El documento presenta información sobre la ludoterapia, que es una terapia que utiliza el juego para tratar trastornos mentales en niños. Explica que la psicoanalista Melanie Klein fue pionera en usar esta técnica. También describe los roles del terapeuta en la terapia de juego, la importancia de la colaboración con los padres y maestros, y las diferentes clasificaciones y fases de la terapia de juego.
3. El ludo psicoterapéutica en la
terapia del juego
• Concepto de ludo- psicoterapéutica
• El ludo- psicoterapeuta en la terapia de juego
• El ludo- psicoterapeuta y los padres
• El ludo- psicoterapeuta y el maestro
4. Ludoterapia
LA LUDO-TERAPIA. Es un tipo de terapia en el
cual se utiliza el juego para el tratamiento de
las enfermedades mentales. Se usa
especialmente en la psicoterapia
psicoanalítica de niños, siendo una
importante herramienta para el tratamiento y
diagnóstico de los distintos trastornos
psíquicos.
Este tipo de psicoterapia la utilizo por primera
vez, como herramienta terapéutica, la
psicoanalista MELANI KLEIN con un niño que
se negaba a hablar en su tratamiento.
5. La terapia de juego, dependiendo del tipo de intervención de
terapeuta, del tipo de intervención del terapeuta, del tipo de
rol que asume, se clasifica en:
terapia de
juego
directiva
terapia de
juego no-
directiva
6. La psicoterapia de juego, se divide por su
duración en:
Psicoterapia amplia. Aquella
que dura seis meses o más
Psicoterapia breve. Aquella
que dura menos de 6 meses
7. La psicoterapia de juego debe transitar por
tres fases:
Fase de Exposición
Fase de Descarga
Fase de Síntesis
8. INDICACIONES DE LA TERAPIA DE JUEGO
En términos cronológicos la psicoterapia de juego tiene más
posibilidades de éxito entre los 3 y 12 años, sin embargo sus
mejores logros se encuentran situados entre los 3 y 6 años,
esto en razón de que partir de los 6 años y hasta los 10
interviene la edad del razonamiento crítico y con el
advenimiento de esta aparecen las primeras reticencias y
defensas en el aparato psíquico infantil.
9. El ludo- psicoterapeuta en la
terapia de juego
Al lado del niño en el cuarto de juegos
esta el psicoterapeuta, no como un
supervisor maestro, ni como padre
sustituto.
Es importante delimitar las capacidades
personales e intervención del terapeuta
en la terapia de juego.
10. Debe posee una bondadosa paciencia y sentido del humor que relaje
al niño, lo tranquilice y lo aliente a compartir con él su mundo interior.
Excelente apreciación
de lo que el niño está
haciendo o diciendo
No debe ser
pasiva
Requiere toda su
atención
Debe
respetar al
niño
Sensibilidad
El terapeuta debe ser permisivo y
accesible en todo momento
Postura recta y
presencia
tranquila
No debe dirigir al
niño apurándolo
o impaciente
realizando cosas
por él
Tratarlo con
sencillez y
honestidad
La actuación del terapeuta
a través de la terapia de
juego:
11. Confidencialidad
Conservar una actividad
profesional en relación a su
trabajo y no traicionar la confianza
que el niño ha depositado en el,
comentando con los padres,
maestros o cualquier otra persona
lo que dice el niño durante su
terapia.
12. Transgresiones
El terapeuta debe fijar los
límites de transgresión (es decir,
lo que se puede hacer y lo que
no) lo que da como resultado
mantener la terapia en el
marco de la realidad.
14. El psicoterapeuta
• Debe ser cuidadoso y evitar una relación extrema de una
forma u otra
• Debe haber desarrollado una disciplina personal, refrenando
su temperamento.
• Debe ser profesional en su trato con el niño. Conservar sus
citas con él, tan puntual como lo haría con un adulto.
• Se necesita equilibrio, sensibilidad y habilidad por parte del
terapeuta para conservar la terapia en función.
15. • Debe tomar nota de todas las actividades y conversaciones
desarrolladas en el cuarto de juego.
• Debe estar actualizado con relación a todo lo de la infancia,
juguetes, refranes y juegos, cine etc.
• Debe respetar lo que es la capacidad limitada del niño, tanto
los aspectos manuales como su capacidad para resolver
problemas.
• Debe ser capaz de manejar con la mayor de las habilidades
la rivalidad entre el terapeuta y el padre.
El psicoterapeuta
16. El ludo- psicoterapeuta y los
padres
• Un primer tipo de padre los constituyen aquellos que aparecen rápidamente como incapaces prácticamente
nulas.
• Un segundo tipo de padres viene dado por aquellos que parecen querer colaborar pero que no hacen más que
camuflajear sus resistencias y de esta manera también van a echar a pique el tratamiento mediante acciones de
sabotaje.
• Un tercer tipo está constituido por aquellos padres que ya están desde hace mucho tiempo comprometido con
sus hijos en una interacción neurótica y como fruto de ello, reaccionan de una manera ambivalente o bien en
forma extremista, en cuanto a su solicitud a la forma de tratamiento y atenciones.
• Por último está el grupo de padres que de una manera autentica, por su nivel de inteligencia y por la holgura de
su personalidad son capaces de cooperar y de participar de manera sincera en el proceso terapéutico.
17. Para que una terapia de juego resulte exitosa necesita de la
colaboración de parte de los padres, sin embargo no solamente es
necesario que aquellos sigan los consejos del psicoterapeuta y que
acudan a las citas, si no también es indispensable que el compromiso
psicoterapéutico asumido por aquellos, es guiado por su participación
interna por la adhesión de toda su personalidad al tratamiento.
Es necesario que obtengamos de los padres, el reporte puntual de
cualquier signo de mejoría o de agravación, detención, represión en el
tratamiento, sin embargo, eso no compromete al terapeuta a exponerle
a los padres de los detalles y mucho menos el contenido de lo que
ventila en la terapia.
18. El ludo- psicoterapeuta y el
maestro
Los niños con mal comportamiento,
ansiedad, notas bajas, dificultad para
relacionarse con compañeros, dan
claros indicios que padecen
dolencias psíquicas.
La escuela, donde los niños están
constantemente, es el lugar para que
el adulto o el maestro detecten los
indicios.
19. La relación entre el terapeuta y el maestro debe estar mediada por las
mismas restricciones que las relativas a la relación entre los padres y el
ludo-terapeuta.
La comunicación entre el terapeuta y el maestro debe ser continua.
La mejoría o variaciones positivas o negativas se recomienda sea
colocada en el historial clínico del niño.