1. MOMENTO 5 SESIÓN 3: ESCRIBIENDO LA CRÓNICA
UN NUEVO COMENZ@R
Una tarde de Octubre al llegar al colegio, escuché a mis compañeros hablar sobre
un diplomado en tit@, decían que en otros colegios ya lo habían dictado y que
sería en el tiempo de nuestra jornada, siempre había querido realizar estudios
complementarios y si era en el manejo de las tic pues más interesante sería.
Hacía los primeros días del mes de Noviembre comencé a observar por todas las
paredes de la institución el logo de tit@ y pensé que se acercaba el momento de
darme cuenta que era realmente lo que se nos enseñaría y cómo me apropiaría de
estos conocimientos para poder hacer las clases más dinámicas y modernas para
mis estudiantes.
El diplomado empezó el 24 de Noviembre de 2014 cuando iniciamos las clases, no
sin antes haber preparado muchos talleres y actividades para los chicos por que
no estaríamos con ellos, pues seríamos reemplazados por estudiantes de últimos
semestres de univalle, que horror!! Porque era importante para mí estar con los
niños sordos quienes serían los que no gozarían completamente de mis clases y
por supuesto yo de ellos.
Ese primer jueves fue muy importante para mi vida porque a lo largo de la clase
pude adentrarme en mi ser como persona, como hija y como profesional, la verdad
es que todas las actividades me tocaron el alma y pensé “este diplomado
ahondará en lo más profundo de mis entrañas para ser una mejor profesora”.
Con el pasar de las clases fui aprendiendo acerca de diferentes herramientas para
trabajar posibles actividades de aula, pero poco a poco el trabajo en el colegio se
fue alargando y el tiempo de las clases acortando, no era suficiente para culminar
nuestras tareas y así este diplomado se fue complejizando, hasta el punto de que
todo lo que debía dejar registrado se hizo más grande.
Dicen que cada día trae su afán, pero esto era realmente afanoso porque llegó un
momento en el que no sabía que tenía que hacer, dónde escribirlo, cómo ingresar
información con slideshare, bueno en fín toda una maraña de cosas en mi cabeza
que en las madrugadas perturbaba mi sueño y mi tranquilidad. Lo que más me
llamaba la atención es que al caminar por los pasillos encontraba a mis
compañeros con sus caras largas casi igual a la mía porque según sus
comentarios ellos estaban en la misma situación.
En las noches, cansada de laborar todo el día dedicaba algo de mi tiempo a leer,
entender y trataba de ponerme a la par con todas las responsabilidades del
2. proyecto y por más que le cacharreaba siempre encontraba un impedimento digital
que no me permitía continuar adelante.
Algunas sesiones fueron sencillas y otras difíciles sobre todo cuando nos dijeron
que debíamos subir la información del blog a la plataforma, ese día fue funesto
para todos, la frustración tan grande porque solo cuatro de mis compañeros
lograron subir la información y los demás….? Quedamos viendo un chispero
disque porque la plataforma no estaba aún habilitada para todos, bajón y
decepción para algunos, entre ellos yo.
Una tarde no hace mucho, el maestro formador me comenta que estoy muy
atrasada con mis tareas y que si tenía tiempo el sábado que él con mucho gusto
me orientaría sobre todo lo que debía hacer, yo me sentí respaldada y apoyada.
Ese día nos reunimos en mi apartamento varios compañeros y fue entonces
cuando volví a ver la luz en el camino del diplomado. La verdad no era tan
compleja la cosa, solo me faltaba un empujoncito.
Hoy que estoy escribiendo esta crónica puedo decir que aunque tengo aún
algunas actividades por completar me estoy repensando cómo involucrar todos las
herramientas, aportes y conocimientos valiosos que me ha ofrecido el diplomado,
sé que esto apenas comienza… es un despertar en mi, de cómo mejorar mis
prácticas pedagógicas, de cómo innovar para ayudar a mis estudiantes en la
adquisición de sus aprendizajes y por ende cómo sentirme mejor persona y
profesional, haciendo la labor que tanto amo y disfruto “ser profesora”.