tu salud, vitalidad y rendimiento
no son los médicos que puedes consultar, los medicamentos que puedes consumir, ni
tampoco las cirugías y terapias a las que te puedes someter. Las influencias más
profundas, son los efectos acumulativos de las decisiones que tomas respecto a tu dieta y
estilo de vida en la expresión de tus genes. "
Muchas gracias y que Dios te bendiga.
Phelipe Halfeld.
67

Referencias
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https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1995764516307143
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Guía Práctica
DE LA TIROIDES
Revisión de: Fernando Halfeld

Guía tiroides

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