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1. > RINCÓN DE LA INVESTIGACIÓN
58 Nursing2014 | Volumen 31 | Número 3
Resumen
Antecedentes: en diversos estudios se ha demostrado que los cuidados de la boca con una
solución de gluconato de clorhexidina (GCH) al 0,12% reduce la incidencia de neumonía
relacionada con la ventilación mecánica (NVM) en pacientes con ventilación mecánica y tubos
endotraqueales en la UCI. La mínima evidencia muestra la eicacia de cualquier protocolo
de cuidados de la boca para prevenir la NVM en pacientes con ventilación mecánica con
traqueostomías en una unidad de cuidados intermedios. Objetivo: determinar la eicacia
de un protocolo de cuidados de la boca para reducir el índice de NVM en los pacientes con
ventilación mecánica y traqueostomizados en la unidad de cuidados intermedios. Métodos: se
realizó un estudio prospectivo de 75 pacientes con ventilación mecánica y traqueostomizados
durante 12 meses. El protocolo consistió en el cepillado de dientes con dentífrico y la
aplicación de una solución de GCH al 0,12% cada 12 horas. Al inalizar el estudio se comparó
el índice de NVM en la población objeto del estudio con el informe de la National Health and
Safety Network (NHSN) para 2009, cuya referencia fue de 1,5 por 1.000 días de ventilación1
.
Resultados: tras implementar el protocolo de cuidados de la boca en la unidad de cuidados
intermedios, el índice de NVM fue de 1,1 por 1.000 días de ventilación durante 12 meses, en
comparación con el informe para 2009 de la NHSN, de 1,5 por 1.000 días. Conclusiones: el
cepillado de dientes con dentífrico y la aplicación de la solución de GCH al 0,12% puede ser
un protocolo de cuidados de la boca eicaz para reducir la NVM en pacientes de las unidades
de cuidados intermedios con traqueostomía y ventilación mecánica.
LOS PACIENTES QUE PRESENTAN
NVM, una infección común adquirida
en el hospital, experimentan una mayor
morbilidad y mortalidad que los pacientes
hospitalizados sin neumonía2-4
. La NVM
incrementa la duración de la estancia
hospitalaria y el número de días de
ventilación, lo que representa unos costes
adicionales de 14.000 a 57.000 dólares por
hospitalización4,5
.
En 2005, el Institute for Healthcare
Improvement (IHI) inició un paquete de
medidas de prevención de la NVM un
grupo de intervenciones que, conjunta y
irmemente realizadas, mejoran la evolución
de los pacientes. Los cuatro elementos clave
del paquete de medidas son: la elevación
del cabecero de la cama de 30 a 45 grados,
la interrupción diaria de la sedación y la
¿Puede un protocolo de cuidados de la boca reducir
la neumonía asociada a la ventilación mecánica en
pacientes traqueostomizados?
Patricia Conley, MSN, RN; David McKinsey, MD; Jason Graff, MD, y Anthony R. Ramsey, PhD, FNP-C
evaluación de la idoneidad de la extubación,
la proilaxis de la úlcera péptica, y la
proilaxis de la trombosis venosa profunda6
.
A pesar del beneicio de la proilaxis para
la úlcera péptica, las medicaciones que
elevan el pH de las secreciones gástricas
pueden convertirse posteriormente en el
motivo causante del desarrollo de NVM,
al permitir un exceso de crecimiento
bacteriano en el estómago. Si se aspiran,
estas secreciones gástricas incrementan el
riesgo de NVM7-9
.
Para reducir la incidencia de NVM, se
añadió en 2010 la aplicación oral de la
solución de GCH al 0,12% al paquete
de medidas del IHI, ya que la evidencia
indicaba que esta práctica inhibe la
formación de placa dental, que puede
albergar bacterias patógenas6
. La aspiración
de las secreciones orales constituye la
primera vía de transporte de las bacterias
a los pulmones10
. Un protocolo de
cuidados de la boca que reduzca la placa,
descontamine la cavidad oral y realice
una extracción frecuente para minimizar
el riesgo de aspiración puede reducir
potencialmente la incidencia de la NVM.
Antecedentes
Una parte sustancial de la bibliografía
refleja la eicacia de diversos protocolos de
cuidados de la boca para reducir la NVM
en pacientes con tubos endotraqueales
conectados a ventilación mecánica en
la UCI. Los protocolos han incluido:
limpieza de la boca con povidona yodada
y enjuague con agua débilmente ácida11
;
uso de productos comerciales para higiene
bucal12
; cepillado programado de dientes
con dentífrico13
; aplicación de antibióticos
por vía oral o GCH en solución, gel, pasta
o colutorio14-16
, y adición del cepillado
dental con y sin dentífrico al protocolo
de GCH 17-19
.
En una muestra de 1.252 pacientes, la
limpieza de la mucosa oral con povidona
yodada, cepillado de los dientes y enjuague
con agua débilmente ácida redujeron
signiicativamente la incidencia de NVM,
aunque no los días de hospitalización o
ventilación10
. En una muestra separada de
759 pacientes, una combinación comercial
de kit de productos/protocolo (Sage
Products, Inc., Cary, Ill.), que incluía la
limpieza con peróxido de hidrógeno, el
cepillado con cepillo dental aspirador y
la aplicación de cloruro de cetilpiridinio,
un desinfectante tópico, a la mucosa
oral, redujo la incidencia de NVM de
12 por 1.000 a 8 por 1.000 días de
ventilación (p = 0,06)11
.
2. Mayo/Junio | Nursing2014 | 59
En un ensayo clínico aleatorizado de
345 pacientes, los investigadores observaron
que el cepillado dental con dentífrico
durante 1 min cada 8 h reducía la
incidencia de NVM a cero13
, lo que refuerza
la importancia de la eliminación mecánica
y abrasiva de la placa como parte de un
protocolo de cuidados de la boca19-21
.
La aplicación oral de antibióticos no
ha sido eicaz en la reducción de los índices
de NVM; sin embargo, la eicacia del
antiséptico GCH para reducir los índices
de NVM ha sido bien documentada13
.
En dos metaanálisis separados de 11 (n =
3.242) y 7 (n = 1.650) ensayos clínicos,
la aplicación oral de GCH (solución al
0,12%, gel al 0,20% o pasta al 2%) redujo
considerablemente los índices de NVM14,15
.
Utilizada como enjuague oral, la solución
de GCH al 2% fue mucho más eicaz para
reducir los índices de NVM que la solución
de cloruro sódico al 0,9% en un ensayo
clínico aleatorizado, controlado, de 207
pacientes; el índice de NVM en el grupo de
GCH fue de 7 por 1.000 días de ventilación,
en comparación con el índice de 21 por
1.000 del grupo de control16
.
Otros investigadores han examinado el
efecto de añadir cepillado dental al protocolo
de cuidados de la boca que utiliza la
solución de GCH al 0,12%, con resultados
contradictorios. En un ensayo clínico
aleatorizado, controlado, de 547 pacientes
asignados a uno de cuatro grupos, Munro et
al. observaron que el GCH había reducido
considerablemente los índices de NVM,
pero que la adición del cepillado dental con
dentífrico a la aplicación de GCH no tenía
un efecto adicional sobre la incidencia de
NVM17
. En un segundo ensayo aleatorizado
de 147 pacientes, que fueron asignados
únicamente al grupo de GCH o al de
cepillado dental con GCH, los investigadores
hallaron que la adición del cepillado con
cepillo eléctrico junto con el uso estándar
de GCH no reducía los índices de NVM18
.
Sin embargo, utilizando un protocolo de
cepillado dental con dentífrico y aplicando
GCH a una muestra de 871 pacientes, Sona
et al. hallaron una reducción del 46% del
índice de NVM (de 5,2 a 2,4 por 1.000 días
de ventilación), al comparar los resultados
con los del grupo de preintervención de
777 pacientes (p = 0,04)19
.
La literatura especializada demuestra
claramente que la aplicación oral de
GCH es eicaz para reducir los índices de
NVM18,19,21
. Aunque parece razonable que
el cepillado dental con dentífrico reduciría
adicionalmente los índices de NVM
mediante la eliminación mecánica y abrasiva
de la placa, los resultados de los estudios
previos han sido contradictorios12,16-18
.
Además, muchos estudios publicados
se han realizado en pacientes con tubos
endotraqueales ingresados en una UCI.
Hemos encontrado pocas investigaciones
publicadas acerca de la eicacia de un
protocolo de cuidados de la boca para
reducir los índices de NVM en pacientes
traqueostomizados y con ventilación
mecánica en una unidad intermedia como
la nuestra.
Pregunta de investigación
El objetivo de este estudio fue examinar
el efecto de un protocolo de cuidados de
la boca que incluía el cepillado dental con
dentífrico y la aplicación de una solución de
GCH al 0,12% para la reducción de la NVM
en pacientes con ventilación mecánica y
traqueostomizados en una UCP.
Como la población de nuestro estudio
incluyó a los pacientes con ventilación
mecánica traqueostomizados, deben
diferenciarse los factores de riesgo de
la NVM con tubos endotraqueales de
los factores de riesgo de las cánulas de
traqueostomía. Los mayores riesgos
asociados a los tubos endotraqueales
son la deiciencia del transporte ciliar
por el epitelio y la función tusiva22
.
En comparación, los pacientes
traqueostomizados y con ventilación
mecánica tienen menos factores de riesgo,
ya que las cánulas de traqueostomía
permiten un mejor acceso para realizar
higiene bucal y una aspiración pulmonar
más eicaz, por lo que normalmente se
precisa una menor sedación23
.
Métodos
Instalaciones y muestra. El estudio
prospectivo durante 12 meses fue
realizado en una unidad de cuidados
intermedios de 24 camas, en un hospital
de alta complejidad en Kansas City, Mo.
(Véase el cuadro Glosario de términos
de investigación.) Los criterios de
inclusión consistieron en que todos los
pacientes debían ser mayores de 18 años,
traqueostomizados y con ventilación
mecánica durante un mínimo de 48 h. Se
excluyó a los pacientes traqueostomizados
trasladados a la unidad de cuidados
intermedios desde un centro de cuidados
agudos a largo plazo o desde casa con
ventilación mecánica. Los criterios
de exclusión incluyeron neumonía
diagnosticada tras menos de 48 h con
ventilación mecánica, y NVM previa
(ingreso actual). El valor p correspondiente
es de una dimensión, porque se supone
que la proporción de NVM será inferior
para la muestra que recibió la intervención
que para la población de la referencia
NHSN 2009.
Procedimientos. Antes de que las
enfermeras (n = 17) recibieran formación
acerca del protocolo de cuidados de la boca,
se realizó una encuesta anónima diseñada
por Grap et al. para evaluar la frecuencia
y métodos de higiene bucal en pacientes
traqueostomizados con ventilación
mecánica24
. Antes de realizar este estudio,
las enfermeras no utilizaban un protocolo de
cuidados de la boca coherente, y el hospital
no disponía de políticas de higiene bucal.
La frecuencia de dichos cuidados oscilaba
de 0 a 5 veces al día; utilizaban una amplia
variedad de métodos, aunque el 41% de las
enfermeras indicó que no cepillaban
los dientes de los pacientes con dentífrico,
y el 41% indicó que no aplicaba GCH.
Se seleccionó la solución de GCH al
0,12% para descontaminación oral porque
su agente antimicrobiano actúa contra
los microorganismos grampositivos y
gramnegativos. El cepillado dental con
cepillo para adultos y dentífrico realiza una
abrasión mecánica que remueve la placa
dental y reduce las concentraciones de
microorganismos perjudiciales en la lengua.
En las reuniones de personal, se impartió
a las enfermeras el protocolo de cuidados
de la boca con instrucciones verbales y
demostraciones (véase el cuadro Siguiendo
el protocolo), y se les indicó que aplicaran
el protocolo cada 12 h.
Como la aplicación de GCH requería la
prescripción por parte de un profesional
sanitario, se documentó el tiempo
3. > RINCÓN DE LA INVESTIGACIÓN
60 Nursing2014 | Volumen 31 | Número 3
preestablecido de administración en el
registro informatizado de administración de
medicación (MAR, medication administration
record). Para realizar un seguimiento de la
adherencia de las enfermeras al protocolo
de cuidados de la boca, se registraron tanto
el cepillado dental con dentífrico como
la aplicación de GCH en una hoja de la
documentación presente en la habitación
de cada paciente, situada por encima del
ordenador cercano a la cama, en el que
se escanean las medicaciones. Para el
estudio, el cálculo de la adherencia a la
aplicación de GCH y cepillado dental no
se obtuvo del MAR. En su lugar, la hoja de
documentación del estudio constituyó una
herramienta completa para la recolección
de los datos y una breve descripción del
protocolo para cada turno. La herramienta
de documentación ayudó a la recopilación de
los datos y a la entrada eiciente de estos, ya
que constituía la única responsabilidad del
investigador principal. Las copias con todos
los detalles del protocolo se ubicaron en un
gabinete de la unidad, en una caja de archivo
abierta, accesible para todo el personal.
Muchos de los pacientes incluidos
en el protocolo de cuidados de la boca,
traqueostomizados y con ventilación mecánica
no podían llevar a cabo su propia higiene
bucal. A cualquier paciente que pudiera
cepillarse los dientes se le permitió hacerlo
(dos en este estudio), tras haberles formado
sobre el protocolo; en el resto de los pacientes
fueron las enfermeras las encargadas. El
protocolo se aplicó a los pacientes desde el
día en que fueron trasladados a la unidad
de cuidados intermedios, y inalizó cuando
se retiró la ventilación mecánica, cuando
abandonaron la unidad o cuando fueron
trasladados a otro centro.
El investigador principal recopiló todos
los datos. Se revisaron las historias clínicas
para recoger cualquier dato descriptivo, y los
resultados. Para este estudio se utilizaron los
criterios de los Centers for Disease Control
(CDC) para establecer el diagnóstico de
la NVM: iniltrados nuevos o progresivos
acompañados de iebre, leucocitosis,
secreciones traqueales purulentas y
empeoramiento del intercambio de gases
que se haya iniciado pasadas las 48 h del
inicio de la ventilación mecánica25
. En caso
de surgir cualquier cuestión relativa a un
posible diagnóstico de NVM, se consultó al
especialista en enfermedades infecciosas del
equipo de investigación para determinar el
cumplimiento de estos criterios. Se utilizaron
los mismos criterios por parte de una única
enfermera de control de infecciones, quien
identiicó los casos de NVM durante el año
anterior al inicio de este estudio.
Análisis de los datos
Se introdujeron todos los datos en el
paquete estadístico para ciencias sociales
(SPSS, Statistical Package for the Social
Sciences)26
. Como los índices de NVM en
las unidades de cuidados intermedios no
habían sido evaluados antes del estudio, se
utilizó el índice de NVM del Informe del
NHSN para 2009, ya que se consideró la
mejor información disponible para realizar
comparaciones. La prueba de la χ2
fue la
prueba estadística utilizada en el análisis
para calcular el índice de NVM en la UCP.
Glosario de términos de investigación
Prueba de la χ2
Prueba utilizada para determinar si existen diferencias estadísticas
en las variables de las diferentes categorías entre dos o más grupos
independientes. Por ejemplo, ¿existen más varones en el grupo de jóvenes
que en el de mayores?
Alfa crítico (error de tipo I) El nivel alfa se define como la probabilidad de lo que se denomina un error
de tipo I. Es la probabilidad de rechazar una hipótesis ciertamente nula32
.
Media Media matemática.
Metaanálisis Procedimiento cuantitativo que nos permite combinar los resultados
numéricos de estudios múltiples32
.
N Tamaño de la muestra
Valor p de una dimensión La hipótesis alternativa establece que el resultado de la población difiere
del valor establecido en la hipótesis probada por el investigador. El valor p
es la probabilidad, cuando la hipótesis de investigación es cierta. Nivel de
significación estadística32
.
p Estadística indicativa de la significación; p < 0,05 indica que los resultados
son significativos; cuanto menor sea el número, existirá menor probabilidad
de que los resultados se produzcan por casualidad.
Estudio prospectivo Examen de las causas supuestas, adelantándose en el tiempo al efecto
supuesto33
.
Ensayo clínico aleatorizado
controlado
Método que garantiza que una muestra se obtiene de modo que todas las
muestras del mismo tamaño tengan igual probabilidad de ser seleccionadas
a partir de una población definida32
.
Índice Frecuencia con lo que algo ocure34
.
Desviación estándar (DE) Variación o rango. Cuanto mayor es la DE, mayor es el rango de las
respuestas.
Corrección de continuidad
de Yate
Cálculo para reducir las discrepancias entre la frecuencia de los datos
observados y la frecuencia de los valores esperados32
.
Prueba Z Cálculo que proporciona una puntuación Z que indica cuántas DE de
las puntuaciones brutas están por encima o debajo de la media de
distribución32
.
4. Mayo/Junio | Nursing2014 | 61
Resultados
Los datos demográicos se muestran en el
cuadro Una mirada a las características
de los pacientes. Los 75 sujetos (muestra)
estaban conectados a ventilación mecánica,
traqueostomizados, y habían sido ingresados
o trasladados a la unidad de cuidados
intermedios desde el 1 de noviembre de
2009 al 31 de octubre de 2010. El 96%
de los pacientes de la muestra fueron
trasladados desde la UCI con ventilación
mecánica a la unidad de cuidados
intermedios. La duración de la estancia
en dicha unidad fue de 1 a 31 días, con
una media de 11,1 días. La adherencia
del personal enfermero al cepillado dental
osciló entre el 9 y el 100%, con una media
del 80%; la adherencia a la aplicación de
GCH osciló entre el 22 y el 100%, con una
media del 80% (n = 64, extraviados = 11).
Al inalizar el estudio de 12 meses
en la unidad de cuidados intermedios,
se produjeron dos casos de NVM sobre
1.789 días de ventilación, lo que arrojó un
índice de NVM del 1,1 por 1.000 días de
ventilación. Tras este estudio, las enfermeras
siguieron el mismo protocolo de cuidados
de la boca y, en 2011, los resultados
fueron de 218 días de ventilación y cero
infecciones. La referencia del índice de
NVM en la unidad de cuidados intermedios,
destacada en el informe del NHSN para
2009, indica una media de 1,5 casos por
1.000 días de ventilación1
.
Se comprobó la eicacia del
procedimiento mediante la comparación
entre la proporción de NVM por días
totales de ventilación para los pacientes de
la unidad de cuidados intermedios de la
muestra y la proporción de NVM por días
totales de ventilación de los pacientes de
la unidad de cuidados intermedios en la
población nacional (utilizando los datos
de 2009). La signiicación estadística de
esta comparación se obtuvo calculando
la prueba Z para la signiicación de la
diferencia de la proporción de un valor
de población hipotético. La proporción
de la muestra fue de 0,00112 (2/1.789),
y la proporción calculada de los datos
de la población nacional fue de 0,00262
(27/10.307). Como el valor esperado de la
frecuencia de la muestra fue inferior a 5,
se aplicó la corrección de continuidad. El
nivel crítico de alfa (error de tipo I) para
el umbral de la signiicación se estableció
en 0,05. El valor Z de corrección de
continuidad fue de 1,03, para el que el
valor p de una dimensión fue de 0,1523.
Por tanto, la proporción de la muestra de
NVM no fue estadísticamente signiicativa
cuando se comparó con la proporción de la
población27
.
Discusión y limitaciones
Aunque se ha estudiado ampliamente la
eicacia de los protocolos de cuidados
de la boca para reducir los índices de
NAV en los pacientes de UCI con tubos
endotraqueales, no se ha realizado
ningún estudio amplio sobre los pacientes
traqueostomizados. A nuestro entender, el
presente es el único estudio publicado sobre
el efecto de cualquier protocolo de higiene
bucal para reducir la NVM en pacientes
traqueostomizados y con ventilación
mecánica, en la unidad de cuidados
intermedios.
De manera retrospectiva, determinamos
que la baja adherencia a la aplicación
de GCH (extremo inferior del 22%) y
cepillado dental con dentífrico (extremo
inferior del 9%) se ha debido a múltiples
factores que pueden corregirse en estudios
futuros que evalúen este procedimiento;
por ejemplo, el protocolo podría
documentarse especíicamente en el registro
médico informatizado. La amplia hoja de
documentación de cuidados de la boca, que
incluía una breve lista de intervenciones
que debían realizarse entre las 12:00 h
(mediodía) y las 24:00 h (medianoche)
constituyó una tarea de documentación
adicional para las enfermeras. Estas
aplicaron el documento de la GCH del MAR
mediante la técnica de escaneado previa
a la administración. El GCH, como todas
las medicaciones prescritas, se escanea
antes de ser administrado a cada paciente.
El cepillado dental con dentífrico se
documentó en la sección de documentación
del ordenador de las actividades diarias
antes de inalizar el turno, aunque no
especiicó qué tipo de cuidados orales se
habían completado.
Además, algunas enfermeras de
la unidad de cuidados intermedios no
habían tomado parte en el aprendizaje
original del protocolo de cuidados de la
boca para el estudio. Ciertas enfermeras
asignadas a estos pacientes provenían de
la UCI o de una agencia, y al no haber
sido informadas o adheridas,
contribuyeron a la pérdida de
documentación. También se perdieron
algunas hojas de documentación de
Seguimiento del protocolo19
Utilícese este protocolo para proporcionar cuidados de la boca a los pacientes traqueostomizados con
ventilación mecánica:
t Reúna los siguientes suministros: dispositivo de succión Yankauer, esponjas orales, cepillo dental, tubo de
dentífrico, y solución de CHG al 0,12%.
t Realice una evaluación enfermera de la lengua, mucosa oral, dientes y labios del paciente. No cepille
ninguna llaga. Dé instrucciones al paciente acerca de la aportación de cuidados orales.
t Cepille dientes, lengua y mucosa oral de 1 a 2 min con toques suaves, utilizando dentífrico y una pequeña
cantidad de agua para humedecer el cepillo; realice movimientos suaves para cepillar la lengua de los
pacientes desdentados.
t Aspire la boca durante y tras el cepillado dental para eliminar el exceso de agua y secreciones.
t Aplique la solución de GCH al 0,12% a la cavidad oral y la lengua con esponjas orales, de 30 a 60 min
después del cepillado dental o limpieza de boca. Aspire cualquier exceso restante.
t Para pacientes con dentaduras: extraiga las dentaduras y límpielas con tabletas especiales, y luego
aplique la solución de GCH al 0,12% a la cavidad oral y la lengua. Aspire la boca para eliminar el exceso
de solución y secreciones.
5. > RINCÓN DE LA INVESTIGACIÓN
62 Nursing2014 | Volumen 31 | Número 3
los pacientes que fueron dados de alta,
trasladados, o conducidos de urgencia a
la UCI.
Los resultados de nuestro estudio sugieren
que el protocolo de cuidados de la boca, de
cepillado dental con dentífrico, seguido de la
aplicación de una solución de GCH al 0,12%
a los 30-60 min, puede reducir la incidencia
de NVM en los pacientes traqueostomizados
y con ventilación mecánica de la unidad de
cuidados intermedios. Con la aplicación
de este protocolo durante un período de
12 meses en dicha unidad, el índice de NVM
fue de 1,1 por 1.000 días de ventilación.
Este índice es inferior a los índices de 2009
recientemente publicados por la NHSN,
donde se comunicó una media nacional
grupal de 1,5 por 1.000 días de ventilación
en las unidades de cuidados intermedios1
.
Una limitación de nuestro estudio fue
que el índice de NVM en el informe de la
NHSN incluyó a pacientes con dispositivos
endotraqueales o de traqueostomía, mientras
que nuestro índice de NVM incluyó
únicamente a pacientes con cánulas de
traqueostomía. Los hallazgos de nuestro
estudio concuerdan con los de Sona et al.,
quienes utilizaron un protocolo similar
para sus pacientes de la UCI con tubos
endotraqueales19
.
Giard et al. compararon los factores de
riesgo de la NVM de aparición reciente
(E-NAV) y los de NVM tardía (L-NAV) en 11
UCI de Francia. Sus hallazgos revelaron los
siguientes factores de riesgo independientes de
L-NAV (frente a E-NAV): mayor edad, elevada
puntuación de isiología aguda simpliicada
II, cualquier infección al ingresar, presencia de
otra infección adquirida en el hospital previa
a NVM, y uso de catéter venoso central previo
a NVM28
(La puntuación de isiología aguda
simpliicada es una puntuación de la escala
de gravedad y estimación de la mortalidad,
integrada por hasta 12 variables isiológicas y
tres variables relacionadas con la enfermedad.
Las puntuaciones oscilan entre 0 y 163 puntos,
donde 163 es la medición “peor”29
.) Ambos
pacientes diagnosticados de NVM en la unidad
de cuidados intermedios eran adultos mayores
con neumonía diagnosticada durante más de
7 días previos a la retirada de la ventilación
mecánica. Nuestra población de pacientes más
cercana se equipara a los factores de riesgo de
L-NVM más que de E-NVM.
El impacto económico de los resultados
de nuestro estudio es importante. El coste de
los suministros utilizados para este protocolo
de cuidados de la boca fue de alrededor de
15 dólares por paciente. Como ahora se
penaliza a los hospitales por las enfermedades
adquiridas en ellos, un protocolo eicaz
de cuidados de la boca no sólo reduce la
morbilidad, sino que también logra beneicios
económicos importantes30
.
Incluso cuando la adherencia media del
personal enfermero con el protocolo fue
del 80%, la adherencia de las enfermeras
individuales osciló entre el 9 y el 100%.
No pudimos evaluar la adherencia en
el 15% de los pacientes cuyas hojas de
adherencia se extraviaron.
Aunque la adherencia del personal
enfermero al protocolo de cuidados de la
boca no fue del 100%, este estudio implicó
la implementación de un protocolo en una
unidad sin un protocolo establecido, y
reforzó la importancia de la higiene bucal.
Las prácticas de las enfermeras que trabajan
en los hospitales con protocolos de cuidados
de la boca son más congruentes con las
directrices sobre prevención de NVM
que las de las enfermeras que trabajan en
Características de los pacientes*
n (%)
Características [Media (DE*); rango]
Edad [63,2 (15,5); 18-91]
Sexo:
Mujer 40 (53%)
Varón 35 (47%)
Días de traqueostomía [16 (11,9); 2-58]
Días de ventilación [24 (13,9); 4-62]
Diagnóstico principal:
Parada respiratoria 43 (57%)
Trauma/herida abierta en la cabeza 5 (7%)
Ictus 5 (7%)
Infección/sepsia 4 (5%)
Otros 18 (24%)
Diagnóstico secundario:
Parada respiratoria 20 (27%)
Neumonía 17 (23%)
Infección/sepsis 5 (7%)
Insuficiencia renal 4 (5%)
Otros 29 (38%)
*n = 75; DE = desviación estándar.
6. Mayo/Junio | Nursing2014 | 63
hospitales sin dichos protocolos31
.
Los datos están siendo ahora supervisados
de manera consistente en cuanto a la
incidencia de la NVM en nuestra unidad
de cuidados intermedios. Como se
ha explicado anteriormente, no existe
signiicación estadística entre el grupo de
la muestra y la referencia. Esto indica la
necesidad de que las enfermeras prueben
adicionalmente el protocolo de cuidados de
la boca en poblaciones más grandes.
Como muchos estudios publicados han
evaluado el efecto de la higiene bucal sobre
el índice de NVM en pacientes con tubos
endotraqueales en la UCI, este estudio
evaluó un número reducido de citas
bibliográicas, estudiando a los pacientes
traqueostomizados en la unidad de cuidados
intermedios. Se realizaron dos búsquedas
en la bibliografía, y ninguna de ellas arrojó
estudios adicionales tan especíicos como
este. Aunque no identiicamos una reducción
estadísticamente signiicativa de la incidencia
de NVM, demostramos la viabilidad de la
implementación de un protocolo de cuidados
de la boca en centros clínicos con mucha
actividad, e identiicamos diversas áreas de
mejora en futuros estudios.
Se precisa más investigación para
determinar el protocolo de cuidados de
la boca más eicaz para la reducción de
la NVM en esta población. Los estudios
futuros deberán comparar los protocolos
de cuidados de la boca con el protocolo
de este estudio en un ensayo clínico
prospectivo y aleatorizado, para determinar
el protocolo más eicaz para esta población.
Empoderar a las enfermeras con evidencia
para proporcionar la mejor higiene bucal
a los pacientes con ventilación mecánica
es esencial para conseguir unos resultados
positivos para los pacientes. ■
BIBLIOGRAFÍA
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En el Research Medical Center de Kansas City, Mo., Patricia
Conley es miembro del personal enfermero de la unidad de
cuidados progresivos, Jason Graff es miembro del personal
neumólogo, y David McKinsey es miembro del personal
médico. El Dr. McKinsey es también miembro de la Infectiu
ous Disease Associates de Kansas City, Mo., y profesor clínico
de medicina en la University of Kansas, en Kansas City,
Kan. Anthony R. Ramsey es profesor adjunto en la Radford
University School of Nursing de Radford, Va.
Los autores agradecen a Ruth Woronick, BSN, RN, CCRN, y a los
miembros del personal enfermero del Research Medical Center,
su participación en el estudio para promover los cuidados al
paciente de calidad y basados en evidencias; a Kitty Serling,
MSL, también del Research Medical Center, su ayuda con
las búsquedas bibliográficas, y a Cassie Lane, MS, del Sarah
Cannon Research Institute de Nashville, Tenn., su apoyo.
Research Corner está coordinado por Cheryl Dumont, PhD,
RN, CRNI, directora de investigación enfermera y del equipo
de acceso vascular en el Winchester Medical Center de
Winchester, Va. La Dra. Dumont es también miembro del
comité editorial de Nursing2013.
El contenido de este artículo ha sido debidamente revisado por
el comité y/o cuenta con el debido apoyo administrativo para
su publicación.
Financiación: Patricia Conley recibió una beca del Comité
Operativo de Investigación en el Research Medical Center.
Los autores declaran no tener conflictos de interés económicos
relacionados con este artículo.