El estudio realizado por Deusto Business School sobre las muertes de personas mayores de 65 años durante la pandemia revela que en 9 comunidades autónomas españolas más del 50% de los fallecidos lo hizo en residencias. Aragón encabeza la lista con más del 90% de muertes en residencias, seguida de La Rioja, Castilla y León, Navarra y Cantabria. El estudio sugiere que es necesario repensar el modelo de cuidado de personas mayores dado el envejecimiento de la población y la insuficiencia actual de
Mayoría de muertes en residencias según estudio sobre fallecidos mayores 65 años por Covid-19
1. EL MUNDO. MIÉRCOLES 10 DE JUNIO DE 2020 13
i MADRID
CARLOS SEGOVIA MADRID
En nueve comunidades autóno-
mas de España más del 50% de los
mayores de 65 años fallecidos du-
rante la pandemia lo hizo en resi-
dencias, según un estudio de
Deusto Business School Executive
Education al que ha tenido acceso
EL MUNDO.
La muerte mayoritaria
generalizada no se ha pro-
ducido por tanto en hospi-
tales, sino en residencias,
según este estudio que está
basado en datos oficiales y
que sitúa a Aragón a la ca-
beza del drama. En esa co-
munidad más del 90% de
los ancianos que fallecieron
en la crisis lo hicieron en
las residencias.
Le sigue en segundo lu-
gar La Rioja, con más del
87% y, posteriormente, Cas-
tilla y León (74,9%), Nava-
rra (73,1%) y Cantabria
(71,4%). También por enci-
ma del 50% de muertes en
establecimientos geriátricos
aparecen las comunidades
de Extremadura (68,6%),
Galicia (58,3%), Asturias
(52,7%) y Castilla-La Man-
cha (51,7%).
No se aprecia relación
entre el color político de los
gobiernos autonómicos,
puesto que aparecen en es-
ta parte alta de la triste cla-
sificación comunidades go-
bernadas por todo tipo de
partidos o coaliciones de izquierda
o derecha. El vicepresidente se-
gundo, Pablo Iglesias, centró la
tragedia en las comunidades de
Castilla y León y Madrid, y asegu-
ró que lo sucedido en sus residen-
cias «es un auténtico escándalo, si
no es un crimen», pero los datos
sitúan a la comunidad castellano-
leonesa en tercera posición y, a
Madrid, en undécima.
Para uno de los autores del estu-
dio, el director de Deusto Business
School, Iñaki Ortega, lo que corro-
boran las cifras es que los falleci-
mientos mayoritarios de ancianos
durante esta crisis se ha producido
lamentablemente en residencias y
que es un hecho que obliga a refle-
xionar sobre este importante sec-
tor en una población cada vez más
envejecida.
Este economista explica que
han obtenido el resultado de cru-
zar los datos oficiales facilitados
por las comunidades autónomas
con los de exceso de muertes sobre
lo habitual en la Vigilancia de la
Mortalidad Diaria (MoMo) del Ins-
tituto de Salud Carlos III, que reco-
pila información de los registros ci-
viles. «Los datos de exceso de mor-
talidad del MoMo para mayores de
65 años, al cruzarse con los datos
de las CCAA de fallecidos en resi-
dencias, demuestran que una gran
mayoría de muertes fue en esas
instituciones», lamenta Ortega.
«Ambos estudios coinciden en usar
una misma fuente que son los re-
gistros civiles por lo que nos per-
mite usar datos homogéneos».
En total, desde el 13 de marzo,
el estudio cifra en 40.739 los ma-
yores de 65 años fallecidos en ex-
ceso de lo habitual en plena pan-
demia y, de ellos, 19.425 lo hicie-
ron en residencias, un 47,75% del
total como media.
El resultado del estudio difiere
en algunos casos de otro anterior
elaborado por la Comunidad de
Madrid y publicado la semana pa-
sada por este diario, pero coincide
en situar a la región de la capital en
la horquilla media del problema.
En la Comunidad de Madrid el
45,6% de los ancianos murieron en
residencias, por debajo de Baleares
(47,8%) y justo por encima de País
Vasco (41,9%).
En opinión de Ortega,
no hay que demonizar a
las residencias por ello, si-
no tomar conciencia de
que hay que apostar más
por ellas en lo que llama
«la economía plateada» de-
rivada del envejecimiento
de la población. «La econo-
mía plateada que se nece-
sita pasa por mejores pro-
fesionales para los cuida-
dos de las personas
mayores y nueva oferta de
calidad público-privada».
Para otro de los autores,
Enrique Barrasa, socio de
la financiera Kiplai y exper-
to en financiación de resi-
dencias, los datos revelan
que «los servicios residen-
ciales seguirán siendo nece-
sarios, con o sin pandemia,
porque la población mayor
dependiente aumentará y la
oferta de cuidados actual es
incapaz de responder sin
estas instituciones».
«Urge un nuevo marco
legislativo que adapte las
residencias al poscovid-19,
es decir que acerque lo sa-
nitario a lo asistencial», agrega.
Las comunidades que menos re-
gistraron fallecimientos en residen-
cia fueron Andalucía (41,6%), Ca-
taluña (36,4%), Comunidad Valen-
ciana (35,6%), Murcia (28,3%) y
Canarias (14,6%).
ARAGÓN, LA RIOJA, CASTILLA Y LEÓN, NAVARRA Y CANTABRIA PRESENTAN LOS PEORES DATOS
Mayoría de muertes en residencias
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S A N I D A D
Una residente en un geriátrico recibe la visita de un familiar, el pasado lunes en Madrid. EFE
Cada día conocemos nuevos datos de la de-
vastación que ha provocado la crisis sanitaria
del Covid-19. Más de seis millones de perso-
nas contagiadas en el mundo de las que
383.000 han muerto; solamente en España ca-
si 50.000 fallecidos, según el INE. Conocíamos
que el virus era especialmente letal con los
mayores y eso explicaba que nueve de cada
diez fallecidos tenían más de 65 años. Pero si
se analizan los datos de los informes fiscales
de las comunidades autónomas junto con los
del Instituto de Salud Carlos III, se infiere que
en algunas comunidades prácticamente todos
los mayores han fallecido en residencias.
No se trata de estigmatizarlas. Muy al con-
trario, urge poner luz sobre el fenómeno de los
cuidados de larga duración y evitar actuacio-
nes «en caliente» que poco ayudarán a la cada
vez más necesaria oferta de calidad para aten-
der los cuidados de las personas mayores. La
desinstitucionalización en favor de los cuida-
dos no formales o la conversión de las residen-
cias en hospitales son alertas para lo anterior.
En España más de nueve millones de perso-
nas superan los 65 años, y el parque de plazas
en residencias de mayores es algo más de
370.000, es decir, una ratio de 4,1 plazas por
cada 100 habitantes de dicho rango de edad,
lejos de las cinco plazas recomendada por la
OMS. Dicho de otra forma, en España sola-
mente una minoría de personas cuya edad su-
pera los 65 años vive en residencias. Teniendo
en cuenta las perspectivas demográficas de
España, en 2030 aún manteniendo la actual
ratio de cobertura, serán necesarias 93.000
nuevas plazas. Si España aspirase a alcanzar
en estos próximos diez años la ratio recomen-
dada, habría que aumentar la oferta en más de
200.000 plazas. Los servicios residenciales se-
guirán siendo necesarios, con o sin pandemia,
porque la población mayor dependiente au-
mentará y la oferta de cuidados actual es inca-
paz de responder sin estas instituciones.
Pero es verdad que lo sucedido por la crisis
del Covid-19 exigirá una revisión del modelo
institucional de las residencias, su funciona-
miento, planes de contingencia e integración
con el sistema sanitario. Y sería conveniente
que se hiciera sin perder de vista la oportuni-
dad de atraer inversión, tanto pública como
privada, generación de empleo de calidad y re-
conocimiento del papel que juegan en la socie-
dad dichos centros, sus profesionales y sus re-
sidentes. FEDEA nos recuerda que en este
campo apenas hay una metodología de indica-
dores, auditoría y control de estos centros y
urge dar pasos en ese sentido.
Pero el foco no sólo está en las residencias.
Los datos muestran que demasiados mayores
también han fallecido en sus hogares o en
centros sanitarios. España, que según la ONU
será pronto uno de los países más longevos,
requiere nuevos modelos de vivienda para
mayores (como el senior housing) y se nece-
sitarán nuevos servicios asistenciales adapta-
bles a las necesidades de cada momento vital.
El sector de la atención a la dependencia ge-
nerará un gran número de puestos de traba-
jo, y es una industria que no se puede deslo-
calizar. Las generaciones del baby boom exi-
girán modelos novedosos de atención
centrados en el hogar y cuidados más perso-
nalizados. Es una oportunidad estratégica de
creación de riqueza y empleo que la OCDE
ha bautizado como economía plateada.
Iñaki Ortega es director de Deusto Business School
La economía
plateada
como solución
IÑAKI ORTEGA