La cocina asiática se caracteriza por usar ingredientes frescos y sanos como verduras, frutas y arroz, así como pescado y carnes blancas en lugar de rojas. Los métodos de cocción comunes son al vapor, guisado y salteado en lugar de freír, y se usan diversas salsas y condimentos. Los platos se presentan todos juntos y se comen generalmente con palillos.