El documento presenta un resumen de la exposición "Everybody Is Nobody for Somebody" curada por Timothy Persons sobre la colección de Grażyna Kulczyk. En 3 oraciones: La exposición reúne obras de artistas de diferentes contextos políticos para mostrar que el espíritu creativo no conoce fronteras. Las obras se organizan en círculos entrelazados de pensamiento definidos por disciplinas que funcionan como un puente cultural. El objetivo de la muestra es inspirar e introducir una nueva perspectiva en la que nadie sea irrelevante
Trabajo historia sobre el Renacimiento en la arquitectura
Timothy Persons, sobre ‘Grażyna Kulczyk Collection. Everybody Is Nobody for Somebody’
1. Timothy Persons, sobre ‘Grażyna Kulczyk Collection.
Everybody Is Nobody for Somebody’
Everybody is nobody for somebody1
[Todos somos nadie para alguien] parte del
concepto de que todo individuo tiene derecho a un punto de vista propio, sea
cual sea su grado de notoriedad. Abre un espacio mental en el que las ideas se
pueden compartir, en lugar de ser juzgadas. Los artistas en particular, tanto si
son conocidos como si no, miden sus conceptos en un diálogo mutuo con otros
artistas. Esta conversación forma su propio lenguaje y trasciende la política, la
religión y el paso del tiempo.
Las condiciones sociales y culturales que se dieron en Polonia entre 1945 y
1989 fueron radicalmente distintas de las occidentales. Los conceptos artísticos
se interpretaron desde ángulos personales, y sus interpretaciones interculturales
se han modificado a causa de las nuevas realidades políticas. Esta exposición
reúne a artistas procedentes de situaciones políticas diferentes con el objetivo de
mostrar que el espíritu creativo no conoce fronteras.
El modo en que se disponen las obras en esta exposición determina su propio
ángulo de reposo. Por ello, he organizado las obras en una serie de círculos de
pensamiento entrelazados que, a su vez, quedan definidos por sus distintas
disciplinas. El diseño del conjunto permite a la muestra funcionar como un
puente cultural que engrana todas estas disciplinas a través de sus inclinaciones
conceptuales.
El espacio expositivo tiene dos puntos de acceso distintos: uno comienza con la
pintura de Agnes Martin y conduce al visitante a través de un grupo de artistas
de marcado interés por los contenidos de género, para terminar con las obras
1 En palabras de la escritora conceptual Cia Rinne.
2. abstractas de Joan Mitchell. En el otro punto de acceso, los minimalistas y
conceptualistas llevan al visitante a las salas que reúnen a los artistas de la
abstracción geométrica y a los representantes del op art con sus líneas de
movimiento sistemáticas. Esta ruta circular se fusiona con las salas de campos
de color, que culminan en el cuadro de Władysław Strzemiński, la joya de la
muestra.
La selección de obras reunida forma una reveladora encrucijada que destaca la
originalidad y la profundidad de la Colección Grażyna Kulczyk y nos proporciona
una visión más profunda de lo importante que Polonia fue en la construcción del
pensamiento conceptual. La exposición nos recuerda que el arte es un lenguaje
universal, una ventana abierta por la que se puede mirar en ambos sentidos.
Cuando conocí a Grażyna hace cuatro años, nada sabía sobre el alcance y la
envergadura de su colección. Me sentí totalmente abrumado no solo por las
obras, sino también por la mujer, puesto que era el imán que las mantenía
unidas. Para mí, la colección es una rueda enorme con un núcleo que es el arte
polaco, y un sinfín de radios que representan otras disciplinas artísticas.
Cuando se me pidió que comisariara la muestra, visualicé un teatro imaginario
con dos escenarios desde los que se podía actuar. En el primero, el
intervencionista minimalista Roman Opałka hacía las presentaciones formales
entre Donald Judd y Stanisław Dróżdż, mientras que el otro albergaba la política
de género de Alina Szapocznikow, que abría la puerta a Katarzyna Kozyra,
quien, a su vez, nos llevaba a VALIE EXPORT y a Jenny Holzer. Juntos
constituyen una memoria colectiva que prepara la plataforma en la que Mirosław
Bałka podrá sentarse con Anselm Kiefer. Cada sala de la exposición es su
propio escenario y ofrece al visitante numerosas oportunidades de crear su
propio teatro conceptual.
Quiero agradecer personalmente a Grażyna Kulczyk todo el amor y la dedicación
que ha invertido en lograr que este proyecto se convirtiera para mí, cada día, en
3. un nuevo descubrimiento. Mi objetivo ha sido usar su colección como vehículo
para inspirar, además de introducir una nueva perspectiva en la que todos
dejemos de ser nadie para el resto del mundo.
Timothy Persons, comisario de la exposición