La guerra de precios raramente logra los objetivos previstos y puede ser perjudicial a largo plazo. Es mejor no dejarse provocar, defender el valor de los productos y servicios, esperar a ver el impacto en los clientes, y fidelizar a los mejores clientes en lugar de reducir precios de forma impulsiva.
1. Sobrevivir a una guerra de
precios
Lic. Edgar Ignacio Rosado Guerrero
Departamento Comercial
Capacitación I. Estrategias Comerciales
2.
La competencia se ha vuelto loca y está reventando
los precios. Las ofertas están incluso por debajo de
los costes. Hasta tus clientes mas fieles vacilan. La
cuestión es: ¿resistir o combatir con las mismas
armas?
Rebajar los precios es una de las estrategia más
utilizadas para hacerse un hueco en un nuevo
mercado o expulsar a la competencia. Sin embargo,
la realidad es que las guerras de precios raramente
consiguen los objetivos previstos.
3.
El competidor que inicia una guerra de precios es
siempre más débil. No le sigas el juego, aguarda a
ver el impacto real de su ataque.
1. No te dejes provocar
4.
Cuando está inmerso en una guerra de precios, es
especialmente importante que sepas explicar porqué
tu producto cuesta lo que pides:
Calidad
Niveles de Servicio
Experiencia
Fiabilidad
Prestigio
Etc.
2. Defiende tu valor
5.
Que un competidor ofrezca tarifas más baratas no
quiere decir que tus clientes vayan a cambiar. Si
están satisfechos con tu empresa, la mayoría se
quedará.
3. Espera a ver qué pasa
6.
Bajar los precios es fácil, pero volver a subirlos cuesta
más. Si cedes demasiado, puede que pierdas más
clientes al normalizar tus tarifas durante la guerra de
precios.
4. No confíes en futuras
subidas
7.
Una reacción inteligente es implantar acciones de
fidelización dirigidas a tus mejores cuentas. O
incorporar más prestaciones y valor, por el mismo
precio
5. Fideliza a los buenos
clientes
8.
Los clientes que sólo buscan el mejor precio no son
una buena base para tu negocio. Ni te interesa
retenerlos ni captarlos, porque se irán cuando
aparezca otra oferta mejor.
6. No persigas a los
clientes volátiles
9.
Perder clientes es duro para cualquier responsable
comercial. Pero actuar de forma irreflexiva puede ser
peor. Evalúa racionalmente el impacto de la guerra
de precios y toma decisiones pensado a largo plazo.
7. ¡Que no cunda el
pánico!