2. MANEJO DE LA EMOCIONES
• En muchas ocasiones, nos vemos frente a situaciones difíciles
que no podemos controlar y que pueden afectarnos
negativamente si no sabemos cómo reaccionar. Para ello es
necesario que aprendamos a desarrollar nuestra inteligencia
emocional, entendiendo cómo regular nuestra respuesta
emocional frente al exterior.
3. INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL MANEJO DE
LAS EMOCIONES
• Desarrollar nuestra inteligencia emocional será muy importante si queremos
aprender a manejar nuestras emociones frente a ciertos estímulos o
situaciones ajenas a nuestra voluntad. La inteligencia emocional permite
identificar, entender y manejar las emociones acertadamente, reconociendo
no sólo lo que sentimos sino por qué lo sentimos.
• Identificar las emociones y poder entender cómo pueden afectar nuestros
pensamientos y comportamiento es el primer paso que nos abrirá a la
posibilidad de manipular esas emociones, adaptándolas a cada situación,
haciéndonos más flexibles a los múltiples cambios que podemos enfrentar
en nuestras vidas y más propensos a ser felices.
4. ¿MANIPULAR LAS EMOCIONES O SENTIRLAS?
• Cuando hablamos de manipular las emociones, no nos
referimos de ninguna manera a tratar de forzarlas a ser algo
distinto a lo que son, no se trata de engañarnos a nosotros
mismos ni mucho menos de traicionarnos o reprimirnos.
• De lo que se trata es de redireccionarlas cuando son negativas
y nos pueden causar un daño, buscando adecuarlas para
obtener de ellas siempre algo positivo, en realidad lo que
debemos cambiar sería el comportamiento que se derive de esa
emoción.
5. TÉCNICAS PARA EL MANEJO DE LAS
EMOCIONES
Identifica la situación. Si es posible
que te des cuenta de cuándo una
determinada situación o persona
puede ser perjudicial para ti o
puede generarte algún malestar
emocional, ALÉJATE!
Cambia tu mismo. Muchas veces
no podemos cambiar lo exterior
pero sí nuestra percepción de lo
que sucede. Si aprendemos a ver
muchos ángulos de una situación
podremos escoger la forma más
positiva de interpretarla sino, al
menos trata de ver tu propia
aptitud frente a ella en una luz
más positiva.
Maneja tu respuesta. Muchas
veces la respuesta de tu entorno
frente a una situación compartida,
depende de tu respuesta
emocional, que puede empeorarla
o mejorarla. Evita seguir tus
impulsos sin pensar. Utiliza
técnicas de relajación y de
distracción