Este documento describe la epicondilitis, una lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo causada por microtraumas repetidos. La epicondilitis, también conocida como "codo de tenista", es una inflamación de las inserciones musculares en el epicondilo del codo. Generalmente se produce por movimientos repetidos de pronación y supinación de la mano con el codo en extensión. El tratamiento incluye descanso, crioterapia, masajes, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, e infiltra
1. Instituto Tecnológico Superior de Sinaloa
Carrera: Licenciatura Cultura Física y Deportes
Grado y Grupo: III-A
Materia: Voleibol I
Tema: Epicondilitis
Profesor: Osuna Villegas César Rafael
Alumno: Díaz Cortés Edgar Sahid
Mazatlán, Sinaloa a jueves 10 de diciembre de 2015
2. Introducción:
Este trabajo tiene la finalidad de dar a conocer las causas que provocan una
Epicondilitis en el deportista (denominada codo de tenis o de tenista), analizar el
por qué de su origen y cuáles son las causas y consecuencias que conllevan a la
mencionada lesión. Así como los síntomas que son un factor muy importante para
evitar dicha lesión, indagar cuales son los tratamientos adecuados para curar la
lesión. Es fundamental el evitar este tipo de lesiones ya que es muy dolorosa e
inhabilita al deportista para la práctica adecuada. Aunado al dolor que trae.
La Epicondilitis es una lesión caracteriza por dolor en la cara externa del codo, los
movimientos extensivos de la muñeca y supinación del antebrazo son causas de
ello. También es denominada Epicondilitis Lateral.
Generalmente está causado por microtraumas repetidos.
Desarrollo:
Sigue faltando una real evaluación de riesgo de lesiones por movimiento repetido
del miembro superior. Es como si, por el hecho de estar de pie, se valorase el
riesgo de carga estática o de la lesión por postura mantenida y se obviase la
valoración al principio del factor de riesgo, que es la postura forzada y la
repetitividad.
Los factores psicosociales tales como la presión de tiempos, la autonomía o el
control sobre el trabajo, la ausencia de rotaciones, etc., incrementan los factores
de riesgo clásicamente reconocidos de estas patologías.
3. Descripción
Es una inflamación de la zona de inserción de los músculos epicondí- leos que
afecta a la bolsa humeral, el periostio y el ligamento anular. En realidad es una
tendinosis fundamentalmente del origen del músculo extensor radial corto del
carpo (ECRB). El término “epicondilitis” es erróneo ya que los estudios histológicos
no muestran la presencia de células inflamatorias. Las lesiones se caracterizan
por una neovascularización con invasión fibroblástica. La mayoría de los estudios
indican cambios degenerativos. Se produce tras movimientos repetidos de
pronación y supinación de la mano con el codo en extensión.
El epicondilo está ubicado en la parte externa lateral de la articulación del codo y
es el lugar donde se insertan los músculos
extensores de la muñeca.
La epicondilitis, también conocida como “codo
de tenista” es una inflamación de las
inserciones musculares en el epicondilo del
codo.
La epicondilitis lateral afecta también la bolsa
humeral, el periostio y el ligamento anular.
Cuando la inflamación no es a nivel lateral, sino medial, es una condición que se
conoce con el nombre de "epicondilitis medial", "epitrocleitis" o "codo de golfista".
En la epicondilitis el dolor puede aparecer a nivel del codo e irradiarse por el brazo
y zona de la muñeca (articulación carpiana).
Estas patologías afectan con frecuencia a deportistas pero también tienen
incidencia en la población general.
4. Causas:
Esta lesión deportiva se caracteriza por presentar con las siguientes
manifestaciones clínicas:
Dolor local o irradiado al brazo o a la muñeca.
Área de inflamación visible y palpable a unos 5 cm del epicondilo lateral (justo
donde se inserta el músculo extensor radial del carpo).
Prueba de Thompson positiva.
Dolor al realizar movimiento que requieren de la supinación y la flexión de la
muñeca.
Paresias antiálgicas por inhibición refleja.
Con el tiempo, el dolor se presenta en reposo.
Las radiografías suelen salir negativas, pero si se coloca el codo en posición de
oblicuidad a 45 grados se podrán ver tal vez erosiones y calcificaciones
o espolones en la apófisis coronoides.
La resonancia magnética puede mostrar edema rodeando el tendón.
Síntomas:
Generalmente tiene un comienzo insidioso, con dolor en el epicóndilo que se
irradia de forma difusa al antebrazo, impidiéndole llevar a cabo ciertos
movimientos habituales (dar la mano, levantar peso, usar una herramienta...). Los
pacientes acuden quejándose de dolor lateral en el codo y el antebrazo agravado
por el uso, pudiendo llegar a causar una pérdida de la fuerza de presión en la
mano que llegue a obligar a soltar lo que se estuviera sosteniendo. En ocasiones
se acompaña de cierta tumefacción y calor local. Suele ser unilateral y tiene una
5. evolución cíclica en la que puede
aparecer dolor en reposo con
paresia antiálgica por inhibición
refleja y signos de rigidez
matinal.
Etapas progresivas de la Tendinitis (Nirschl)
Etapa 1: Cambios inflamatorios que son reversibles.
Etapa 2: Cambios patológicos irreversibles al origen del ECRB del músculo.
Etapa 3: Ruptura de ECRB origen muscular.
Etapa 4: Cambios secundarios tales como la fibrosis o calcificación.
Maniobras de exploración Sensibilidad dolorosa a la presión sobre el epicóndilo El
paciente presenta un punto de sensibilidad máxima distal (5-10 mm) del epicóndilo
a la extensión de la muñeca o supinación (pero no la flexión o pronación) contra la
resistencia.
Maniobra de Cozen Con el codo en flexión se indica al paciente que haga fuerza
para extender dorsalmente la mano con oposición, lo que reproduce el dolor.
Maniobra de Mills Con la muñeca y los dedos flexionados y el antebrazo en
pronación, la extensión completa del codo se acompaña de dolor en el epicóndilo.
Otra prueba útil es la prueba de la silla. El paciente permanece de pie detrás de su
silla y, al intentar elevar la silla cogiéndola por la parte alta del respaldo, reproduce
el dolor a nivel del epicóndilo.
6. Tratamientos:
Los objetivos del tratamiento no quirúrgico, al cual la epicondilitis suele responder
bien, se concentran en 3 puntos:
Protección de la articulación.
Disminución de la inflamación.
Fortalecimiento de los músculos y
tendones.
Para lograr estos objetivos se deben
tomar ciertas medidas básicas como,
reducir las actividades que causan el dolor, modificar aquellas que lo agravan,
evitar actividades de larga duración y realizar ejercicios junto con estiramientos.
La terapia física se basa en los siguientes métodos de tratamiento para sanar la
epicondilitis:
Crioterapia para disminuir la inflamación y el
dolor.
Masaje transverso profundo de Ciryax.
Iontoforesis.
Tratamiento con Láser.
Ultrasonido terapéutico.
Onda de choque piezoeléctricas o
electrohidráulicas.
Microelectrólisis percutánea.
Ejercicios de estiramiento.
Ejercicios de fortalecimiento.
7. Otras recomendaciones importantes y que pueden
ser de gran utilidad al paciente es el uso
de coderas simples o coderas de neopreno, así
como el uso de una férula de muñeca.
El tratamiento medicamentoso se utiliza la
infiltración local con corticoides junto con anestesia
local.
Conclusión:
La Epicondilitis es tratable y progresiva con el tiempo, se pueden evitar más
consecuencias de lesión si se trata con el cuidado adecuado y con ejercicios
específicos que ayuden a la recuperación. Existen muchos tratamientos pero en lo
personal creo que no hay como ser tu “propio laboratorio” es decir sanar cada
lesión naturalmente con ejercicios para cada tipo de lesiones y sin duda con el
tiempo mejorará todo.
Bibliografías:
Libro: Ergonomía Forense
Por: Franisco Javier Llaneza Álvarez
Libro: Manual de Fisioterapia. Modulo i
Por: MAD-Eduforma
Link:
http://www.insht.es/MusculoEsqueleticos/Contenidos/Ficheros/Ficha%208%20%20
Epicondilitis%20entregada%20ORTO+AEEMT+SMFYC.pdf
Link:
http://www.terapia-fisica.com/epicondilitis-lateral.html