Este documento describe la explotación sexual de niños y adolescentes como un fenómeno en el que los explotadores se aprovechan de su vulnerabilidad para someterlos sexualmente a cambio de dinero u otros beneficios. También define la pornografía infantil como cualquier representación de niños en actividades sexuales explícitas y el material pornográfico como soportes que registran dichas imágenes con fines sexuales. Finalmente, señala que muchos fiscales y policías en Perú carecen de conocimientos sobre este delito y cómo combatirlo en Internet.