El culto a la personalidad es la adoración y adulación de un lider carismático. Estos surgen en sociedades en descomposición, donde la población se siente traicionada por las élites políticas y buscan quien los redima. El nuevo presidente salvadoreño puede usar su capital político para transformar las instituciones como sujetos cumplidores de la población, sobre la base del Estado de Derecho y procedimientos democráticos. O bien, destruir los procedimientos institucionales que establecen contrapesos y limitan la acumulación de poder.
2. El culto a la personalidad es la adoración y adulación
excesiva a un caudillo o líder carismático,
especialmente, cuando se trata de un Jefe de
Estado.
En las dictaduras es una forma de
culto a la persona del dictador.
El culto a la personalidad se debe a
una concepción idealista de la
historia, la cual no es determinada
por la acción de las masas, sino,
por los deseos y la voluntad de
grandes hombres.
3. Los gobiernos presidencialistas pueden ceder al
culto de la personalidad cuando se fractura la
independencia y el equilibrio entre poderes.
Mientras las instituciones que
conforman el Estado de Derecho
ejerzan contrapeso, que balancee
el ordenamiento jurídico, un Jefe
de Estado no puede convertirse en
autócrata, ni derivar en un culto a
la personalidad.
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4. El culto a la personalidad es un término acuñado por
Nikita Jrushchov, en el vigésimo congreso del
Partido Comunista de la Unión Soviética en mil
novecientos cincuenta y seis denunciando a Iósif
Stalin.
El psicoanalista estadounidense de
origen polaco Gustav Bychowski
considera que la personalidad de
los políticos autoritarios, está
influenciada por factores
psicológicos colectivos que
favorecen el ascenso de la
dictadura.
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5. Piensa que cuando el pueblo se siente debilitado en
su propio Yo, renuncia a la crítica y a la
independencia a favor de la sumisión ciega a la
autoridad auto designada.
El sentimiento de impotencia del
Yo colectivo, provoca que el
pueblo regrese a una etapa más
infantil en la que busca
ansiosamente su salvación. Por lo
que el grupo confía en el líder y lo
venera.
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6. Las características del Culto a la
Personalidad son: una exagerada
adulación y adoración al caudillo,
presencia de un “enemigo común”
que justifica el rol histórico del líder,
quien cuestione al líder es traidor, se
persigue a los críticos del líder, hay
presencia exagerada de imágenes,
fotografía y eslóganes del líder, se
elaboran relaciones entre el líder y
todos los aspectos de la vida, se
tiende a creer que los problemas no
son responsabilidad del líder y a
confundir actos del Estado con los de
la fuerza política que gobierna. 6
7. Los líderes de culto surgen en comunidades y
sociedades en descomposición, donde segmentos
de población se sienten traicionados por las elites
establecidas y buscan a alguien que los redimirá.
Los líderes de culto juran aplastar a los
grupos o individuos culpables por la
miseria. Los líderes de culto son
narcisistas, premian la lealtad, exigen
adulación excesiva y obediencia total.
Son profundamente inseguros e intentan
encubrirlo con una fastuosidad
grandilocuente.
Cuantos más extravagantes se vuelven,
más incumplen la ley y las convenciones
sociales. 7
8. Para el escritor británico George Orwell, los líderes
de culto manipulan a sus seguidores a través del
lenguaje.
El lenguaje del líder está diseñado
para acercarse a las necesidades
emocionales de sus partidarios.
Por este medio prepara sus
adeptos contra aquellos que el
líder defina como enemigos.
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9. Comportamientos que destruirían la carrera de una
figura pública, no afectan al líder de culto.
Donald Trump, por ejemplo, es un
líder de culto y quienes lo apoyan
son seguidores de culto.
Por tanto no importa que sea
mentiroso, que sus intereses
financieros prevalezcan sobre el
Estado de Derecho, que sea
acusado de depredador sexual y
que sea inepto.
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10. El líder de culto dará la apariencia de ser flexible y
razonable cuando crea que está en peligro.
Tan pronto ya no tiene miedo, regresa a los viejos
patrones de comportamiento.
Para el columnista salvadoreño
Rafael Palomo, Nuevas Ideas fue
un movimiento político centrado
en un líder único y en la
propaganda en las redes sociales.
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11. Nuevas Ideas carecía de una estructura ideológica y
logística. Ésta destreza de centrar un
movimiento político en un líder
único, fue iniciada por el Partido
Nacional Socialista Obrero
Alemán (NSDAP) a principios de
los años treinta del siglo veinte.
La estrategia expresaría que
cuando las cosas van mal, nada
funciona mejor que echarle la
culpa a alguien más y presentarse
como solución única.
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12. Palomo reconoce que la gente creyó en Nayib Bukele
quien prometió crear algo nuevo y generar un
cambio.
Por sus tácticas maquiavélicas para
debilitar a sus rivales cree que su
único interés fue, conseguir una
plataforma para impulsar su carrera
personal.
Palomo señala las características
que definieron el populismo europeo
en la primera mitad del siglo veinte:
egocentrismo, demagogia y culto a la
personalidad.
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13. Para el psicólogo salvadoreño José Miguel Cruz, las
probabilidades que el gobierno de Nayib Bukele
exhiba ineficiencia en las instituciones,
autoritarismo, nepotismo y corrupción metódica son
altas.
Una razón es que el inmenso
apoyo popular del que goza, propio
de un líder populista, lo conduzca
a quebrantar la independencia y el
equilibrio entre poderes que
definen a un régimen republicano.
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14. Y la otra razón es que por la profunda crisis en que
se encuentran las instituciones políticas y
partidarias, no podrán ejercerle contrapeso al
gobierno de Bukele.
Cruz considera que nuestro nuevo
presidente puede usar su capital
político, para transformar las
instituciones y convertirlas en
sujetos cumplidores con la
población, sobre la base del
Estado de Derecho y
procedimientos democráticos.
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15. De igual forma destruir los procedimientos
institucionales que establecen contrapesos y limitan
la acumulación de poder.
El Gobierno de Bukele podría
significar el fin de los partidos
políticos tradicionales y el fin de
la democracia electoral de la
posguerra.
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16. Para los integrantes del Centro de Estudios de
Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” de la
Universidad Nacional de Lanús, Argentina, Magaly
Gómez y Carlos Godoy, el nuevo Presidente de El
Salvador, Nayib Bukele, montó su campaña electoral
principalmente a través de Facebook, Twitter e
Instagram.
Recurrió a la inmediatez
emocional de las redes sociales
para construir y mantener su
crédito político, como lo hace
Donald Trump y Jair Bolsonaro.
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17. Bukele, a través de estas plataformas informáticas,
logro construir la imagen del “cambio de era”.
No obstante ha dado señales de
ser uno más de los rostros del
retorno de la derecha neoliberal al
continente, por su alineación a la
agenda de Washington en contra
del retorno de los gobiernos
populares.
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